Casi 1 de cada 2 adolescentes están conectados pasada la medianoche

El uso masivo de nuevas tecnologías desde edades cada vez más tempranas comporta riesgos para los menores. A las chicas les gustan más las redes sociales y a los chicos los juegos pero cada vez es también mayor la frecuencia de uso del dispositivo incluso a horas intempestivas. Según los datos recopilados por la Universidad Internacional de Valencia, la mitad de los adolescentes están contectados pasada la medianoche.

Es algo que según el coordinador del informe Victor Villanueva les sitúa “fuera del control parental están accediendo a una serie de páginas y contenidos que les ponen en riesgo. Y generalmente se suele hacer en esas franjas horarias”.

Entre los riesgos a los que se exponen los adolescentes y también los niños figura el sexting o lo que es lo mismo recibir mensajes de contenido sexual.

A las chicas les gustan más las redes sociales y a los chicos los juegos

Dos de cada diez niños de 11 y 12 años y casi la mitad de quienes tienen 15 o 16 años han recibido mensajes con contenido sexual, la mayoría con mensajes instantáneos y en menor medida por redes sociales. No siempre los envían otros menores, a veces proceden de la industria de la pornografía y en ocasiones son adultos que se hacen pasar por niños o adolescentes, un delito que se conoce como grooming.

Otro peligro es el juego online, con fuertes reclamos y bajo control del sector, y la propia adicción que generan las nuevas tecnologías.

Proteger a nuestros hijos pasa por poner en marcha estrategias en la familia y en la escuela

Proteger a nuestros hijos pasa por poner en marcha estrategias en la familia y en la escuela. Los padres deben acompañar a sus hijos en su iniciación en Internet y enseñarles a hacer un uso seguro y responsable acorde con su edad. También es preciso, subrayan los expertos, vigilar el tiempo de conexión y los horarios y “hacer un seguimiento del registro de sus actividades en Internet”.

Implica tiempo pero unos quince minutos diarios bastan según los expertos para detectar a tiempo posibles problemas. Es además una oportunidad para conocer mejor a nuestros hijos y hablar con ellos de los temas que les interesan o sugerirles otros en los que profundizar.