Cuando tu padre es el asesino de tu madre: situación de los menores huérfanos
Desde 2013 son 264 menores los que se han quedado huérfanos debido a la violencia machista, que ha acabado con la vida de 1.019 mujeres desde 2003
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En España, cuatro menores se han quedado huérfanos cada mes por culpa de la violencia machista. En lo que va de año, el total ascidente ya a 33 según datos oficiales. Son los hijos de Sandra y Alba, las mujeres asesinadas en Valga (Pontevedra) y Ciudad Lineal (Madrid), que vieron cómo sus padres acababan con la vida de sus madres, en un caso a tiros y en otro a navajazos. También los de Leonor, Rebeca, Sheyla, María, Silvia o Irene, asesinadas por los que fueron sus compañeros sentimentales junto a otras 36 mujeres este año.
En este momento, los huérfanos tienen que aprender a vivir no solo con la ausencia de su madre, también con la cruz de que el asesino es su padre. "Lo primero que viene es un shock emocional; lo segundo, una gran dificultad para abordar lo que ha acontecido: pierden a su madre, pero también a su padre; lo tercero, supone la adaptación a una nueva familia, a un nuevo entorno; lo cuarto, es interiorizar por qué a mí, por qué me ha sucedido a mí. Ahí pasarán un largo tiempo. Cuando ya son adolescentes es posible que se formulen una pregunta, aunque no la expresen hacia fuera: pensarán si la violencia de género es una herencia, si el día de mañana podrán hacer una barbaridad así; ya jóvenes se van a preguntar la respuesta a un dilema: ¿voy a ir a la cárcel a ver a mi padre, porque es mi padre, porque quiero quererlo, o no porque mató a mi madre y lo aborrezco? ¿Me olvido de él para siempre o entro en contacto con él?", explica el psicólogo Javier Urra sobre el "trastorno de estrés postraumático" que desarrollan los hijos de las mujeres asesinadas.
El primer defensor del menor de la Comunidad de Madrid y uno de los expertos del Pacto de Estado contra la Violencia de Género explica a COPE.es que "estos son los pasos que lógicamente van a vivir a lo largo del tiempo". Aunque depende de la edad, del carácter de cada niño, del entorno, de si vio cómo asesinaban a su madre o no, "el día de mañana podrán ser felices y podrán tener una relación sana y ser buenos padres. Esto no se hereda. La respuesta categórica es no", afirma Urra, aunque la huella es "indeleble".
¿UN MALTRATADOR PUEDE SER UN BUEN PADRE?
El Tribunal Supremo ha fallado que "repugna legal y moralmente mantener al padre en la titularidad de unas funciones respecto de las que se ha mostrado indigno, pues resulta difícil imaginar un más grave incumplimiento de los deberes inherentes a la patria potestad que el menor presencie el severo intento del padre de asesinar a su madre". Sin embargo, según refleja el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) en el Informe Trimestral sobre Violencia de Género de 2019, los jueces han suspendido la patria potestad a los padres agresores en el 0,3% de los casos, la guarda y custodia en el 4,7% y el régimen de visitas en el 3,7%.
Según explica Urra, hasta que no tengan "madurez suficiente, entre los 18 y los 21 años, es impensable que los menores huérfanos vayan a la cárcel" a ver a sus padres. "Antes de este momento no deben entrar en contacto con los agresores".
Una opinión compartida por Sonia Rodríguez, psicóloga forense y socia de Psicolegalmente. "En términos generales, no es positivo para los niños entrar en contacto con sus padres ya que pueden proyectar en ellos actitudes violentas. Exponerlos a revivir una situación traumática no es beneficioso. Hay que evitar sufrimientos innecesarios". La experta explica que los menores huérfanos pueden desarrollar lo que se conoce como "parentificación", esto es, que se conviertan en los cuidadores de los agresores y asuman el rol de padres, lo que podría llevarlos a proteger a los asesinos de sus madres.
Pese a ello, Rodríguez puntualiza que antes de tomar una decisión "hay que valorar al menor y a su entorno, siempre prevaleciendo su interés superior". La psicóloga puntualiza que los niños tienen "plasticidad cerebral y que en los primeros años de vida el cerebro puede absorver los conocimientos a una velocidad que no va a volver a alcanzar. Es positivo que en ese momento se fomenten en ellos principios de igualdad, de respeto o los cimientos para construir relaciones sanas".
LAS NECESIDADES SIN CUBRIR DE LOS HUÉRFANOS
Hasta el pasado 3 de marzo, cuando entró en vigor la Ley 3/2019 de mejora de la situación de orfandad de los hijos de las mujeres asesinadas, muchos menores se quedaban excluidos de la pensión si sus madres no habían cotizado. En febrero, y tras dos largos años de tramitación, el Congreso aprobó la subida de la pensión de orfandad, que pasa de los 140 euros a un mínimo de 600. Una cantidad que recibirán hasta la mayoría de edad o, en el caso de que sigan estudiando, hasta los 25 años.
La Asociación de Atención a la Mujer y Centro de Día Plaza Mayor denuncia que apenas existen ayudas para los familiares que pasan a ocuparse de los menores huérfanos, generalmente los abuelos maternos, que también sufren la pérdida de una hija. "Hay abuelos o tíos que de la noche a la mañana se ven con dos o tres niños a su cargo que tienen que cuidar, educar o alimentar" y que no tienen ningún tipo de ayuda, explica Ascensión Iglesias, su presidenta.
Por eso, dice que "la violencia machista, aunque se ejerce contra una mujer, afecta a todo su entorno, especialmente a los hijos, que son víctimas directas". Asimismo, lamenta que los poderes públicos no hayan diseñado protocolos específicos para llevar a cabo un seguimiento de los hijos y de los familiares de las mujeres asesinadas. Tampoco una "bolsa mínima de dinero" para atender estas situaciones "de forma inmediata".
CUALQUIER MUJER PUEDE SUFRIR VIOLENCIA MACHISTA
"La violencia de género puede afectar a cualquier mujer con independencia de su estatus social, nivel de estudios, etnia, religión, ideología o cualquier otra condición". Así se pronuncia la abogada Mercedes Guijarro, experta en violencia machista de Unaes, que advierte que "muchos casos de mujeres maltratadas aún no se conocen porque están convencidas de que son ellas las culpables" por "provocar" al agresor.
Precisamente, de acuerdo con el último informe estadístico del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) sobre víctimas mortales de violencia machista, de las 151 mujeres asesinadas entre 2016 y 2018, solo 46 (el 30,5%) habían presentado denuncia previa contra su agresor.
La experta se muestra favorable a ampliar la Ley Integral contra la Violencia de Género para incluir a víctimas colaterales como las del municipio pontevedrés de Valga. Allí José Luis Abet asesinó con arma de fuego a su expareja y a la madre y hermana de esta en presencia de sus hijos de 4 y 7 años. Sin embargo, las dos mujeres no han sido contabilizadas como víctimas de la violencia machista porque la ley solo se refiere a los casos ocurridos en el marco de una relación sentimental.
La letrada destaca la labor del Sistema de Seguimiento Integral en los casos de Violencia de Género (Sistema VioGén) del Ministerio del Interior. Se trata de una red que se puso en marcha en 2007 para llevar a cabo el seguimiento y protección de forma rápida, integral y efectiva de las mujeres maltratadas y de sus hijos en cualquier parte del territorio nacional. Además, anima a denunciar cualquier situación de malos tratos.
DENUNCIA, NO ESTÁS SOLA
Según la Memoria de la Fiscalía General del Estado del año 2018, solo se abrieron 14 expedientes por denuncias falsas en violencia de género ese año, de los cuales uno ha acabado en sentencia condenatoria y otro en sobreseimiento provisional. Los otros 12 siguen en tramitación y el que ha finalizado con una condena supone solo un 0,007 por ciento de las 166.961 denuncias presentadas el año pasado. En 2018 fueron 49 mujeres las que murieron a manos de sus parejas o exparejas, 8 menores fallecieron con ellas y 40 niños quedaron huérfanos, frente a los 26 de 2017, según datos oficiales.
En este sentido, el Consejo General de la Abogacía Española subraya que "solo quien habla desde la ignorancia puede confundir denuncias falsas con sobreseimientos o archivos. En muchos casos las mujeres abandonan el proceso por miedo, dependencia económica, emocional en la mayoría de los casos, sin que ello signifique que la denuncia fuese falsa".
Guijarro explica que aunque el número de denuncias falsas en violencia de género es minoritario, hay mujeres que litigan con intereses espurios, frecuentemente "para conseguir la atribución de la vivienda familiar". La letrada pone el foco en los abogados que se prestan a defender estos casos y en el Ministerio Público, que debe perseguirlos porque la denuncia falsa y el falso testimonio son delitos. Además, advierte de que las denuncias falsas son responsables del cuestionamiento y de la revictimización que sufren las mujeres que conviven con la violencia machista.
El 016 es un servicio telefónico de información y de asesoramiento jurídico en materia de violencia de género del Ministerio de Sanidad. No tengas miedo, el teléfono asegura la confidencialidad de la llamada y no deja rastro en la factura, ni siquiera en la marcación de tu móvil. Denuncia, no estás sola.