La primera de las 8 jornadas de huelga de la estiba arranca con normalidad
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Los puertos con tráfico de mercancías de Baleares operan con normalidad este lunes, primera de las ocho jornadas de huelga convocadas por los estibadores en defensa de la estabilidad de sus puestos de trabajo.
Fuentes de la Autoridad Portuaria, la Delegación del Gobierno en Baleares y la Sociedad de Estiba han informado de que los servicios mínimos se están cumpliendo durante en los muelles de Palma, Alcúdia, Ibiza, Mahón y Formentera.
El paro, que se prolongará los días 7, 9, 14, 15, 16, 19, 21 y 23 de junio, está convocado hoy en las horas impares, pero en los puertos de Baleares no está afectando de forma significativa a las tareas programadas.
Las incidencias para el archipiélago pueden producirse los próximos días como consecuencia de los paros en los puertos de origen donde se cargan las mercancías con destino a las islas, que son principalmente los de Valencia y Barcelona, han indicado las mismas fuentes.
No obstante, las tareas de estiba precisas "para garantizar el abastecimiento, la atención sanitaria y los suministros especiales y esenciales a los territorios insulares" están cubiertas al 100 % por los servicios mínimos decretados por el Ministerio de Fomento.
El ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, ha advertido del daño que supone esta huelga a la economía, teniendo en cuenta que, en el caso de los puertos, a diferencia de lo que ocurre en otros sectores, "las pérdidas se pueden prolongar bastante más allá del punto final del conflicto".
Además, según la patronal, desde el viernes pasado, se están produciendo las bajadas de producción, como medida para forzar la negociación, en algunos casos de hasta un 70 % respecto al ritmo habitual de trabajo en la estiba, lo que está ocasionando "inasumibles pérdidas económicas para las compañías, que se encuentran indefensas, y cuantiosos daños al sector del transporte y la logística".
Cuatro días después de que el Gobierno lograra sacar adelante el real decreto-ley, por el que se liberaliza el sector, el pasado 18 de mayo, gracias al respaldo en el Congreso de Ciudadanos y PNV y la abstención de PDeCAT, los sindicatos y la patronal alcanzaron un principio de acuerdo que apuntaba a una rápida solución del conflicto.
Sin embargo, en la reunión celebrada el pasado viernes en la que se esperaba un avance definitivo que pusiera fin al conflicto, la situación ha dado un vuelco, tras un cambio de actitud de la patronal, según los sindicatos.
La parte social acusa a Anesco de dar "un giro" respecto al compromiso con la subrogación de los trabajadores adquirido en el preacuerdo, lo que hace que los sindicatos no vean lógica una negociación colectiva cuando "no sabemos si, finalmente, nosotros somos o no los trabajadores de sus empresas".
Los sindicatos insisten en que es algo que tienen que "saber de manera fehaciente, para poder negociar" y exigen a las empresas que cumplan con la palabra dada y garanticen todos los puestos de trabajo y también que se comprometan a formar parte de los centros portuarios de empleo (CPE).