Así es la leucemia linfática crónica, la enfermedad que padece Joaquín Caparrós
De cada 10 leucemias diagnosticadas, 3 son de este tipo. A 8 de cada 10 pacientes se lo diagnostican, como al entrenador del Sevilla, en fase temprana
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Aunque Joaquín Caparrós no ha dado detalles del tipo de leucemia que le han diagnosticado tras dar a conocer que tiene esta enfermedad, en la Sociedad Española de Hematología no dudan de que, al no requerir tratamiento de inicio como él ha explicado, estamos ante de una leucemia linfática crónica, un cáncer de la sangre que se origina en la médula osea, donde se fabrica la sangre, y que provoca un número demasiado elevado de glóbulos blancos.
La leucemia linfática crónica es la más frecuente en el mundo occidental. De cada 10 leucemias diagnosticadas, 3 son de este tipo. A 8 de cada 10 pacientes se lo diagnostican, como al entrenador del Sevilla, en fase temprana y sin síntomas con un mero análisis de sangre. En estadios más avanzados puede provocar ganglios y afectar al bazo además de causar pérdida de peso, fiebre y sudores.
Según explica a COPE José Ángel Hernández Rivas, aproximadamente la mitad de los casos no necesitan como Caparrós un tratamiento. Recibirlo depende del desarrollo de la enfermedad que se controlará al inicio cada tres meses, después cada seis y finalmente de forma anual. Consiste en la inmensa mayoría de los casos en la administración de unas pastillas de por vida.
La leucemia linfática crónica suele surgir en personas mayores de una edad media de 70 años y se trata en aquellos casos en los que aumentan mucho los ganglios o la anemia. También si crecen de forma muy veloz los glóbulos blancos (linfocitos) en los análisis de sangre.
Es lo que le ocurrió a Magdalena Gómez de 68 años. Hace 11 años le detectaron una leucemia linfática crónica y desde hace 2 toma medicación. Tras un inicio de tratamiento complicado ahora está contenta porque gracias a las capsulas que toma 3 veces al día a la misma hora sus analíticas nos cuenta “nada tienen que ver con las de un par de años”.
La mayoría de los pacientes subraya el doctor Hernández Rivas pueden hacer una vida normal y la tasa de supervivencia es alta de entre 12 y 14 años tras el diagnóstico, cifra que va a más con los nuevos tratramientos. Sin embargo, los afectados sí son más proclives a sufrir infecciones.
Las leucemias crónicas poco tienen que ver con las agudas mucho más agresivas. Sin embargo el 5 a 10 por ciento de pacientes con leucemia linfática crónica sufren una evolución a una variedad agresiva del linfoma, que se llama Síndrome de Richter y requiere quimioterapia intensiva.