Los acusados del robo guardan silencio en el juicio de los vinos del restaurante cacereño Atrio

En la jornada de hoy sí han declarado varios empleados y policías, mientras la Fiscalía mantiene su petición de cuatro años y seis meses de prisión para los dos detenidos

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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Los dos acusados del robo de 47 botellas de vino en el restaurante-hotel Atrio de Cáceres, Constantin Dumitru y Priscila Guevara, no han reconocido su culpabilidad este lunes en contestación a la pregunta directa del juez y han optado por guardar silencio en el juicio que acoge la Audiencia Provincial. “No tengo nada que declarar, a la defensa sí”, ha dicho brevemente Dumitru antes de que su abogada rechazara también hacerle pregunta alguna, mientras que Guevara ha mantenido la negación a responder a ningún letrado en su derecho a no declarar.

Tras la primera jornada del pasado 15 de febrero en la que se abordaron las cuestiones previas, hoy se ha retomado la vista oral comenzando por la intervención de los acusados, Dumitru, de 48 años y con nacionalidad rumana y neerlandesa, y Guevara, de 28 años y natural de México, a los que se les atribuye un delito de robo con fuerza, agravado por el alto valor de los vinos. Detenidos a finales de julio de 2022 en el puesto fronterizo de Karasovici Sutorina, procedentes de Montenegro, ambos se encuentran en prisión desde entonces y se enfrentan a una pena de cuatro años y seis meses de prisión y una indemnización para los perjudicados de 1.648.500 euros, según pide la Fiscalía.

Tras el interrogatorio de los acusados ha sido el turno de la declaración de los testigos, alrededor de una decena de policías nacionales y de peritos judiciales han sido citados, así como otros tantos empleados del restaurante Atrio, que han declarado en la sesión de hoy y otros lo harán en la del próximo miércoles.

El primer policía en llegar al lugar de los hechos tras el robo ha identificado a los acusados como la pareja responsable a raíz del visionado de las cámaras de seguridad del establecimiento. En su opinión, estos aprovecharon el despiste del trabajador de noche del hotel, despiste que "provocan ellos" cuando pidieron algo de comer, para acceder posteriormente a la bodega, donde sólo hay cámara en la entrada y no en el interior.

"Le puedo decir, sin ningún género de dudas y porque han sido muchas horas de visualización de imágenes, que los reconozco y que esos cuerpos sin conocerlos, llega a un punto que, por la morfología y la forma de andar, los hubiera reconocido por la calle", ha afirmado a preguntas de la fiscal. Además, ha aclarado que se pidió la intervención del tráfico de llamadas y la geolocalización celular, pues, en su opinión, se ve al acusado -en la noche del robo- hablando por teléfono, con quien "se supone" que es la otra parte acusada, a la vez que "se esconde" del trabajador del hotel.

Por su parte, los trabajadores de recepción esa noche no han coincidido a la hora de ser tan tajantes en reconocer a los acusados, pues el responsable de la recepción ha apuntado a que "los ojos -de los acusados- sí son los que recuerdo" mientras que el encargado del turno de noche, en el momento del robo, ha asegurado que los reconoce "de forma firme" como los que ocuparon la habitación 107 de Atrio, donde se alojaron Dumitru y Guevara.

Este último ha asegurado que hasta tres veces se negó a subirles más cena a la habitación, aunque finalmente accedió y preparó una ensalada en 20 minutos, pues "yo no soy cocinero". "Me extrañó que pidieran de comer después de un menú degustación. Llevo diez años trabajando y me ha pasado dos veces; me pueden pedir un café, una infusión o una copa, pero de cenar, me extraña", ha dicho.

El trabajador ha relatado que "es imposible" que abrieran la bodega con la llave maestra durante el tiempo que estuvo en cocina, pues la llevaba encima en ese momento. Una llave maestra que, según ha explicado, se dejaba en una cajita en recepción y que "sinceramente si no eres del hotel y de recepción es imposible encontrarla", ha confesado.

Además, el sumiller que atendió a los sospechosos ese día y el trabajador que les acompañó a la visita a la bodega han coincidido en asegurar que los acusados se "parecen" a la pareja alojada la noche del robo, el 27 de octubre de 2021, mientras que la directora del hotel ha mostrado sus dudas pues "sólo vi los ojos, tenían mascarilla" por la pandemia.