¿Por qué no debes darle azúcar a tu perro?

El azúcar en exceso en general no es beneficioso para la salud. Ni para la de tu perro ni para la tuya, pero en tu mascota, incluso en pequeñas cantidades, el dulce puede afectar de manera muy perjudicial.

El azúcar engorda y es probable que un perro coja peso muy rápidamente si ingiere este tipo de alimento. Esto se debe a que su sistema de regulación de la glucosa no es tan eficaz como el nuestro. Además, los alimentos dulces tienen un alto contenido en grasas y calorías lo que puede generar obesidad canina.

A parte de ser perjudicial por el más que posible aumento de peso, hay varias enfermedades que nuestra mascota puede padecer si no se regula este tipo de ingesta. Uno de estos casos es la posibilidad de contraer pancreatitis. Al ingerir más grasas de las que el cuerpo necesita, el páncreas aumenta la producción de lipasa (la enzima digestiva encargada de digerirlas y absorberlas) y se inflama a causa de este hecho.

Otra de las enfermedades que nuestra mascota puede padecer si no se regula su consumo de azúcar en el peor de los casos es la diabetes. Esta enfermedad es causada por la incapacidad de producir o usar la insulina para que las células obtengan el azúcar de la sangre y usarla para funcionar. Esto es debido a que el perro tenga demasiado altos los niveles de azúcar en sangre. En este caso, los que suelen ser los más afectados son los de mediana o avanzada edad, especialmente, las hembras no esterilizadas.

Algunos expertos sostienen que el azúcar también puede provocar que los perros no se puedan concentrar y que sufran hiperactividad, al igual que algunos que se comportan mal puede deberse a que no tienen una dieta balanceada.

Cabe destacar que no todo el azúcar es perjudicial, sobre todo, cuando se controla su consumo. En algunos casos, el azúcar que se encuentra de manera natural en algunos alimentos como la fruta puede ser beneficioso dando energía a tu mascota.