El error de Carmen Calvo al explicar la Ley de Memoria Democrática que la ha dejado en evidencia

Una de las primeras iniciativas del Gobierno de Pedro Sánchez fue sacar del Valle de los Caídos a Francisco Franco. Una decisión que no fue fácil de adoptar ni asimilar. Es una de las pocas cosas que Sánchez ha cumplido desde que ha llegado al Palacio de la Moncloa, y de la que ahora quiere seguir esta vía, aunque estemos en plena pandemia y no sepamos todavía cuál es la cifra definitiva de fallecidos en España por la covid-19.

Este martes se ha aprobado en el Consejo de Ministros el anteproyecto de la Ley de Memoria Democrática, y que se prevé que pase próximamente al Congreso de los Diputados.

Esta Ley, con la vicepresidenta Carmen Calvo al frente, pretende derogar la Ley de Memoria Histórica que se aprobó en el año 2007 y que se pretende eliminar por completo. Asimismo, se ha aprovechado para buscar prohibir todas las asociaciones afines, como la 'Fundación Francisco Franco', quienes ya han anunciado que seguirán diciendo lo que dicen dentro o fuera de España, sin importarle la condición en la que se encuentren dentro del territorio español.

El detalle que ha sido objeto de críticas

No en vano, la vicepresidenta primera del Gobierno ha tenido un problema a la hora de tratar explicar en qué consiste a través de redes sociales con un detalle del que muchos han hecho su crítica.

"La #LeyMemoriaDemocrática se fundamenta en los principios de verdad, justicia, reparación y garantías de no repetición. Gira en torno a la reparación integral de las víctimas de la Guerra Civil y la Dictadura y pretende cerrar una deuda de la democracia española con su pasado", decía el primer tuit.

El problema está cuando el hilo que han hecho llega hasta la fotografía de este comentario: "El #ValledelosCaídos se resignificará con fines pedagógicos. La #LeyMemoriaDemocrática reconoce el derecho de los familiares a recuperar los restos de sus ascendientes y reubicará cualquier resto que ocupe un lugar preeminente en el recinto".

La fotografía que acompaña a la información está hecha en el contexto del Batallón de Dąbrowski, un grupo formado por «fanáticos comunistas», según publicó la revista polaca Do Rzeczy en 2018. Conocidos como los «Dąbrowszczacy», fueron miembros de la Internacional Comunista que controlaba el dictador sanguinario Stalin desde Moscú. En España eran conocidos como los «Mercenarios de Stalin» en español.

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