Un farmacéutico de Madrid, a cuadros por lo que le dice un cliente en plena noche durante una guardia: "Hay gente para todo"

Este farmacéutico ha utilizado sus redes sociales para contar la surrealista anécdota que vivió durante una guardia nocturna, cuando se vio sorprendido por un cliente

TikTok

Álvaro Fernández, conocido en redes como @farmaceuticofernandez

Redacción digital

Madrid - Publicado el

4 min lectura

      
      
             
      

Como en otras tantas profesiones, el convenio referido a las Farmacias, hace clara alusión al servicio de guardia, en el que siempre debe haber un profesional con la titulación de farmacéutico, quien a su vez puede apoyarse en trabajadores con una cualificación de técnico o auxiliar de farmacia.

De hecho, se trata de un servicio necesario y también obligatorio, tal y como estipula la normativa. Un servicio al que recurren de forma nocturna miles de españoles en busca de ese medicamento que necesitan de forma urgente.

No obstante, hay veces que muchas personas se aprovechan de este servicio obligatorio para hacer compras que no son lo que muchos considerarían "urgentes". En otras ocasiones, sin embargo, hay quienes simplemente aprovechan cuando pasan por delante para comprar ese medicamento que habían olvidado. 

Y así lo ha contado el farmacéutico Álvaro Fernández, quien se encarga de dar a conocer situaciones como esta a través de sus redes sociales, aunque fundamentalmente lo hace a través de TikTok

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Imagen de archivo

Un cliente sorprende a este farmacéutico en plena guardia

Álvaro Fernández, un farmacéutico que se ha hecho viral en redes sociales como TikTok bajo su usuario @farmaceuticofernandez y que utiliza como herramienta para divulgar sobre fármacos y dar sencillas pinceladas sobre datos de medicina. Sin embargo, siempre lo hace con humor, así como también comparte sus curiosas anécdota. En este caso, habla de un caso que vivió en una ocasión en su farmacia y durante una guardia nocturna.

"La gente nunca pierde la capacidad de sorprenderme", comienza diciendo en el vídeo, con un café entre las manos y el rostro visiblemente cansado después de trabajar de madrugada y de noche.

      
             
      

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"Esta noche estando de guardia, ha venido un señor como a la una y media o así, llama al timbre, y venía con un perrito, o sea venía paseando un perrito", explica. A partir de aquí, recrea la conversación que tuvo con aquel hombre.

"Buenas noches. Nada, yo solo venía a decirte que necesito comprar un paracetamol, pero que me he dejado la cartera en casa. Entonces que voy a subir, voy a dejar al perrito, cojo la cartera y vuelvo a bajar", asegura que le dijo este hombre.

"Y efectivamente. Media hora después ha vuelto a bajar", revela el farmacéutico. 

      
             
      

"Digo, la primera vez ha debido de querer avisarme o algo por si yo me preocupaba o cualquier cosa", concluye irónicamente. 

El vídeo, como suele ser habitual, acumula decenas de comentarios. "Yo llevo años trabajando en un supermercado y todavía hay días que pienso no me dejan de sorprender", "Qué considerado avisar antes de ir para que estuvieras preparado", "Quería asegurarse de que había alguien en la farmacia para no volver a bajar en vano" o "Hay gente para todo" son solo algunos de los muchos comentarios que acumula este vídeo.

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No es la única experiencia surrealista que ha vivido este farmacéutico. También hace poco contó otra anécdota vivida durante una guardia. 

      

"Ha venido una señora con su tarjeta de la Seguridad Social a llevarse sus medicamentos. No sería muy tarde, como la una o así", comienza relatando este joven farmacéutico. Él, como habría hecho con total persona, se los vendió. No obstante, la sorpresa llegó después, cuando la mujer volvió 15 minutos más tarde. "Que me los quiere devolver", asegura.

Así las cosas, el farmacéutico explica que "los medicamentos una vez que salen de la farmacia, por ley, por aquello de la cadena de custodia, no se pueden devolver, pero lo más llamativo no era que los quisiera devolver sino la razón por la que quería devolverlos".

Por ello, Fernández explica que cuando un farmacéutico dispensa un medicamento con una receta médica, "cortamos unos cuponcitos", haciendo así alusión a ese código de barras. "Esos cuponcitos que pegamos en una hoja para que luego la Seguridad Social nos pague la parte proporcional del medicamento que no paga el paciente". Pues al parecer, a esta mujer "no le gustaba cómo había quedado la caja después de que le cortara el cuponcito", revela con auténtico rostro de circunstancia.

"Juro que estaba más o menos recto y sin demasiada rebaba. A ver, que igual trabajo de cirujano experto no era, pero nivel cirujano amateur yo creo que sí", concluye.