La cuarta dosis de la vacuna contra la covid: en estudio para mayores, pero no para todos
Israel fue el primer país en administrar una cuarta inmunización frente al COVID a los mayores de 60 años, Estados Unidos la recomendó para mayores de 50
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Sanidad y las comunidades autónomas estudian la posibilidad de extender la cuarta dosis de la vacuna anti-covid que en España ha recibido hasta el momento únicamente 350.000 personas, en su mayoría inmunocomprometidas o trasplantadas. Para el resto de la población, según los expertos consultados por COPE, no hay evidencia científica de que ese cuarto pinchazo vaya a ser necesario.
Israel fue el primer país en administrar una cuarta inmunización frente al COVID a los mayores de 60 años, Estados Unidos la recomendó para mayores de 50. En Chile se ofrece a los mayores de 55 años, Perú, a mayores de 70 y Brasil a mayores de 80. En Europa, Francia la facilita a mayores de 60 años, Reino Unido la ha aprobado para quienes tienen más de 75 años y Suecia a partir de los 65.
En el caso europeo, esos países se adelantaron a las recomendaciones de la Agencia Europea del Medicamemto (EMA) y del Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades (ECDC) que el pasado 6 de abril abrieron las puerta a administrar la dosis extra a los mayores de 80 años después de estudiar los datos sobre el mayor riesgo de enfermedad grave en ese grupo y la protección que brinda el nuevo pinchazo. Sin embargo, por ahora descartan extenderla al conjunto de la población.
Y todo porque asumen que el impacto de la cuarta dosis en el sistema inmune es menor que en la tercera dosis pero consideran que 6 meses después del tercer pinchazo, en la población mayor la protección sí puede estar resentirse. De hecho y según el último registro de Sanidad los mayores de 80 años presentan la mayor tasa de incidencia con 666 casos por cada 100.000 habitantes, más de 160 puntos por encima de la que presentan el conjunto de los mayores de 60 años en nuestro país. El pasado 1 de abril se sitúaba en 534 infecciones por 100.000 habitantes en los mayores de 80. La letalidad se situaba entonces en el 4,8 por ciento para el conjunto de los mayores. Ahora se ha reducido al 4,6 por ciento.
La mitad de la población española ha recibido la tercera dosis, en total, 24,6 millones de personas. En el caso de los mayores de 70 años son 9 de cada 10 los que han optado por esa inyección de recuerdo, en total 6 millones 300.000 personas según los datos de Sanidad que no detalla el número de mayores de 80 años con ese tercer inyectable, un colectivo de tres millones de personas en nuestro país.
A favor de la cuarta dosis para mayores de 80 años se declara Angel Gil, profesor de Medicina Preventiva y de Salud Pública en la Universidad Rey Juan Carlos, en especial, los que tienen varias patologías y mucha medicación porque según explica a COPE es algo que impacta en el sistema inmunitario y aumenta el riesgo de contagio y de sufrir formas graves de la COVID-19. Y lo más adecuado, añade, es hacerlo con las vacunas de ARN, es decir, Pfizer o Modernal.
Considera que, en cambio, para el resto de las personas no estaría justificado: “si pudieramos emplear una cuarta dosis en el conjunto de la población lo interesante sería hacerlo con las nuevas vacunas que incorporan ya las cepas de las nuevas variantes. Están ya en la fase III de los ensayos clínicos pero aún no están terminados. Creo que de aquí a tres meses podremos tener información de esos ensayos”. Tampoco Amos García, al frente de la
, recomienda extender a todos los adultos como se hizo con la tercera dosis, el cuarto inyectable.
“Lo que hay que hacer es completar la pauta los que aún no lo hayan hecho ya que en este momento no hay evidencia de que sea eficaz administrar una revacunación para todos. Previo a esto tenemos que tener en cuenta que los países en desarrollo necesitan vacunarse al menos con una dosis. Con tres dosis hay que presuponer que estamos bien protegidos. A día de hoy no hay nada que indique la necesidad de una cuarta dosis salvo para las personas que tengan problemas con su sistema inmunitario” afirma García.
En niños también se descarta
También en niños y adolescentes es prematuro hablar de un booster que en su caso sería la tercera vacuna. 4 de cada 10 niños de 5 a 12 años han recibido ya dos dosis de la vacuna. Casi el 95 por ciento de quienes tienen entre 12 y 19 años tienen ya la doble pauta.
Ángel Hernández Merino es miembro del Comité Asesor de Vacunas de la Asociación Española de Pediatría (AEP). Cree que hay margen para evaluar la necesidad de una tercera dosis en niños sanos y de una cuarta dosis en adultos porque “la inmunidad mediada por anticuerpos cae, pero la mediada por células no cae y dura más. Cada contacto con el virus favorece también la inmunidad natural así que la pertinencia de esas dosis extra va a depender de la intensidad de la circulación del virus y la probabilidad de tener contactos esporádicos más o menos frecuentes con el virus”.
Tampoco ven claro una vacunación anual de COVID
Para los expertos consultados por COPE tampoco está nada claro que vayamos a vacunar de COVID como lo hacemos con la gripe una vez al año en otoño a pesar de lo mucho que se ha hablado de esta posibilidad desde que se administraron las primeras vacunas para hacer frente a la pandemia.
A juicio de García “no hay evidencia suficiente que nos indique que sea necesario vacunar de forma anual o regular pero si ese escenariose presenta, en mi opinión, vacunaríamos tan solo a la población vulnerable y no a todas las personas”.
Para Hernández “quizás sea conveniente siempre que tengamos una vacuna adecuada y eficaz frente a las variantes que vayan surgiendo que en este momento no la hay”.
No hay sobredosis vacunal
La negativa a administrar más dosis que las que ya tiene la mayoría de la población no reside en los efectos secundarios o en que esto sea perjudicial para quienes las reciben sino simplemente en que el coste es mayor que el beneficio.
“Vacunar demasiado es un concepto que no se corresponde con la realidad. Cualquiera de nosotros entra en contacto a lo largo de su vida con millones de antígenos. De modo que unos cuantos más el cuerpo está preparado para reaccionar” señala Hernández.
“El sistema inmunitario no se va a ver muy afectado por darle una cuarta dosis. Lo único es que no solo se trata de que no produzca daño sino de que además tenga sentido y, de momento, no lo tiene con la información disponible hoy” zanja García.