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Ana Tuñas
Toda sociedad y toda forma de vida llevan aparejadas una forma salud y una forma de enfermar, asegura el director del Observatorio de Salud y Medicina Integrativa (OSMI), Tomás Álvaro, que ha apuntado que cada individuo debe saber que para tener un desarrollo favorable hay que cuidar de la naturaleza.
La propia Organización Mundial de la Salud (OMS) habla de "One Health" o una "Única Salud" para recordar que naturaleza, animales y salud humana están conectados en red y que el enfoque sanitario debe ser global.
La medicina integrativa busca poner a la persona en el centro con su sistema de vida y que, entre otras cuestiones, sepa que si quiere tener un desarrollo favorable necesita cuidar el aire, la luz, la naturaleza, los animales, lo que come, el ejercicio que hace, sus emociones y muchas otras cosas más, ha explicado lvaro.
En un contexto como el actual, marcado por los efectos del cambio climático, la contaminación y la degradación del medio ambiente, "no hay otra manera de posicionarse" y todos debemos incorporar una nueva forma de ver la salud, ya que todo influye en el funcionamiento de nuestro organismo.
El hecho de que mucha gente pase el 90 por ciento de su tiempo debajo de un techo provoca una disminución de vitamina D3 que afecta a todo: el metabolismo de los huesos, el funcionamiento de nuestro sistema inmune, la salud mental, el cáncer, etc. Además, la iluminación artificial, tiene consecuencias hormonales y, por ejemplo, afecta a la menarquía.
Formas de vida
"Todo tiene que ver con la manera en la que estamos viviendo" y, cada vez más, los médicos están incorporando una visión global a la hora de abordar la salud, aunque "no sé si al ritmo de lo que exigen unos cambios tan rápidos como a los que estamos asistiendo", según Álvaro, licenciado en Medicina y Cirugía y doctor en Anatomía Patológica, especialista en el sistema inmune.
"Se trata de que todos tomemos conciencia del momento en el que nos encontramos y de qué es lo que queremos", ha subrayado el experto, para quien, pese a la cantidad de información que existe sobre los efectos no deseados de la crisis climática, "muy poca gente está comprometida con el cambio".
Según los psicólogos, lo que de verdad tiene un impacto a la hora de introducir modificaciones en el estilo de vida no es haber sufrido, por ejemplo, las consecuencias de una tormenta o que suba el precio de los alimentos, sino que tiene que ver con nuestro sistema de creencias y las implicaciones que cada cosa tiene en su entorno más directo.
"Por eso, el punto de partida debe ser que la propia persona encuentre motivación en su ámbito más cercano. Por ahí, una persona puede encontrar motivaciones para implicarse en este cambio que para la mayoría es urgente, pero cuesta mucho, a veces por desconocimiento y otras veces por impotencia, porque uno dice, y ¿qué hago yo?".
Según Álvaro, hay muchas cosas que hacer a la hora de implicarse; desde qué compramos para comer, la energía que usamos, la manera en la que nos relacionamos con la naturaleza o la ropa que compramos.
Es crítico que el compromiso venga de dentro, a partir de ahí será cuando probablemente políticos y empresas se muevan también, según el experto, quien ha subrayado que "salud con mayúsculas" es decidir en qué tipo de sociedad quieres vivir.
"Eso va a determinar cuál es la evolución del grupo como humanidad y de cada una de las personas individuales, de ti de mi y de la persona que nos está escuchando", ha aseverado.