Así eran España y el mundo cuando en 2005, Rafa Nadal ganó su primer Roland Garros

Historia. Generalmente, utilizamos este término para referirnos a eventos únicos que pasan a ser relevantes para la posteridad del tiempo; acontecimientos únicos que llaman la atención, que permanecen en el recuerdo durante generaciones. Sin duda, estos calificativos sirven para definir lo que un español de Manacor, lleva haciendo en el mundo del deporte durante toda su carrera.

Su melena, su cinta del pelo y su tan identificativo grito al golpear cada bola, han representado todos y cada uno de los logros que ha cosechado a lo largo de su carrera. Rafael Nadal está siendo el deportista más grande de todos los tiempos. Por sus 22 títulos de Grand Slam y sus 14 torneos de Roland Garros. Por su capacidad de aguantar con lesiones y a sus 36 años de edad, al máximo nivel de competitividad y por convertirse en un estandarte del mundo del tenis.

Este domingo se cumplieron diecisiete años de la consecución de su primer título de Grand Slam; diecisiete años de la primera victoria en Roland Garros, aquel 5 de junio de 2005 ante el argentino Mariano Puerta. Pero la realidad es que en aquel año, la vida era muy distinta a la actual que estamos viviendo, el panorama nacional e internacional era mucho más distinto al que hoy en día podemos vivir, y por diferentes motivos.

Así era la España de 2005

Nuestro país todavía trataba de levantarse de la terrible catástrofe del 11 de marzo de 2004, y el gobierno, que presidía el partido socialista, y que aún veían las perspectivas económicas con el máximo optimismo. Era época de bonanza, la burbuja inmobiliaria aún seguía inflándose y el sector inmobiliario estaba en un estado en el que no ha vuelto a encontrarse desde entonces.

Sin embargo, los mayores problemas de aquel entonces estaban en materia terrorista. El temor originado por ETA y Al Qaeda generado años atrás, mantenían una incertidumbre desagradable en toda la sociedad, aunque lo más destacado es que, en el caso de España, ETA no provocó ninguna matanza hasta el año siguiente en 2006.

En ese mismo 2005, España era bipartidista, Partido Popular y PSOE mantenían una gran presencia en el Congreso de los Diputados, y contaba con José Luis Rodríguez Zapatero al frente de la presidencia. Era el segundo año de mandato desde que alcanzara el gobierno tras José María Aznar; y fue el último presidente socialista que obtuvo una mayoría absoluta.

El 2005 también trajo grandes efemérides como el nacimiento de una heredera al trono de nuestro país. La entonces infanta, ahora princesa, Leonor; nació el 31 de octubre de aquel año; un 2005 señalado también en la literatura por el 400 aniversario del Quijote de Cervantes. Castilla La Mancha experimentó un aumento llamativo en el turismo por esta efeméride.

En el deporte también dejó alguna que otra anécdota llamativa. El Real Madrid tenía nueve Copas de Europa, y en la liga había clubes clásicos como Racing de Santander, Deportivo de La Coruña o Albacete Balompié, equipos que hoy en día permanecen alejados de la élite. El Barcelona se impondría en aquella temporada alzándose con el título. Quien también supo lo que es ganar por primera vez aquel año fue Fernando Alonso, quien se coronó como campeón del mundo de Fórmula 1 por primera vez.

Un mundo muy distinto

Lo que hoy vuelve a ser una especie de Guerra Fría entre Estados Unidos y Rusia, por aquel entonces estaba algo más tranquilo. Vladímir Putin estaba al frente de la Federación durante su primer mandato; mientras que en Estados Unidos, George W. Bush quien en ese año encaraba su segunda legislatura en la presidencia del país de las barras y las estrellas.

Como fruto de los acuerdos de la OTAN, el comienzo del presente siglo, estuvo marcado por el inicio de las guerras de Afganistán y de Irak, declaradas por los Estados Unidos, y que darían inicio a una década en la que miles de soldados de todo el mundo, y especialmente de España, perderían la vida.

También fue un año relevante para la religión católica, ya que el papa San Juan Pablo II falleció en abril de 2005, dejando paso al inicio del periodo papal del alemán Benedicto XVI. Juan Pablo fue sin duda uno de los papas más identificativos de toda la época reciente, convirtiéndose en una figura para los jóvenes; un hombre que modernizó a toda la Iglesia, dando los primeros pasos hasta llegar a la actualidad.