El drama de elegir qué carrera estudiar: "El 33% de los alumnos cambia de titulación tras el primer año"
Es frecuente encontrar alumnos de bachillerato que sufren de indecisión a la hora de escoger sus estudios. Hay varios motivos que lo explican, pero, ¿por qué es tan difícil?
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A las puertas de una nueva selectividad, llega un momento destacado en la vida de todo estudiante. Quizá sea la primera gran decisión que toman los chavales en su vida, pero en muchas de esas ocasiones resulta un drama prematuro por no saber qué escoger. Elegir una carrera puede ser una decisión de lo más sencilla, o por contra puede pasar a ser un obstáculo enorme que dificulta su crecimiento y que incluso puede derivar en problemas de salud mental. En España está mayormente preestablecido, que un adolescente debe orientar su futuro a finalizar sus estudios obligatorios, realizar el correspondiente bachiller; y a continuación, meterse de lleno en las llamadas "ferias universitarias", lugares en los que las numerosas facultades que hay en nuestro país seducen a esas criaturas hacia la "maravillosa vida universitaria".
Para otro día dejaremos el debate de si estudiar una carrera es el camino correcto para conseguir una vida plena, pero si eres de esos chicos y chicas que está interesado en acceder a una titulación, este artículo te interesa. Louan Rousseau es socio de la empresa Unigow, una startup de dos años de vida, que se dedica a asesorar, aconsejar y facilitar la elección para todos esos jóvenes que se internan al mundo universitario. Lo más curioso, es que ellos son, precisamente, estudiantes de diferentes carreras, por lo que la experiencia es de lo más personal.
Cuenta Louan que el proceso es una "elección difícil que incluso puede generar algún problema de salud mental", y es que decantarse en este tipo de disyuntivas puede resultar de muchas maneras. Hay tres tipos de estudiante, el primero de ellos, es el que tiene claro desde el primer momento a lo que se quiere dedicar en la vida. No es algo muy frecuente, pero tener la seguridad de saber a qué panorama laboral deseamos adentrarnos, es un privilegio que no todo el mundo puede tener.
Por otro lado, destacamos dos perfiles de indecisos: "existe el estudiante que duda entre varias carreras, y el agobiado que no sabe qué elegir". De hecho, hay un dato que no deja de ser reseñable, y que tendría que ser llamativo para todos, y es que "el 33% de los alumnos de una titulación, cambia de carrera en el primer año". Esto implica que ese mismo porcentaje no elige correctamente, no cuenta con una experiencia previa, y pierde un año de su vida en una especialización que no es de su agrado.
Las influencias, el peor enemigo
Las dudas y las incógnitas sobre qué estudiar radican en un problema de base, y es que en España no hay suficiente personal destinado a orientar a los muchachos; "los orientadores tienen demasiados alumnos de los que encargarse y es difícil prestarles toda la atención", cuenta Rousseau. Unido a este freno, hay dos lastres más, que son el "saber valorar cada experiencia de cada carrera y luchar contra una sociedad basada en sesgos", esto último siendo un enemigo altamente potencial.
Pero, ¿hasta qué punto afectan estas influencias? "Toda la vida hemos estado rodeados de sesgos familiares o de amistad", y es que en la mayoría de casos es frecuente encontrar "profesiones heredadas" que incluso han llegado a estar impuestas. Este caso en concreto puede derivar en frustración e infelicidad cuando el objetivo principal que deben tener todos los estudiantes, es el de ser felices con la carrera que van a desarrollar, por lo que acertar es un aspecto que pasa a ser esencial.