Baja el consumo de alcohol en España: Menos botellones y 'atracones' entre menores
Casi 8 de cada 10 españoles han bebido alcohol en el último año, sin embargo el consumo intensivo ha disminuido
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Casi 8 de cada 10 españoles han bebido alcohol en el último año, sin embargo el consumo intensivo ha disminuido en casi tres puntos con respecto a la anterior encuesta bianual sobre alcohol y drogas.
En cuanto a los jóvenes, 7 de cada 10 confiesan consumirlo, pero también se observa un descenso de dos puntos y medio en el número de menores que participan en botellones. Y una tendencia que parece consolidarse es la disminución de chavales que practican el atracón: un 13% en los últimos 15 años.
Según los últimos datos del INE, en España hay tres millones de alcohólicos. Esta es la sustancia más consumida en nuestro país, por encima del tabaco y de las sustancias ilegales.
Bebemos por ocio o para socializar
Así se constata en la encuesta bianual que realiza el ministerio de Sanidad: la mitad de las mujeres y el 53% de los hombres afirman hacerlo porque es divertido y anima las fiestas.
Agustín empezó a beber a los 14 años, más o menos, allá por los años 70, cuando empezó a trabajar. Lo hizo “porque era muy tímido, entonces eso me liberaba, me hacía ser una persona que me gustase más, me ayudó muchísimo a relacionarme, empecé a beber para quitar miedos, complejos y todo lo que arrastraba y me sirvió en aquel momento”. Salía con sus jefes a tomar algo al bar de al lado y “me tomaba un vino con gaseosa, era casi lo normal. Me daba euforia. Al principio lo aguantaba bien sin emborracharme, pero prácticamente bebía todos los días. Ese fue el problema”.
Se montó su empresa, se casó, tuvo dos hijos y ya en la treintena empezaron los problemas. “Tuve uno muy gordo con mi familia, fui al médico y dejé de beber”, pero a los cinco años más o menos volvió al alcohol.
“Pensé que era capaz de controlar mi forma de beber, que podía controlar el alcohol -reconoce- durante muchos años me estuve auto engañando y cuando se apoderó de mi, no podía dejar de beber, aunque no me emborrachara, buscaba ese puntito del que siempre hablamos, y va a más, incluso bebiendo menos mi estado de animo mi forma de ser, cambiaba. El alcohol me dejó solo, porque la familia no me abandonó, pero yo quería estar solo, quería beber, quería morir... no se, era una locura total”.
La franja de edad en donde la encuesta señala a más bebedores intensos está entre los 15 y los 34 años. Un 66% confiesan en la encuesta haberse emborrachado alguna vez el el último año.
“Yo era un niño con bigote”
Agustín era entonces un hombre con responsabilidades pero su comportamiento era el de un adolescente. “Fue un desastre me convertí en un niño con bigote, no quería preocupaciones, no quería responsabilidades, era un egoísmo extraño”.
En aquel momento, su entorno pensaba que había dejado el alcohol “y lo que hacía era desplazarme a otros barrios, bebía en sitios que no me conocieran, intentando controlarlo, intentando guardar el tipo. El alcohol me dejo solo, así estuve durante años”.
Fue su mujer la que le sugirió que buscara ayuda en alcohólicos anónimos. Nos confiesa que fue con muy poca fe. A la asociación acudió durante más de dos años “con apetencias diarias, con ansiedad terrible, entré en una depresión muy profunda, pero seguía sin beber. Luego continué con la medicina, me tomé el tratamiento, atendido por psicólogos y psiquiatras, y fui saliendo poco a poco y hoy estoy encantado de la vida”.
Pero su adicción no le ha salido gratis. Tuvo una perforación de estómago muy grave, luego le dio un infarto. De la depresión que padeció le ha quedado ansiedad, que va controlando sin medicación.
Pero está psicológicamente machacado porque “yo nunca maltraté físicamente a mi mujer y a mis hijas, pero está muy claro que aguantar a un alcohólico en casa durante años tiene que ser terrible, y eso es algo que me queda y me duele, me duele terriblemente”.
16 años y medio, la edad media de inicio en el consumo de alcohol en España
Tres de cada 4 jóvenes entre los 14 y los 18 años ha bebido alcohol en el último año, y el 27% lo ha hecho de forma rápida e intensiva, es decir, por atracón.
Desde FAD Juventud, que trabajan para prevenir estas conductas en los menores, nos dan un dato alentador: en los últimos 25 años, se han descolgado de esta práctica terrible un 13% de los jóvenes.
En 2008 eran el 41% de los menores entre 14 y 18 años, en 2022 la cifra está en el 27%.
Beatriz Martín Padura, la directora general es prudente a la hora de valorar aunque reconoce que “las tendencias en general si miramos los últimos 30 años van a la baja. Se redujo en los años de pandemia porque es verdad que estos consumos están muy relacionados con el ocio y la sociacización. Pero hay que mirar los datos de 2023 para ver si esta tendencia a la baja se mantiene”.
Preocupa en la FAD Juventud la alta aceptabilidad social, y el hecho de que no se sea muy contundente desde el punto de vista legislativo para reducir el acceso al alcohol y la disponibilidad sobre todo a menores”.
Los tiempos de Agustín eran otros. Pero no tan distintos. Ha recuperado su vida, es feliz, ayuda a otros... pero en el alma sigue pesándole cada día el dolor que causó, las heridas perdonadas que infringió a sus personas más queridas, la arrogancia de pensar que podía controlar una adicción, y la soledad buscada para consumir lo que estaba consumiéndole.