Se va la covid-19 y repunta la automedicación en España
Los expertos, preocupados en COPE tras detectar que el 24% de los españoles se automedica y el 43% acude a Internet para auto diagnosticarse de enfermedades como la COVID
Madrid - Publicado el - Actualizado
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La pandemia nos volvió más responsables a la hora de cuidar nuestra salud y eso ayudó a reducir prácticas tan peligrosas como la automedicación sin supervisión de un profesional médico. Sin embargo, con la progresiva vuelta a la normalidad ha repuntado hasta el 24% el número de españoles que se automedica (1,3% más que en 2020) y un 43% acude a internet para auto diagnosticarse (18% más que en 2020), como demuestra el IV Estudio de Salud y Estilo de Vida Aegon.
El ejemplo más claro y reciente lo encontramos en la utilización de antibióticos y otros medicamentos sin prescripción médica para reducir los síntomas de la infección por coronavirus SARS-Cov2, como el dolor de garganta o la mucosidad, y las graves consecuencias que puede tener para la salud.
La Dra. Nieves López Fresneda, jefa de Servicio de Medicina Preventiva y Gestión de Calidad del Hospital Gregorio Marañón de Madrid y profesora de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR) explica en COPE que automedicarnos “puede complicar el desarrollo de enfermedades como la COVID”.
ANALGESICOS, ANTIBIÓTICOS Y ANTIDEPRESIVOS
Repunta la cantidad de españoles que prefieren automedicarse, pero lo que no ha variado es el tipo de medicamentos más consumidos sin prescripción: son de tipo antiinflamatorios/analgésicos (76,9%), seguido de antibióticos (12,9%) y ansiolíticos y/o antidepresivos (11,1%).
Dr. José Miguel Cisneros, director de la Unidad de Enfermedades Infecciosas, Microbiología y Medicina Preventiva del Hospital Universitario Virgen del Rocío lamenta en COPE que “nuestro país se encuentra en el primer lugar del mundo en consumo de antibióticos sin ninguna causa epidemiológica que lo justifique y a la cabeza de Europa en resistencias bacterianas”.
Esta circunstancia impide tratar a los pacientes con infecciones por alguna de estas bacterias que ya son pan-resistentes y que dificultan, por ejemplo, un trasplante de órgano o la quimioterapia contra el cáncer.
La Dra. López Fresneda, profesora de la Universidad Internacional de la Rioja, ve “muy complicado automedicarse con antibióticos en España porque las farmacias nos deberían pedir siempre una receta médica para dispensarlo y esto ocurre porque no todos los antibióticos sirven para todo tipo de infección. Además, el consumo indiscriminado de antibióticos puede provocar una resistencia en el organismo desarrollado por las propias bacterias de manera que esos antibióticos dejan de hacer efecto. Este asunto se ha convertido en un reto de salud pública global e internacional, con estrategias de prevención”.
EFECTOS DEL DR. GOOGLE
En la actual situación de crisis sanitaria provocada por la COVID, un 17% de los encuestados alegan automedicarse y auto diagnosticarse por internet para no tener que soportar largas listas de espera hasta que les ve un médico, pero esto puede tener resultados muy negativos para el paciente. Otro 40% afirman que se automedican porque ya saben lo que les va a decir el médico y 36% atribuyen esta falta de orientación profesional a que se trata de enfermedades que no se consideran graves.
Son explicaciones de los encuestados, que no justifican las posibles consecuencias de esta mala práctica. De hecho, la Dra. López Fresneda nos recuerda en COPE que “la automedicación, incluso para procesos leves como un catarro o una infección COVID leve puede producir interacciones medicamentosas serias. Un ejemplo lo vemos con los antinflamatorios como el Ibuprofeno, que puede llegar a producir un broncoespasmo en pacientes asmáticos. Si este antinflamatorio lo combinamos con corticoides, que hacen que aumente el riesgo de una úlcera intestinal”.
Se ha convertido en algo de lo más habitual confirmar el tratamiento que te ha puesto tu médico a través de la red y luego alarmarnos porque lo que encontramos nos lleva a una mayor confusión.
Por ese motivo, dos de cada tres médicos aseguran haber tenido que ayudar a sus pacientes alertados por algún engaño sobre salud en internet. Son bulos que les llegan a través del WhatsApp, de las redes sociales o cuando buscan información en webs equivocas al salir de la consulta de su médico, según el estudio elaborado por Doctoralia y el Instituto #SaludSinBulos.
Los propios médicos conocen esta tendencia generalizada entre los pacientes a fiarse del “Dr. Google” y a consultar información en páginas web o redes sociales antes de asistir a la consulta. Por eso, la epidemióloga Nieves López cree que “es importante discernir si la página que estamos visitando contine información veraz y científica. Deberíamos ser críticos porque toda la información médica y de enfermería y buscar en las webs de las Sociedades Científicas o de pacientes de las distintas enfermedades, además de las páginas oficiales del Ministerio de Sanidad y las CCAA”.
El problema está, nos dicen en COPE, en que puede perjudicar nuestra salud física y mental, ya que puede crear una obsesión por realizar consultas constantes, favoreciendo el trastorno de hipocondría.
CONSULTAS ONLINE
Los facultativos han empezado a “prescribir” webs científicas y de confianza en sus consultas para hacer frente a la desinformación que circula por internet. Son las páginas de internet que creen que debe consultar sus pacientes que se considera ya uno de los mejores remedios contra esta práctica y a la que habría que añadir las consultas online para facilitar que estos pacientes acudan a su médico.
La posibilidad de recibir consejo profesional en cualquier momento y lugar ha convertido a la telemedicina en un modelo de atención sanitaria que cobra cada vez más relevancia.
Por ese motivo, la jefa de Servicio de Medicina Preventiva y Gestión de Calidad del Hospital Gregorio Marañón cree que “la telemedicina llegó a España con la COVID-19 para quedarse. Es una herramienta que hace que aumente la accesibilidad de las personas con enfermedades crónicas que necesitan visitas médicas con frecuencia, aunque no siempre con exploración presencial. Durante la pandemia también se implantaron las consultas telefónicas que se extendieron a las especialidades como la reumatología o digestivo y son de gran utilidad. Están aquí para quedarse”.
Así lo refleja el estudio ‘Cigna 360 Well-being Survey’ que demuestra que más de la mitad de los encuestados (55%) prefiere acceder a consultas médicas virtuales para obtener asesoramiento en cuestiones de salud general.