Comer fuera de casa engorda tanto que los expertos piden que se tomen medidas
Siete de cada diez personas no piden verdura como plato principal y seis de cada diez ni siquiera de acompañamiento
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Antes era la excepción pero ahora es la norma. Ocho de cada diez personas hacemos al menos una de las tres comidas principales del día fuera de casa y esto acaba pasándonos factura cuando nos subimos a la báscula. Y todo porque según los expertos ni lo que pedimos ni lo que nos ofrecen es siempre lo más saludable y por ello insisten desde la Sociedad Española de Obesidad (SEEDO) es preciso tomar medidas para mejorar los menús y concienciarnos de lo que es mejor y más saludable pedir en bares y restaurantes
Todo porque en su último estudio constatan que siete de cada diez personas no piden verdura como plato principal, seis de cada diez ni siquiera de acompañamiento según el último informe de la Sociedad Española de Obesidad. Una carencia en nuestra dieta, la de verduras y hortalizas, que aumenta hasta un 43 por ciento el riesgo de obesidad, un 20 por ciento el pedir sistemáticamente postres dulces y casi un 18 por ciento desayunar a diario fuera de casa.
Mucho más explican los expertos en obesidad de la predisposición genética que no supera el 15 por ciento. Similar impacto y no por motivos hereditarios tiene tener un amigo obeso o con exceso de peso por la tendencia a compartir malos hábitos, un 12 por ciento.
De hecho y según Susana Monereo, secretaria de la SEEDO, “a pesar de que está más extendida la creencia de que la obesidad tiene un fuerte componente genético, el 63 por ciento de las personas obesas tienen algún amigo obeso frente al 26,2 por ciento de la población con normopeso”.
Y la clave son de nuevo, los hábitos saludables y nuestro día a día en lo alimentario unido al ejercicio físico que practicamos también cuando comemos fuera de casa. Y es que solo dos de cada diez personas con obesidad piden siempre o casi siempre verdura o ensalada como plato principal en los bares y restaurantes frente a tres de cada diez de quienes no tienen problemas de peso. Y como acompañamiento lo piden el 15 por ciento de los obesos frente a un 40 por ciento de las personas con normopeso.
Lo mismo sucede con la fruta. 4 de cada 10 obesos siempre piden un postre dulce en lugar de fruta frente al 25 por ciento de las personas con un peso normal. Solo el 8 por ciento de los obesos pide siempre o casi siempre fruta frente al 20 por ciento de las personas que están en su peso. Y los motivos detrás de esta elección varían, están los gustos de cada uno pero también lo que nos ofrecen. Cuatro de cada diez obesos dicen que si no toman verduras o frutas es porque no está en la carta.
En la SEEDO están al habla con el sector de la restauración. Acaban de presentar en Madrid Fusión, el decálogo de la gastronomía saludable en el que abogan por incluir verduras, hortalizas o legumbres en 1 de cada 4 primeros platos y carne magra y pescado en al menos 1 de cada dos segundos platos además de fruta en la oferta de postres además de informar de las calorías totales y ofrecer medias raciones.
Todo porque muchas veces no somos conscientes de que tenemos un problema. De hecho más de la mitad de las personas con unos kilos de más creen que su peso es el adecuado. El 54,6 por ciento de las personas con sobrepeso piensan que están en la media y un 7,3 por ciento considera incluso que está delgada. Los expertos piden tomar medidas fiscales para abaratar frutas y verduras para que “la fruta no salga diez vez más cara que comprarse una palmera de chocolate”.
Todo para combatir el sobrepeso antes de que se convierta en la obesidad, una enfermedad de las más difíciles de tratar y según el presidente de la Sociedad Española de Obesidad (SEEDO), Francisco Tinahones, “el gran problema al que se van a enfrentar los sistemas de salud en los países desarrollados”.
Todo porque si nos dejamos llevar y no equilibramos nuestra dieta- con al menos 2 raciones al día de verduras y hortalizas, 3 piezas enteras de fruta, 2 ó 3 raciones de leche o yogur y lo complementamos con proteínas (carnes, pescados, huevos, legumbres) y con cereales y patatas- “podemos engordar entre 2 y 4 kilos de media por año”. El peso se va acumulando y “bajar 40 o 50 kilos es una misión complicada” reconocen tanto Tinahones como Monereo. Exige mucha disciplina, lleva tiempo, aseguran, y, en este momento, ninguno de los tratamientos está incluido entre los que financia la Seguridad Social.