Los errores habituales de la ITV que te pueden costar hasta 60€

Llegó el verano y llegó el momento de pasar la Inspección Técnica del Vehículo, la ITV en muchas ocasiones se convierte en un quebradero de cabeza para muchos usuarios. Usuarios que no conocen el funcionamiento mecánico de sus coches o que los tienen un poco descuidados van a la revisión con el miedo de no poder pasarla. En caso de repetir la inspección, habrá que volver a pagar todo el importa de la revisión.

El precio de la inspección depende de la comunidad autónoma en la que se haga y del tipo de combustible que lleve el vehículo, es decir, aunque pases la inspección en una determinada ciudad, el precio no será el mismo si tu vehículo es gasolina o diésel. Del mismo modo en que tampoco es el mismo en función a si el vehículo es un coche o una moto.

La página web de la ITV tiene a disposición del consumidor todos los precios en función del vehículo y la comunidad autónoma en la que se pasa la inspección:

A todos estos precios hay que sumarle la posibilidad de utilizar promociones para que la ITV no salga tan cara, estas promociones suelen aplicarse en establecimientos privados, dado que los establecimientos públicos para pasarla suelen ser más baratos.

Respecto al precio de motos y ciclomotores, la ITV también informa a sus propios clientes. La cilindrada marcará el precio ITV de moto. Las de más de 125cc serán algo más caras, mientras que el precio ITV del ciclomotor será similar al de las motos que no llegan a 125cc. La tarifa media de ITV para moto es de unos 20€, aunque las diferencias vuelven a ser abismales según donde vivas. Valencia (17,56€) y Navarra (18,78€) son las más baratas, Baleares (43,24€) y Madrid (38€) las dos más caras.

¿Cuál es la metodología de la ITV?

La ITV repasa y revisa diferentes puntos y aspectos del vehículo; matrícula, luces, motor, bastidor, retrovisores, ventanillas, bajos, escape, emisiones, alumbrado, frenos... Una vez analizan el vehículo, se emite un informe con todos y cada uno de los hipotéticos fallos que se han encontrado en el vehículo, diferenciándolos en tres grandes grupos; leves, graves y muy graves. Si el vehículo tiene fallos leves, siempre y cuando no sean demasiados, el vehículo pasará la inspección. En caso de que encuentren fallos graves o muy graves, generalmente es complicado que el vehículo la pase.

Siempre que el usuario no pase la inspección, tendrá un tiempo máximo de dos meses para repetir la prueba, que suele realizarse en el mismo centro en el que se pasó la primera vez. Es destacable, que con el tema del medio ambiente se ha puesto la ITV más restrictiva con las emisiones. En función de la antigüedad del vehículo o del combustible que lleva, es cada vez más habitual que pueda ser un problema a la hora de superar la inspección.

¿Cuáles son los fallos más habituales que deberás revisar?

Los fallos más habituales de estas inspecciones son los siguientes:

1. Ruedas: Hay que tener cuidado con el dibujo de las mismas, pues es posible que estén desgastadas, sobre todo por la cara interna. Además es importante revisar que las ruedas estén homologadas y que sea legal que el vehículo pueda llevarlas.

2. Matrículas: Es importante asegurarse de que las matrículas no estén dobladas y estén bien sujetas y atornilladas

3. Emisiones: Tal y como hemos explicado, las emisiones es un tema importante para la inspección, más aún teniendo en cuenta que la transición medioambiental. Es importante circular las horas previas a la inspección con el coche muy revolucionado para limpiarlo.

4. Retrovisores: Es importante que estén bien sujetos y que tenga buena visibilidad el cristal, en caso de estar roto, no será posible pasar la ITV.

5. Alumbrado: Es usual que haya muchos fallos leves en el alumbrado, los inspectores revisan todas y cada una de las luces, en caso de que estén fundidas se considerará un falló grave. La intensidad lumínica de las mismas también será un aspecto a tener en cuenta.