El error que cometes al descongelar el pescado y que puede ser perjudicial para tu salud

El pescado congelado tiene muchas ventajas, entre las que destacan que tiene más vida útil y es más barato que el fresco. Sin embargo, es necesario tener cuidado a la hora de descongelarlo

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Redacción digital

Madrid - Publicado el

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La inflación ha afectado a todos los ámbitos de nuestra vida y los alimentos son uno de ellos. Teniendo en cuenta el aumento del precio de los alimentos, cada vez más familias han optado por consumir pescado congelado. Una buena opción y bastante más asequible que comprar pescado fresco. Al final, tiene muchas ventajas y la primera es que tiene mayor vida útil frente al fresco, ya que se puede conservar durante más tiempo en perfecto estado.

Además de todo esto, en la actualidad podemos elegir cualquier tipo de pescado congelado, con lo cual tenemos muca variedad y nos permite preparar una gran cantidad de platos a un precio bastante más bajo que si lo hiciéramos en una pescadería

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Otra de las muchas ventajas es que al estar congelado, los valores nutricionales se mantienen perfectamente, al mismo tiempo que conseguimos evitar el crecimiento y desarrollo de bacterias.

No obstante, si la conservación del pescado fresco es algo más compleja, ya que es necesario meterlo directamente en la nevera para evitar que pueda ponerse malo, en el caso del pescado congelado es fundamental que no se rompa la cadena de frío, precisamente, para evitar la proliferación de virus y bacterias. 

Si esta cadena de frío se mantiene, los valores nutricionales se mantendrán siempre que se mantengan las temperaturas adecuadas de la congelación. Entre estos valores destacan fundamentalmente el omega-3, las vitaminas y los minerales. 

Bien, pongámonos en el caso: llegas del supermercado y metes el pescado rápidamente en el congelador.  Hasta ahí todo bien, el problema llega seguramente cuando quieres consumirlo y este es un error muy común (y muy extendido) entre la población, y que puede ser perjudicial para tu salud. 

      
             
      

¿CÓMO DESCONGELAR CORRECTAMENTE EL PESCADO CONGELADO?

Cuando llega el momento de descongelar el pescado, es normal que se comentan muchos errores que puedan alterar el sabor y las propiedades del mismo. Pero más allá de todo esto, también puede darnos algún que otro susto. 

Uno de los fallos más habituales es descongelarlo a temperatura ambiente y sobre un plato. Esto es un grave error. Cuando lo dejamos fuera de la nevera, lo que estamos permitiendo es que ese pescado esté expuesto a las bacterias del ambiente. Sin darnos cuenta, lo único que podemos conseguir es crear el caldo de cultivo perfecto para que proliferen microorganismos sobre nuestros alimentos. Esto puede desembocar en una intoxicación alimentaria. 

Entonces, ¿cuál es la mejor forma de hacerlo?

      
             
      

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Para evitar que se llene de bacterias, tenemos que descongelar el pescado en la nevera. Eso sí, debe ser en la parte menos fría y sobre una rejilla para evitar que pueda llenarse de agua durante la descongelación, y esta rejilla, a su vez, sobre un recipiente que recoja el líquido. De esta forma, no solo estaremos a salvo de estas bacterias, sino que también conseguiremos conservar la jugosidad del mismo. 

Si tenemos un poco más de prisa, lo mejor entonces es hacerlo en el microondas. Tendrás que seleccionar la opción de "descongelar" y ponerlo en un recipiente cerrado para evitar que el pescado pueda resecarse, ya que el valor de agua que se forma ayudará a descongelar la zona interior. 

el truco de la leche para conservar todo el sabor del pescado

Cuando nuestra pieza de pescado haya terminado de descongelarse, para recuperar su sabor y textura, y que su sabor se asemeje lo máximo posible a una pieza de pescado fresco, es sumergirlo en leche.

      

Sí, tal y como estás leyendo: deberás introducir el pescado en un recipiente con leche al menos una hora antes de cocinarlo. Una vez haya pasado ese tiempo, tan solo tendrás que secar la pieza con un poco de papel de cocina y hacerla como más te guste. Con este sencillo truco vas a conseguir que el pescado tenga un sabor mucho más parecido al fresco que al congelado.