Cada cáncer es un mundo, algunos se tratan pero no se curan
El cáncer de mama es uno de los más recurrentes en la mujer, cada año se detectan en España unos 26.000
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Cada caso de cáncer es un mundo. El cáncer de mama es uno de los más recurrentes en la mujer, cada año se detectan en España unos 26.000. El año pasado fuero casi 33.000 y es que los diagnósticos se han disparado un 30 por ciento en los últimos 6 años. También han aumentado las posibilidades de sobrevivir y mejorado los tratamientos pero no todos los tumores son erradicables y entre los que no se curan está el cáncer de mama metastásico.
¿Qué es el cáncer de mama metastásico? Es aquel que ya en el primer diagnóstico está además de en la mama en otros órganos, es decir, está ya en estado avanzado o al cabo de un tiempo de un año, dos o cinco las células cancerígenas se difuminan a otras partes del cuerpo que normalmente y se afectan normalmente en el cáncer metastásico los huesos, el hígado, los pulmones y el cerebro".
Metástasis, es cierto, no no suena bien y, sin embargo, no es significado de muerte.
Lo explica a COPE Amelia Nerín que lleva 11 años haciendo frente a las consecuencias de un cáncer metastásico que en su caso le afecta a los huesos y a la piel.
Acaba de someterse a una operación para extraerse los ovarios en principio de forma preventiva pero también allí le detectaron la enfermedad.
Pese a ello tiene una buena calidad de vida que incluye eso sí frecuentes visitas al hospital en este momento cada dos semanas. Pero no siempre es el caso ya que todo depende de los órganos afectados y del avance de la enfermedad.
Lo que es común en todos los cánceres metastásicos es que, de momento, no tiene cura. Y un tercio de los cáncer de mama evolucionan hacia estadios avanzados de la enfermedad.
¿Cómo se vive con un cáncer de vida metastásico?
Para Nerín lo que sucede a medida que pasa el tiempo es que "aprendes a priorizar". "No sabes lo corta o larga que va a ser tu vida pero tampoco lo sabe nadie" asegura. A su juicio "saber que tu vida está amenazada te hace vivir de otra manera, con más intensidad, disfrutando más de las cosas, saboreando el crecimiento de tus hijos, las quedadas con amigos, te hace como agarrarte más a la vida que tienes y sentirla de otra forma”.
Tiene ahora 53 años y vive todo lo a tope que le es posible. No se siente sin embargo del todo identificada con la marea rosa que todo lo inunda y que copa portadas y atención mediática por ejemplo en el Día Mundial Mundial de lucha el Cáncer de Mama. Amelia reivindica su derecho a a llorar, a que no la llamen superviviente.
"Tenemos muchos momentos de bajón eso por supuesto. Se dice que si somos heroínas que si somos muy luchadoras y muchas veces nos vamos aguantando las ganas de llorar y la tensión. Oímos tantas veces tienes que ser optimista o fuerte que esto lo vas a superar. Sabemos que no lo vamos a superar” asegura.
Y es que a Amelia y a otras mujeres no les gusta que les pongan de ejemplo porque ella asegura “no es ninguna superviviente” y decírselo a quien tiene un cáncer de mama metastásico es cargarle de una responsabilidad que no puede cumplir. La lucha en su caso más que frente al tumor es una batalla por ganar tiempo con la mayor calidad de vida posible.
Además de cuidarse a Amelia le preocupa el trato hacia las personas con cáncer de mama metastásico. Y es que falta conocimiento sobre este cáncer avanzado y también comprensión emocional de su impacto. No siempre es fácil animar y para ayudarnos Amelia ha participado junto en la elaboración de un diccionario bajo el título “Una palabra. Una mujer. Una vida” en la que da algunas orientaciones sobre lo que es y no es adecuado.
Este es el resumen de esta guía de apoyo a las personas con cáncer metastásico que ha editado la farmaceútica Pfizer.
-Interesarse por su salud, no referise a “lo tuyo” sino directamente a la enfermedad y a su control. No evitar hablar del tema ni evitar a la persona afectada.
-No calificar a quienes lo sufren de héroes o supervivientes ni de valientes o fuertes. La lucha es por vivir lo máximo posible con la mayor calidad de vida pero el cáncer de mama metastásico no tiene cura. Es imposible vivir esta situación sin altibajos emocionales.
-Dar espacio a las personas que lo sufren, no acogotar.
-No decir no te preocupes sino entiendo lo que estás pasando y si necesitas algo ya sabes donde estoy e incluso aportar herramientas que puedan ser útiles como el apoyo psicológico profesional.
-No decir pero si tienes muy buen aspecto, ninguna persona debe verse obligada a justificar su enfermedad.
-No hablar de invasión sino de extensión del cáncer.
-Si no sabes que decir, un abrazo es casi siempre un buen apoyo.
Y todo porque las mujeres con cáncer de mama metastásico pueden llevar una vida plena y feliz y porque nosotros podemos y debemos contribuir a ello.