Boda del Príncipe Rainiero y Grace Kelly: cuando la princesa de Hollywood se convirtió en Princesa de Mónaco
Hace 65 años el Príncipe Rainiero y Grace Kelly se daban el ‘sí, quiero’, por lo que la actriz pasó de ser la princesa de Hollywood a Princesa de Mónaco
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Como si de un guion de una película se tratase, así fue la vida de Grace Kelly que el 18 de abril de 1956 se casaba con el Príncipe Rainiero III de Mónaco en una ceremonia civil en el Salón del Trono Real de Palacio de Mónaco, celebrando al día siguiente la boda religiosa en la catedral San Nicolás de Mónaco, que fue bautizada como ‘la boda del siglo’.
Aunque fueron muchas las casas reales que no asistieron al enlace sí que estuvieron presentes los rostros más conocidos de Hollywood.
Rainiero y Kelly se conocieron un año antes de casarse, por aquel entonces la actriz se encontraba en Francia para asistir al famoso Festival de Cine de Cannes.
Kelly, que ya había saboreado el éxito con sus películas, y había conseguido un Oscar por The Country Girl (‘La angustia de vivir’), dejó su sueño por el que tanto había luchado, para trasladarse a Mónaco y convertirse en Princesa tras la boda con el Príncipe Rainiero.
Mucho se ha hablado de cómo llegaron a conocerse la actriz y el Príncipe, así como la decisión de Kelly de dejar el cine cuando estaba en su mejor momento y contaba con el reconocimiento de críticos y profesionales. Tampoco debemos olvidar lo que supuso para la realeza monaguesca este enlace y las consecuencias que tuvo.
La musa de Hitchcock decidía poner punto y final a su sueño para convertirse en la Princesa de Mónaco. 26 años de matrimonio con un trágico desenlace con la muerte de Grace Kelly en un accidente de tráfico. El matrimonio tuvo tres hijos: la Princesa Carolina, el Príncipe Alberto y la Princesa Estefanía.
¿ENCUENTRO ‘CASUAL’ ENTRE RAINIERO Y GRACE KELLY?
En el año 1955 Grace Kelly se encontraba en Francia para asistir a la octava edición del Festival de Cine de Cannes, por su interpretación en 'The Country Girl', por la que ganó un Oscar.
La actriz viajó en tren desde París a Cannes. En ese mismo tren viajaba la actriz Olivia de Havilland (Melanie en ‘Lo que el viento se llevó') con su marido Pierre Galante, editor de la revista ‘Paris Match’.
En una entrevista en ‘People’ contaba Olivia cómo se produjo el encuentro entre Kelly y Rainiero, una vez que Galante se percató de la presencia de Kelly en el tren. Fue entonces cuando se le ocurrió la idea del encuentro entre el Príncipe y la actriz estadounidense por lo que se le contó a su editor en jefe Gaston Bonheur, al que le entusiasmó.
Fue la propia Olivia de Havilland quien se acercó a Kelly en el tren para comentarle la idea de su marido. Así hablaba Olivia de ese primer encuentro con la actriz: "Grace me pareció, en el primer encuentro, una mujer joven bastante reservada, dueña de sí misma y bien educada". Al preguntarse si aceptaría un encuentro con Rainiero, Olivia aseguraba que "Grace aceptó de inmediato, pero puso una condición muy profesional: que dicha reunión debía ser aprobada primero por el estudio que patrocinaba su visita a Cannes: MGM".
MGM dio la aprobación y finalmente el encuentro entre el príncipe Rainiero de Mónaco y Grace Kelly tuvo lugar en Palacio, donde hicieron un recorrido por el zoológico privado y entablaron una buena conversación.
Siete meses (en Navidad de 1955) después de esa primera cita, Rainiero viajó a Estados Unidos para pedir la mano de Grace Kelly. El 5 de enero de 1956 se hizo público el anuncio del enlace en una rueda de prensa que dio la pareja en el Philadelphia Country Club. Después, Rainiero y Grace viajaron a Nueva York, donde ofreció una lujosa fiesta de compromiso, un baile de celebración, en el Waldorf Astoria.
También se cuenta que Rainiero y Kelly se conocieron durante el rodaje de ‘Atrapa a un ladrón’, dirigida por Alfred Hitchcock y que Grace protagonizaba junto a Cary Grant. La película se rodó en Mónaco.
LA BODA
Tras el anuncio de la ceremonia, la familia de Grace Kelly viajó posteriormente a Mónaco para la celebración del enlace. El 18 de abril de 1956 se celebró el matrimonio civil. Y el 19 de abril la boda en la catedral de Mónaco.
Cuando se casaron, el Príncipe Rainiero tenía 32 años y Grace Kelly tenía 26 y se convirtió en Su Alteza Serenísima.
Sin embargo, aunque fue denominada ‘la boda del siglo’ no contó con el respaldo de las Casas Reales y entre los 600 invitados solo acudieron el Rey Faruk de Egipto y Aga Khan. Sí acudieron muchas estrellas de Hollywood como Ava Gadner y numerosos periodistas y fotógrafos y fue vista por 30 millones de espectadores.
Una de las curiosidades del enlace que es que fue la propia actriz quien esperó la llegada del novio.
Al término de la ceremonia, se soltaron multitud de palomas hacia el cielo y a la novia acudió ante la Iglesia de Santa Devota a depositar su ramo. Y la feliz pareja recorrió en un Rolls Royce descapotable las calles de Montecarlo.
En el menú del banquete los invitados degustaron salmón, caviar, pollo, huevos en gelatina y langostas. Y la tarta nupcial era de seis pisos.
VESTIDO DE NOVIA
El vestido de novia de Grace Kelly fue obra de Helen Rose, la encargada de vestuario de la MGM (ganadora de dos Oscar) que trabajó durante dos meses junto a 36 costureras. Un vestido de falda abullonada de encaje de punto rosa, seda y tafetán; y un ajustado corpiño con un velo de tul que medía 90 metros. El cuello y las mangas de encaje de Bruselas y centenares de perlas cosidas por todo el conjunto.
La novia lució una tiara decorada con flores de azahar talladas en brillantes y adornadas con perlas.
Las damas de honor de Grace Kelly llevaban un vestido de color amarillo pálido imitando la abotonadura del propio traje de novia de la Princesa.
El Príncipe Rainiero se casó con traje de gala y todas las condecoraciones en la pechera.