Línea Editorial: No hay más salida que la electoral

El chavismo, alertó Maduro durante los días previos al 30 de julio, se cobrará todas las cuentas. Y así ha sido. La represión desatada el pasado domingo es solo un anticipo de lo que todos los analistas y activistas políticos vaticinan para Venezuela. Y para no defraudar, Maduro y Cabello no se han hecho esperar. Esta madrugada han sido detenidos en sus respectivos domicilios, Leopoldo López y Antonio Ledezma. Así es como operan las dictaduras, con nocturnidad y alevosía para que el desconcierto sea total y el miedo paralice a familia, amigos y compañeros de lucha política. Todos saben lo que les espera si siguen plantando cara al chavismo.

Las cartas de la dictadura venezolana están, pues, sobre la mesa. ¿Qué harán ahora la oposición y la comunidad internacional? Nadie dijo que fuera fácil, alertó Capriles el pasado domingo. Por eso es preciso resistir, seguir en la calle, mantener la unidad de la oposición y seguir internacionalizando la cuestión venezolana. Si Maduro ha buscado dinamitar la vía electoral, se trata de mantener incólume esta propuesta. No hay otra salida. La lucha armada y el caudillismo opositor no son alternativas cuando de lo que se trata es de convocar al pueblo venezolano a pronunciarse políticamente sobre su futuro. Si la oposición se mueve un ápice de este camino y escucha los cantos de sirena de quienes desde la otra orilla apelan a la violencia, dejará de ser creíble.