El agua de la piscina o la arena de la playa: Los peligros del verano para tus ojos y cómo evitarlos

Tres de cada 10 españoles tienen un problema de visión, pero el 22% no se revisan la vista nunca, a pesar de que nuestros ojos recogen el 80% de la información que procesa nuestro cerebro. Presbicia, miopía y astigmatismo, son por ese orden, los defectos visuales más comunes. ¿Es el verano una buena época para nuestros ojos? ¿Debemos tener algún cuidado especial con los ojos en esta época? Te damos tres consejos para que tus ojos vuelvan perfectos de vacaciones.

El verano para la vista

El verano es una época en la que nuestros ojos se ven afectados por circunstancias que en otras épocas del año generalmente, no se dan. Por ejemplo, el nivel de radiación solar es superior y además el tiempo libre nos lleva a estar más expuestos a ese sol.

Por eso hay que tomar medidas adicionales. Para conocer los cuidados que debemos dar a nuestros ojos, nos hemos ido a Málaga para sacar del quirófano, donde estaba haciendo una intervención al especialista en oftalmología, Juan José Rodríguez.

Gafas de sol con los filtros adecuados recomendados por la Unión Europea cuando estemos expuestos al sol. “Porque el exceso de radiación ultravioleta -recuerda el especialista de Clínica Baviera-puede acelerar el desarrollo de cataratas y de patologías retinianas como la degeneración macular asociada a la edad”.

Hidratar los ojos: es muy importante porque tanto el calor, como el viento, los aires acondicionados, los ventiladores, hacen que la lágrima se evapore a más velocidad y podemos tener síntomas de ojo secos, que son picor, malestar, sensación de cansancio... entonces en bueno utilizar lágrimas artificiales para mitigar esa sequedad y que no nos den esos síntomas”.

El agua de la piscina es peligrosa, en general para los ojos. No te metas nunca con lentillas “porque favorecemos el contacto con algún germen que haya y puede producir una infección, y además es irritante. Yo recomiendo en piscina usar gafas, de natación para que el contacto con el agua de la piscina sea el menor posible, y cuando terminemos nuestro baño, que aclaremos los ojos con agua limpia, y si podemos utilizar lágrima artificial, mejor que mejor”.

El agua del mar, no es tan contaminante como el agua de la piscina por eso al especialista no le parece tan peligrosa. Aun así “reseca muchos los ojos por el contenido en sal, por eso la recomendación es aclararlos y ponernos lágrima artificial si llevamos”.

Y una advertencia nos hace el doctor si estamos en la playa porque con el viento y la arena no es infrecuente que se nos meta algún granillo en el ojo “y el primer instinto que tenemos, sobre todo los niños, es el de llevarnos las manos a los ojos y restregarlos.

Pues hay que evitarlo porque podemos provocar una herida, una úlcera. Hay que parpadear mucho y lavarlos con agua limpia. Si no da resultado, acudir al oftalmólogo para que nos quite los granitos de arena”.

¿Por qué nos cuesta tanto revisar nuestros ojos?

A pesar de que caso tres de cada 4 españoles reconocen tener algún problema de visión, el 22% no se revisa la vista nunca. La recomendación de la OMS es que al menos una vez al año, si no tienes dificultades de visión te hagas una revisión ocular. “La gente tiene agendas muy apretadas-justifica el doctor Rodríguez- y hacer un hueco en la agenda para perder una mañana o una tarde yendo a especialistas y hacer un examen con gotas que luego te va a dejar sin una gran capacidad visual durante las horas siguientes, pues es normal que a la gente le cueste un poco de trabajo”.

Aun así, el doctor Rodríguez nos recuerda que ver mal “nos afecta en todo lo que hacemos, como caso extremo en gente mayor que desarrolla una catarata y pierde visión, se va desconectando y puede parecer una demencia cuando no lo es”. Además, nos puede provocar dificultades para conducir, dolores de cabeza, falta de concentración y fatiga en nuestras tareas cotidianas”.

Por cierto,la presbicia, es el problema visual más extendido: casi la mitad de la población tiene vista cansada. Verás mejor, pero porque hay más luz