¿Cómo afecta el buen tiempo a la contaminación?

El potente anticiclón que tenemos sobre el sur de Europa está dejando escenas, ya no primaverales, sino veraniegas en toda la península. Lugares del norte de España donde lo normal sería que estuviese nevando, están alcanzando temperaturas de hasta 26 grados.

No mentimos si decimos que todos estamos empezando a darnos cuenta de que algo no va bien. Además, a parte de ser raro y antinatural, es contraproducente para la contaminación de las ciudades. Con altas presiones como en la que estamos inmersos, los niveles de polución aumentan y ponen en jaque a las grandes urbes.

En Madrid, este martes se activaba el protocolo anticontaminación en su primer escenario. Una situación que se espera que se alargue durante el resto de la semana por las pocas posibilidades de que exista un cambio meteorológico.

Otro caso preocupante es el de Barcelona. La Consejería de Territorio y Sostenibilidad de la Generalitat ha activado un aviso preventivo por contaminación atmosférica en los 40 municipios de la conurbación de Barcelona, "debido en buena parte al incremento de la movilidad asociada al Mobile World Congress (MWC)".

Pero no solo es cosa de las grandes ciudades. El Gobierno regional de Asturias ha decidido estes lunes activar el protocolo de actuación ante episodios de contaminación del aire en Oviedo y Gijón en el nivel 1, al superarse los límites de las partículas en suspensión y ante la previsión meteorológica de una ventilación desfavorable para los próximos días. 

El aumento de la movilidad y la ausencia de lluvias y viento por el anticiclón impiden que se dispersen las partículas. Además, si a esto le sumamos el avance de una masa de polvo africano por el oeste peninsular, se dan todos los factores para que la contaminación esté por la nubes (y nunca mejor dicho).

RECOMENDACIONES

En caso tan extremos como el actual, se recomienda a los ciudadanos realizar los trayectos a pie o con bicicleta escogiendo calles poco frecuentadas por el tráfico, utilizar el transporte público, reducir los desplazamientos con vehículo privado, utilizar el coche compartido y realizar una conducción eficiente.

En caso de disponer de diferentes vehículos, llaman a utilizar el que tenga las emisiones más bajas, así como regular la climatización de los hogares bajando la temperatura del termostato y asegurarse del buen funcionamiento de las calefacciones fósiles, así como de los filtros y captadores de cenizas.