Ana Pastor: “Lo más importante es que a las mujeres no se nos utilice políticamente”
“Nosotras somos unas privilegiadas, quien tiene problemas es una mujer que tiene menos recursos”
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Ana Pastor Julián nos recibe en su despacho del Congreso de los Diputados el mismo día que se han disuelto Las Cortes. Sí, sigue siendo la Presidenta de la Cámara baja. Es el mismo despacho institucional que han ocupado sus predecesores. Es tan institucional que cuesta nada más entrar, entre el sofá isabelino rojo y dorado, el inmenso tapiz histórico y las cortinas de cretona, encontrar un toque personal femenino. Pero lo hay. Sobre los muebles históricos, reposados en las históricas alfombras sobre las que pareces flotar, encontramos sus fotos con personalidades del Estado con los que ha compartido momentos que también pasarán a la Historia. Abundan las fotos con Rajoy, se nota que ha habido mucho trabajo juntos. Sobre otro mueble, delante del imponente escritorio completamente ordenado un gran ramo de flores inunda el despacho de un aroma intenso. Pilar, su secretaria desde su época en el ministerio de Fomento, le quita el papel y le pone más agua. “Quería que viera lo bonito que venía envuelto”. Esto indica que acaba de llegar en agradecimiento a algo que nunca sabremos. No me da tiempo a preguntar quien lo manda porque en ese instante entra en el despacho con energía. Son las seis de la tarde y nos dice que lleva desde las ocho de la mañana trabajando y el día no ha terminado. “Se creen que como no hay plenos, ya no se trabaja, pero hoy ha sido de no parar”. Se sienta tras la mesa del despacho y lo primero que hace es quitar una foto familiar del tiro de la cámara, gesto que denota que para ella por encima de todo está la privacidad conseguida después de años de gran discreción.
¿Cuántas veces ha escuchado eso de “ una mujer que lo ha sido todo en la política”?
Me lo han dicho unas cuantas veces, pero no habría sido posible sin la generosidad de mi partido y de las personas que me han apoyado a lo largo de toda mi vida, me he sentido muy honrada y espero haber estado a la altura.
Usted es médico de carrera y con lo que cuesta sacarse una carrera como Medicina ¿por qué decide dejarlo todo por la política?
Ha sido un continium, empecé muy jovencita. Soy funcionaria del estado y empecé a hacer planificación sanitaria y dedicada al mundo de la gestión desde muy joven, y desde ahí a puestos de responsabilidad como subsecretaria, como ministra, ha sido casi como un no-me-entero.
En esa época como subsecretaria, a pesar de que siempre se dice que trabajan mucho más que los ministros, ¿tenía la sensación de ser una segundona en la política?
Todo lo contrario, creo que uno de los puestos que están reservados para funcionarios es el de subsecretario y siendo subsecretaria en cultura y deporte, interior y presidencia han sido de las etapas más felices de mi etapa profesional.
¿Y se ha encontrado con muchas barreras en su vida política?
Siempre he tenido el respeto de mis colaboradores, mis equipos y superiores. He sido respetada, he procurado ser leal e imprimir a lo que estoy haciendo esa lealtad, pensando en hacer lo mejor, pensando siempre en los ciudadanos.
Después de ser subsecretaria, ha sido Ministra de Sanidad y Ministra de Fomento. Hay mucha gente que ha trabajado con usted y, estando en las antípodas ideológicas, habla muy bien de su persona y de su trabajo. ¿Cómo se consigue algo así?
Es importante hacer buenos equipos, delegar tareas y responsabilidades y ser leal a los tuyos. Es muy importante priorizar, diferenciar lo que es importante de lo que no lo es, de lo que es urgente de lo que no. Esa es la clave de la gestión de los recursos y de las políticas públicas. En la gestión me encuentro como pez en el agua. He tenido mucha suerte de encontrarme mucha gente buenísima que me ha acompañado.
¿Se considera feminista?
Sí soy feminista, entendiendo la igualdad real de oportunidades entre hombres y mujeres. Se ha avanzado mucho pero queda mucho por hacer. Estoy pensando en la violencia contra las mujeres. De las cosas mas importantes de esta legislatura es que todos los partidos se hayan puesto de acuerdo para firmar un pacto sobre la violencia contra las mujeres. Se ha avanzado en brecha salarial pero todavía sigue habiéndola entre hombres y mujeres. Hay muchas mujeres en desempleo. Siempre digo que lo más importante para una mujer es tener una independencia económica, porque puede tomar así sus propias decisiones y no tener que pedir permiso a nadie para llevar el tipo de vida que quiera.
Pero el término no siempre se acepta, a veces lo justificamos, lo matizamos ¿Quizás es porque está demasiado embarrado todo ideológicamente?
Lo más importante es que a las mujeres no se nos utilice políticamente. Hay cuestiones por resolver como la violencia contra las mujeres. No es un tema partidista, es un problema del conjunto de la sociedad, también de los hombres, que nos afecta a las mujeres mayoritariamente porque están perdiendo la vida, que son maltratadas... Es un tema que tenemos que abordar entre todos, pero creo que no es pedir mucho si digo que ese espíritu del pacto de violencia contra las mujeres se extienda a todas las políticas de mujeres. Hay igualdad legal pero falta una igualdad real, y hay que avanzar. Venimos de siglos de cultura machista y de la cultura cuesta erradicar costumbres y vicios.
¿Cree entonces que la huelga de este viernes está justificada?
Respeto mucho todas las reivindicaciones y creo que las mujeres tienen derecho a reivindicar todo lo que falta por hacer para una sociedad con igualdad de oportunidades. En muchos casos se habla de políticas y consejos de dirección, y eso está todo muy bien. Pero nosotras somos unas privilegiadas, quien tiene problemas es una mujer que no tiene empleo, que tiene hijos, que no tiene una guardería cerca, que tiene menos recursos. En España tenemos que tener mucha mayor protección para las familias con hijos, se han hecho cosas pero queda mucho por hacer.
Tenemos que hacer todas las medidas legislativas necesarias para evitarlo y prevenirlo. Y conseguir oportunidades de conciliación, con horarios racionales. Yo quise cambiar el horario del pleno, logré un pequeño cambio, me hubiera gustado hacer más, pero no tuve apoyo. A veces se habla mucho pero a la hora de hacer, se hace poco.
¿Ha tenido que renunciar a muchas cosas como mujer, como madre por la política?
Todas las renuncias han sido voluntarias y cuando lo haces así, eres tú misma quien lo afronta. No le dedicas el tiempo que le tenías que dedicar a la familia y a los amigos, pero merece la pena dedicarte al servicio público. A veces solo se ve lo malo, pero se pueden hacer muchas cosas, hay una tarea ingente por delante en cualquier tipo de materia. Tenemos que trabajar mucho, no hay igualdad real, sí legal.
Se presenta de nuevo como diputada por Pontevedra...
-Me interrumpe con una sonrisa- Bueno eso lo tiene que decidir mi partido...
Pero Ana Pastor está dispuesta a seguir aportando en la política, ¿no es así?
Claro que sí. Estoy con toda la energía, las ganas y la fuerza para seguir trabajando por España por mi país que creo que lo merece y por mi partido.
¿Qué consejo le daría a una niña que ahora tiene diez años y será una mujer de veinte en unos años?
No me gustan los consejos pero las mujeres tenemos que hacer un esfuerzo por tener una buena educación porque hay que salir ahí fuera y luchar por lo que importa. A pesar de que se van salvando obstáculos se van a encontrar dificultades, pero las que tenemos más años vamos a estar trabajando para que esas dificultades sean menores.
Hay algunas palabras que definen a Ana Pastor: Prudencia, saber estar, paciencia y lealtad. Todo esto fue reconocido en su despedida el último día del pleno.
Estoy muy agradecida del cariño y del respeto. Han sido años difíciles complicados, pero lo he hecho con mucho gusto, lo volvería hacer. Tengo un relación personal con todos los diputados estupenda. A pesar de que en el debate parlamentario hay mucha confrontación política pero mi papel está por encima de lo partidista y me he sentido muy cómoda ejerciendo esta labor. Agradezco mucho esas palabras. Trabajo con honestidad y humildad hay que estudiar saberse los temas, siempre digo que me gustan las cuentas y no los cuentos y que me gusta más hacer que hablar.