El 14 % de la población adulta en España sufre insomnio crónico: mejor terapia que fármacos

La Sociedad Española del Sueño publica los resultados de un estudio en el que han descubierto que en la mayoría de los casos de insomnio crónico, la medicación no funciona

Sefi García

Publicado el - Actualizado

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Más de cinco millones de personas sufren insomnio crónico en España, es más del doble que hace 20 años. Una de cada 10 de estas personas toma medicación con receta, pero la terapia es el tratamiento más eficaz, según señalan los expertos en medicina del sueño.

Sobre la mala calidad de nuestro sueño vienen advirtiéndonos los expertos mucho tiempo. La Sociedad Española de Neurología calcula que la mitad de la población adulta en España no duerme las horas mínimas imprescindibles y, lo que es más grave, uno de cada 4 niños tampoco lo hacen. Son niños candidatos a desarrollar un trastorno del sueño mucho más grave como el insomnio.

Somos el país donde más pastillas para dormir se toman

Un 10 % de la población toma pastillas para dormir. Según el Ministerio de Sanidad, las cifras casi se han triplicado en los últimos 20 años. Un 23,5 % de la población asegura que los ha consumido en algún momento de su vida.

En el último año, 713.000 personas lo han tomado por primera vez, siendo los mayores de 65 años los que más lo consumen. En total, son alrededor de tres millones de personas las que han tomado tranquilizantes en el último mes.

No dormir bien de forma crónica provoca gravísimos problemas de salud y dificultades sociales y laborales impredecibles. Raquel tiene serios problemas para conciliar el sueño “yo intento levantarme pronto, peor mi cuerpo no responde, no hay manera, tengo que volver a la cama, no tengo ganas de nada, estoy todo el día cansada”, confiesa.

Fármacos versus Terapia

Con este panorama, la Sociedad Española del Sueño ha hecho público los resultados de un estudio en el que han descubierto que en los casos de insomnio crónico, a uno de cada 4 enfermos, la medicación no le funciona.

Por el contrario, la terapia cognitivo-conductual, se ha convertido, según sus conclusiones, en el tratamiento con mayor eficacia, incluso a largo plazo, y sin efectos secundarios.

“Porque esa terapia va al origen del problema" -asegura a cope.es, Francesca Cañella, miembro del grupo de trabajo de Insomnio de la Sociedad Española del Sueño-. El insomnio "puede ser el síntoma de una enfermedad o una enfermedad en sí mismo”, por eso Raquel todavía no está diagnosticada a pesar de que como nos cuenta es incapaz de llegar a una fase profunda de sueño “mi cerebro no deja de pensar: me echo a la cama y tengo unas tres horas en las que no me entero, pero mi fase REM no es real, mi cerebro está permanentemente activo. Todo lo que pasa en el día aparece por la noche y estoy pensando permanentemente en cosas”.

Cuando se vuelve crónico, y es en sí mismo una enfermedad, “debemos ver porque ocurre" -explica la doctora Cañella-. "Muchas veces son personas que tienen unos hábitos adquiridos y unas ideas sobre el sueño que hay que cambiar. Cuando cambian y pierden esa obsesión sobre el sueño mejoran”. Y es ahí donde actúa la terapia cognitivo-conductual.

¿Quiénes están más predispuestos a desarrollar insomnio crónico?

Hay factores que predisponen a tener insomnio, por ejemplo, es más frecuente en mujeres (el 14,6 % frente al 13,4 % de hombres), más frecuente en personas de edad (en los mayores de 55 años afecta al 18 %), un tercio tienen predisposición genética.

“Se trata de personas -aclara la doctora-, que desde pequeños han dormido mal y se las han ido apañando. Pero de repente pasa algo, unas oposiciones, un divorcio, una muerte.. y a partir de aquí empieza el insomnio. Las personas que no lo padecen vuelven poco a poco a dormir bien. Pero hay una parte que empiezan a hacer una serie de conductas que con las que perpetuán el insomnio.

Por ejemplo, pensar que todos sus problemas vienen de que no pueden dormir, pensar que si durmieran bien el mundo sería maravilloso, estar más horas en la cama para conseguir más sueño…son conductas muy poco adaptativas. Es ahí donde se trabaja con el paciente, a veces, también con fármacos, pero no solo con fármacos porque así no se van a curar”.

¿Cómo es la terapia y cuánto tiempo necesito?

La terapia cognitivo-conductual que nos propone la Sociedad Española del Sueño, trabaja en una doble dirección. Por un lado, corrige los malos hábitos de los pacientes. “Por ejemplo, una persona que quiere dormir y se toma seis cafés, o se pega una siesta de dos horas. En la parte conductual también pueden actuar, por ejemplo, reconduciendo las costumbres de una persona que está mucho tiempo en la cama para ver si consigue dormir, cuanto más intentan dormir peor están porque se alteran sus ritmos circadianos”, explica la especialista.

Esta parte del tratamiento terapéutico puede asumirla el personal de atención primaria, las enfermeras por ejemplo, siempre que tenga una especialización. Y es muy eficaz.

En los casos más graves, actúan los psicólogos especializados en trastornos del sueño, es la parte cognitiva, porque “son personas que internalizan las emociones, les cuesta expresar lo que les pasa, les aumenta la ansiedad, cuando se van a dormir empiezan a darle vueltas a las cosas-cuenta la doctora Cañella- y por eso es necesaria la intervención del psicólogo”.

Son necesarias entre 6 y 8 sesiones, una a la semana, para reconducir hábitos y llegar a la raíz del problema. Después se hacen seguimientos mensuales. Al principio, si el caso es muy grave, pueden acompañar la terapia con pastillas para dormir, pero se van retirando la idea, nos dice la doctora es “darles claves para que la persona sienta que puede controlar su sueño”. Curar el insomnio crónico de esta manera “Reduciría mucho el consumo de hipnóticos y mejoraría la calidad de vida de la gente, pero por desgracia-se lamenta la especialista- no está muy desarrollado en nuestro país”.

El estudio está a punto de publicarse en la revista científica Sleep Epidemiology

10 consejos para mantener una buena higiene del sueño

La psicóloga Ana Altabás, especialista en terapia del sueño, nos recomienda que si esa falta de sueño nos interfiere en nuestro día a día, es conveniente acudir al médico (aunque solo un 36 % lo hacen). Una buena terapia cognitiva nos ayudará a bregar con las noches en blanco, y también hay fármacos que pueden ayudarnos a dormir. Antes de recurrir a los fármacos o a un especialista, si nuestro insomnio es puntual, podemos intentar mejorar nuestra calidad del sueño siguiendo unas sencillas pautas que nos recomienda la psicóloga y que no varían casi nada nuestra rutina:

-Mantener horarios regulares para acostarse y levantarse

-Mantenerse en la cama solo durante las horas del sueño

-Practicar algún tipo de relajación

- Tomarnos una infusión relajante

-Evitar las siestas

-Evitar los estimulantes (té, café, tabaco)

-Mantener buenos hábitos alimentarios

-Ejercicio físico, pero no a partir de las 7 de la tarde

-Tener un espacio cómodo y limpio para dormir

-Evitar darle vueltas y vueltas (la rumiación) a lo que nos preocupa: apuntarlo en un papel y dejarlo para mañana, lo descargamos en una hoja y si vemos que es importante, podemos hallarlo con alguien al día siguiente, no necesariamente un especialista, puede ser alguien de nuestra confianza con el que poder compartir nuestras preocupaciones.

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