¿Cuánto pesa la vocación en los futuros empleados públicos?

La pandemia ha disparado el afán opositor, con un 30 % más de opositores que en el año 2019

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¿Cuánto pesa la vocación en los futuros empleados públicos?

Sefi García

Publicado el - Actualizado

4 min lectura

Tener un puesto fijo para toda la vida es la motivación de 9 de cada 10 opositores, sobre todo conforme vamos cumpliendo años. Los jóvenes con estudios ven en esta fórmula laboral un seguro para desarrollar su vocación sin sobresaltos. Al menos así lo asegura un tercio de los opositores menores de 25 años, aunque para seis de cada 10 pesan más las condiciones laborales que supone ser funcionario público.

Son datos de III Radiografía del opositor español que ha hecho Opositatest en la que analizan cuáles son los perfiles en un momento en el que la incertidumbre económica, el alto desempleo y la enorme oferta pública de empleo, con más de 20.000 plazas, han animado a muchas personas a intentarlo.

La pandemia ha disparado el afán opositor. De hecho, el 40 % de los que se preparan llevan menos de un año en ello. Eso es un 30 % más que en el año 2019.

Los opositores de hoy serán los funcionarios de mañana, las personas que tendrán que formar a nuestros hijos, curar nuestras enfermedades, o ayudarnos a resolver trámites administrativos. Por eso vamos a ir a cuál es la razón que les está moviendo a presentarse a un puesto público.

¿Por qué preparan oposiciones los jóvenes?

La respuesta genérica es que 9 de cada 10 lo hacen buscando estabilidad laboral, el ansiado puesto para toda la vida. Pero ese porcentaje desciende con la edad. Los más jóvenes, son seis de cada 10 los que anteponen la estabilidad a la vocación. Y si nos vamos a los menores de 25 años con estudios, 4 de cada 10 esgrimen la vocación como motor principal de su decisión.

Ana tiene 23 años y se prepara para ser profesora de educación primaria. Preparará oposiciones porque cree que “es la única opción para tener un trabajo fijo en el sector, además tengo bastante claro que es a lo que me quiero dedicar toda la vida y quiero asegurarme un trabajo fijo para toda la vida”. Lo mismo piensa Estrella, educadora social para quien es la única forma de que tengamos un futuro y poder vivir decentemente”, o Inés, profesora que además entiende que “abre bastantes puertas y me da más opciones, me da tranquilidad que se puedan pedir excedencias o traslados, que me permita cambiar si lo necesito. Te da más estabilidad y más facilidades”.

El estudio señala también que el 40 % de los jóvenes que se plantean opositar no tienen experiencia laboral previa, y un tercio ya tiene menos de un año. Pero seis de cada 10 compatibilizan un trabajo, mayoritariamente a tiempo completo con el estudio.

Es el caso de Alejandro, que trabaja y al tiempo prepara las pruebas para acceder al cuerpo nacional de policía. Una situación nada fácil. Cree que “es muy duro prepararse las pruebas y más teniendo actividad laboral, y sin un poco de vocación es imposible. Pero en los tiempos que corren da un gran estabilidad económica y familiar”.

¿Cuál es la motivación de los más mayores?

Aunque el grueso de estos opositores está entre los 36 y los 50 años (son el 47% del total) seguido del tramo de edad comprendido entre los 26 a los 35 (uno de cada tres), se está dando un fenómeno reseñable. Los mayores de 50 años son ya el 12% de los opositores en nuestro país. En 2.019 no llegaban al 5%.

Luis tiene 53 años y decidió prepararse las pruebas hace tres. Siempre tuvo trabajo y empresa propia. “La cerré por razones que no vienen al caso-explica- y me encontré con que para empleos en los que me rifaban pocos años antes ya era viejo”. Es más, me lo espetó en la cara un chaval de 28 años que no se habían dado cuenta de lo viejo que era.

Tener un empleo que les permita cierta calidad de vida, estable, es el motivo de las personas que ya han cumplido los 50 años, confiesa Luis, pero en su caso, además “es la tranquilidad de mis últimos años de actividad laboral, pero sí, la motivación es que la estabilidad ahí está garantizada”.

Luis ya se presentó a una prueba, pero se quedó a las puertas de conseguir plaza directa porque le faltaban méritos. Ahora prepara otra, en una academia en Galicia. “En https://www.seforma.es/ , donde convive en clase con otros aspirantes. Nos cuenta que en su entorno “hay un 20 % más o menos de personas mayores de 45 años. Hay mucha gente de entre 30 y 40, especialmente mujeres, que han criado hijos y no han podido tener inserción laboral. Y después hay gente joven, pero no demasiada, menos de la que esperaba encontrar, y algunos 'ninis', personas que tienen ya cerca de los 30 años que no han estudiado ni trabajado nunca”.

Si volvemos al estudio, 6 de cada 10 opositores preparan dos o más (en el caso de los menores de 25 años son el 18 %), 1 de cada 4 preparan dos y la gran mayoría, el 56 %, solo una.

Luis nos ha contado que hay una explicación: la parte más compleja es común y generalmente solo hay una parte distinta en función de si son para la administración central, la autonómica o la municipal.

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