Cuatro de cada diez españoles toman suplementos sin receta médica

Queriendo preservar su salud se arriesgan a perderla, señalan los facultativos

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Cuatro de cada diez españoles toman suplementos sin receta médica

Carmen Labayen

Publicado el - Actualizado

6 min lectura

Casi 4 de cada 10 españoles ha tomado algún suplemento sin receta para tratar de mejorar su salud o aumentar su bienestar. La mitad de los que los consumen buscan aumentar su concentración o mejorar su descanso. Para ello recurren mayoritariamente a vitaminas, minerales y aceites ricos en Omega 3, algo que según los expertos consultados por COPE implica riesgos si se hace sin la correspondiente supervisión médica.

Vitaminas, minerales, ácidos grasos, probióticos, extractos de plantas, batidos, barritas, geles, sustitutivos de comidas: la lista es larga y también el posible impacto de estos productos a los que recurren a menudo 7 de cada 10 españoles; la mayoría de ellos sin receta médica buscando mejoras de salud, tener más energía o bajar de peso. España está, de hecho, entre los países que más complementos alimenticios consume junto a Dinamarca y Estados Unidos.

Es algo que según insisten los profesionales con los que hemos hablado implica riesgos porque como subrayan “ningún producto es inocuo” y, porque, en muchos casos, los consumidores no conocen bien ni la letra pequeña ni cómo pueden interactuar con otros medicamentos que puedan estar tomando.

“El exceso de vitaminas se puede acumular en nuestro organismo y provocarnos una hipervitaminosis; también el suplemento de calcio o el de hierro y lo mismo ocurre con las proteínas que filtramos por el riñón y que en mayores dosis que las que necesitamos son contraproducentes. Todos los suplementos alimentarios se metabolizan y eliminan por medio del riñón y del hígado y por eso debemos de estar seguros de que podemos tolerarlos bien, algo que debe hacer un médico” explica a COPE Laura Aliaga coordinadora del Grupo de Trabajo de Gestión del Medicamento de Semergen.

Jose tiene 56 años y es de la localidad cordobesa de Pedroche reconoce que no le gusta tomarse nada, que no le recete un médico, pero admite que a veces sí se automedica. Considera que “todos lo hacemos de vez en cuando con ibuprofeno, paracetamol o geles”. También toma, según cuenta a COPE, “algunos productos naturales para dormir o relajarme, aunque no soy mucho de vitaminas, minerales o de otros suplementos”.

Estamos ante un mercado de 12.000 millones de euros que prevé un alto crecimiento en los próximos años debido al auge del deporte, a la llamada ‘nutrición personalizada’, y al envejecimiento de la población, según el informe Uso de suplementos nutricionales en la población española” elaborado por la Fundación MAPFRE y la Academia Española de Nutrición y Dietética.

“Es muy frecuente que nos los pidan en la consulta, normalmente cuando se encuentran cansados o agotados o temen que les esté faltando algún nutriente esencial y que eso les pueda causar alguna enfermedad. Y normalmente lo que hacemos es centrarnos en explorar las causas de ese cansancio o de por qué no están comiendo adecuadamente para buscar las mejores soluciones antes de recomendar la toma de un suplemento” explica Aliaga.

De todos los complementos disponibles en el mercado, los que más se consumen en España son los que aportan vitaminas, minerales y aceites ricos en omega-3 (63%). Y según este mismo informe, dentro de las vitaminas las más populares son la D y la C. En minerales destaca la ingesta de magnesio (13%) y calcio (12%), especialmente entre personas de entre 26 y 35 años; y de omega-3 a partir de fuentes vegetales, como el aceite de onagra, lino o frutos secos, que consume el 21%, sobre todo entre los 18 a 35 años.

El multivitamínico con minerales es el complejo con vitaminas combinado con minerales que más se consume, en concreto, el 18% de la población, que lo hace de forma mensual, semanal o diariamente. Una proporción similar de los encuestados también toma probióticos (27,3%), especialmente las mujeres y el grupo de edad de entre 26 y 45 años, y el 28,6%, también mujeres en su mayoría, consume, sin prescripción, algún complemento con extracto de plantas o fitoterapia, como, por ejemplo, polen, jalea real y fibra, que suelen adquirirse en herbolarios.

A esto hay que añadir los efectos de la automedicación

Además de tomar suplementos por nuestra cuenta y riesgo, también tomamos medicamentos que en determinadas dosis no requieren de receta como Ibuprofeno, Paracetamol y Omeprazol. El 26 por ciento de los españoles se automedica, según el V Estudio de Salud y Estilo de Vida de AEGON. Una cifra que aumenta por segundo año consecutivo en 2022 y que es la más alta desde 2020. El alza afecta más además al consumo de medicamentos, que pasó de 15 al 17 por ciento en el último año que a los productos homeopáticos que permanecieron por debajo del 7 por ciento al igual que en 2021.

4 de cada 10 personas que se automedican lo hacen porque saben lo que les va a recetar el médico; 3 de cada 10 para tratar enfermedades que no se consideran graves y 2 de cada 10 para evitar las largas listas de espera para conseguir una cita o por la pérdida de tiempo durante la consulta. En cuanto a los síntomas o enfermedades a tratar sin prescripción médica, el 71,6% de los españoles que se automedica lo hace para aliviar síntomas o dolores ocasionales.

“Una automedicación a corto plazo hecha conociendo la letra pequeña del medicamento (ficha técnica), de forma puntual y ante síntomas que nos son familiares, puede considerarse autocuidado. Cuando los síntomas persisten por menores que sean siempre hay que consultar porque pueden estar indicando una patología de mayor gravedad, el plazo máximo de tomar medicamentos por nuestra cuenta es de una semana y en función de los síntomas incluso menos. El problema viene cuando no se saben utilizar bien o en pacientes con riesgo”, señala Aliaga.

Atendiendo a variables socio demográficas, el estudio recoge que las mujeres (28,3%) se automedican más que los hombres (24,9%). En relación con la edad, los españoles con edades comprendidas entre los 26 y 40 años son los que más recurren a la automedicación, representando al 31,5% de los encuestados, prácticamente el doble que los mayores de 65 años, posicionados como el colectivo que menos se automedica en España (16,9%).

Según la situación laboral, los encuestados que no trabajan se automedican menos que aquellos que tienen empleo: un 22% frente al 30,4%. Además, los encuestados sin hijos (30,6%) y las personas que viven acompañadas (27,6%) son los otros dos colectivos de españoles que más se automedican.

Según la última Encuesta Europea de Salud en España (Eese), el 15,5 por ciento de la población toma medicamentos sin prescripción. Problemas hepáticos, hipertensión o infertilidad son algunos de los posibles efectos adversos en función de qué tomamos, durante cuánto tiempo y de nuestro estado de salud.

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