La odisea de un atleta italiano en la carrera más fría y difícil del mundo
Podría perder las extremidades tras permanecer durante 17 horas descalzo a 50 grados bajo cero
Roma - Publicado el - Actualizado
3 min lectura
Roberto Zanda acaba de llegar a Italia y se encuentra ingresado en el hospital de Aosta con un difícil diagnóstico: congelaciones de cuarto grado en las extremidades con heridas sangrantes. La unidad cardiovascular del hospital de Aosta trabaja contrarreloj para intentar mejorar el flujo sanguíneo del deportista y evitar así la amputación de los pies.
Este experto corredor de Cagliari (Cerdeña), de 60 años, sabía que se enfrentaba a una de las carreras más difíciles del mundo, concretamente a la más fría: la Yukon Arctic Ultra 2018, que en esta edición se ha demostrado especialmente traicionera para sus participantes. Para que nos hagamos una idea, de los 23 participantes tan sólo uno consiguió completar el recorrido. El resto tuvo que abandonar por congelaciones e hipotermia.
Roberto Zanda fue uno de los que durante las primeras jornadas aguantó más el frio y las condiciones extremas de esta carrera en solitario de 700 kilómetros por senderos resbaladizos y lentos en la que los corredores tienen que arrastrar consigo un trineo con todo el equipo y comida necesarios. El mero hecho de sobrevivir ya es toda una proeza y no se puede cometer ningún error.
Su fortaleza le permitió continuar en la carrera cuando la gran mayoría de los participantes ya se había retirado. Sin embargo, en su quinto día, llegaron los problemas. El frio era tal que no tuvo más remedio que parar, apenas sentía los pies y probablemente cometió el error de quitarse las botas para comprobar el estado de los pies. No pudo volver a colocárselas de nuevo. A partir de ahí comenzó su calvario. Cayó en una fosa y quedó atrapado entre la nieve durante 17 horas a una temperatura de -50 grados hasta que un helicóptero consiguió evacuarlo a un hospital canadiense. En uno de sus últimos mensajes en las redes sociales, antes de que le ocurriera el accidente que pudo ser fatal, describía cuál era su situación: “Mi chaqueta es un bloque de hielo y no tengo tiempo para secarlo. Todavía faltan cientos de kilómetros y puede ocurrir cualquier cosa. Paso la noche dentro del saco, aunque sin dormir para masajear los pies y que la sangre circule. Es un trabajo mental”.
Tal como decíamos, se encuentra en estos momentos en el hospital de Aosta, donde el equipo de cirugía vascular está intentando salvarle manos y pies. Desde el hospital Roberto Zanda ha declarado que solo espera poder recuperar los pies que le permitan poder seguir participando en estos maratones. Por cierto, a pesar de todo, consiguió llegar el tercero a la meta.
¿Por qué esta carrera es considerada una de las más difíciles del mundo?
Para que nos hagamos una idea, en esta edición de la Yukon Arctic Ultra 2018, de los 23 participantes, tan solo uno consiguió completar el recorrido que incluso tuvo que ser recortado 240 millas por el frío extremo. 16 participantes abandonaron casi al comienzo del recorrido. El resto tuvo que abandonar la carrera por hipotermias y congelaciones.
El sudafricano Jethro De Decker fue el único capaz de llegar al final tras 6 días, 18 horas y 17 minutos de pura supervivencia
Según la completa información que aporta la página web especializada www.carreraspormontana.com, entre los múltiples evacuados también estuvo el valenciano Enrique Trull Maravilla, que el segundo día tuvo que ser rescatado tras sufrir una hipotermia. Tras una difícil evacuación, el valenciano llegó al campo base con algunas congelaciones en los pies y en un dedo de la mano que se suman a las ya sufridas en anteriores ediciones y en su pasado de alpinista.
LA CARRERA DE LOS AMANTES DEL FRÍO
MONTANE® Yukon Arctic Ultra
Distancia: 700km
Desnivel: 6.000m
Dónde: Canadá
Peligros: Hipotermia, congelación, agotamiento extremo
Factor de dificultad: 9
Esta carrera se enorgullece de ser el ultra más frío y difícil del mundo gracias a sus condiciones únicas: un frío extremo y a veces muy impresionante, senderos resbaladizos y lentos y por supuesto distancias de casi 700km. Los corredores tienen que arrastrar consigo un trineo con todo el equipo y comida necesarios. La temperatura media oscila entre -12ºC y -25ºC. El mero hecho de sobrevivir ya es toda una proeza.