España se queda atrás en conciliación

La Ley de familias, paralizada en el Congreso, aportaba mejoras, aunque en otros aspectos fuera más cuestionable

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España se queda atrás en conciliación

Ana Palacios

Publicado el - Actualizado

6 min lectura

En apenas un mes, el 22 de julio, termina el plazo de dos meses que la Comisión Europea ha dado a España, y a otros 11 países de la Unión Europea, para implantar o remitir las alegaciones oportunas sobre las medidas de la Directiva de Conciliación, es decir, para que se incorporen al menos los mínimos establecidos desde Europa en conciliación familiar.

España alegará estar inmersa en un proceso electoral para tratar de ganar tiempo. Entretanto la Ley de Familias que aportaba mejoras, aunque en otros aspectos fuera más cuestionable duerme en un cajón por ese mismo motivo. Va a ser la Comisión europea quien decida si está justificado o no.

¿Dónde estamos?

En 2019, Europa pide a todos los estados miembros que cumplan con una serie de medidas de conciliación. Durante estos años, los países han ido implementándolas en mayor o menor medida. Ahora el último plazo se agota, y España y 11 estados tienen hasta el 22 de julio para cumplir con la normativa o de lo contrario ser sancionados.

En España se estaba tramitando un nuevo proyecto de Ley de Familias para tratar de cumplir con la normativa. La idea era presentar el proyecto, incluso como un real decreto de urgencia, para que cuando asumiéramos la presidencia de la Unión Europea estuviera todo aprobado. Pero quedó paralizado en el momento en el que se convocaron elecciones el pasado 29 de mayo. Todo queda ahora a expensas del nuevo gobierno que salga de las urnas el 23 de julio.

Para evitar ser sancionados, España alegará a la Comisión Europea la situación extraordinaria de un proceso electoral. Almudena Escorial es responsable de incidencia política de la Plataforma de Infancia: “evidentemente no vamos a cumplir con lo que se nos exige antes del 22 de julio, es absolutamente imposible porque está paralizado. Sólo nos queda que la comisión entienda nuestras alegaciones y nos dé un plazo mayor”.

¿Cuáles son las medidas que no cumplimos?

La medida que desde luego no cumplimos, ni siquiera en el proyecto de Ley de Familias, que ha quedado paralizado, es el permiso parental de 4 meses por progenitor hasta los 8 años, de los que al menos 2 meses deben ser intransferibles y remunerados. No son permisos por enfermedad del menor, sino que están pensados para cubrir por ejemplo las vacaciones de nuestros hijos, cuando no tienen con quien quedarse, explica Escorial que: “ahora mismo te puedes pedir una excedencia, pero no están remuneradas. Esto limita mucho que la gente pueda disfrutarlo, sólo está al alcance de las personas con mejor situación económica y que se lo pueden permitir”.

“Con la directiva en la mano no estamos tan mal”, María José López Álvarez, es coordinadora del Observatorio de Conciliación de Comillas ICADE y profesora de Derecho del Trabajo y Seguridad Social, cree que realmente no tenemos que hacer cambios enormes, pero si unos aspectos concretos: “con la Ley de familias nos poníamos al día con la directiva, salvo por un fleco: la retribución del permiso parental, es cierto que podemos cogernos una excedencia o reducción de jornada, pero ninguno es retribuido”.

El permiso de 5 días laborables para cuidadores, sí estaba en el nuevo proyecto de ley paralizado. En este caso, España iba a cumplir a rajatabla con la normativa europea, sin embargo, desde Plataforma por la Infancia, creen que se quedaba corto: “el permiso está pensado sólo para enfermedades graves, lo que deja fuera a la mayoría de la sociedad. Con un constipado o una gripe tú no puedes llevar a tu hijo al colegio. O lo dejas sólo o no vas a trabajar, con el riesgo de perder tu trabajo”, asegura Escorial.

Hay un punto por el que vamos por delante al resto de Europa, se trata del permiso de paternidad. La directiva exige 10 días laborables, y, sin embargo, en nuestro ordenamiento es equiparable a las madres. Un gran logró, según Escorial, aunque esto ha permitido que España se acoja a la conocida como cláusula pasarela: “Europa te dice que si tienes otro derecho similar a los que ellos proponen, no hace falta que apliques el suyo. Nuestro país ha intentado hacer pasar el permiso parental de 4 meses remunerado hasta los 8 años, alegando que los padres en España tienen más días por paternidad que en Europa”.

Opina de la misma manera López Álvarez: “donde no cumplimos es con las madres. En España tenemos un permiso de paternidad de 16 semanas y en Europa son 10 días, se usa el sobrante para cumplir. Pero con las madres no podemos hacerlo, porque solo hay un excedente de dos semanas, dado que en Europa el permiso de maternidad son 14 semanas. El problema es que de esta manera habría una regulación diferente para padres y madres”. Con la cláusula pasarela, cumplíamos respecto a los padres, pero la directiva nos iba a seguir poniendo la sanción por las madres.

Retos pendientes

Se deberían fomentar más políticas de apoyo a la crianza y de conciliación. En la mayoría de las ocasiones se deja a las familias que sean ellas las que se “apañen” como puedan para cumplir con su trabajo y con sus hijos. “La consecuencia directa es el descenso de la natalidad, imposible compatibilizar trabajo y familia”, dice Escorial.

Además, en España hay tasas de pobreza infantil muy altas, y esto se debe a que en muchas ocasiones las familias tienen que reducir sus jornadas para atender a sus hijos, lo que implica reducir también el sueldo. De hecho, según el último informe de Save The Children las familias con hijos son las que tienen más riesgo de pobreza.

Hay algunas medidas básicas que se podrían poner en marcha:

- Medidas de conciliación efectivas con enfoque de infancia.

- Cumplir con los permisos parentales.

- Apoyar el teletrabajo, muchas empresas aún ponen trabas y sería de gran ayuda para las familias contar con este recurso, por ejemplo en vacaciones.

- Flexibilidad horaria, durante todo el año y especialmente en época de vacaciones escolares, cuando tus hijos no tienen colegio y los campamentos tienen horarios reducidos, se podría adaptar la jornada o contar con una bolsa de horas.

- Modelo de trabajo por objetivos frente al presentismo. Desde el punto de vista público se podría beneficiar a las empresas que apuesten por estas políticas, por ejemplo, con mejor valoración en licitación pública. Y las empresas podrían ver que estas medidas tienen un impacto positivo en la productividad, porque es algo que se puede medir.

- Apoyo a la crianza, plazas para todos los niños en las escuelas de 0 a 3 años. Según López Álvarez, somos un país que siempre ha tirado de la familia extensa: “pero eso ha cambiado, las familias cada vez son más pequeñas y viven más lejos. Se necesita más apoyo institucional”.

Con la Ley de familias paralizada, habrá que esperar a las elecciones para que se vuelva a poner en marcha e intentar cumplir con la normativa europea. Aunque Europa nos dé más plazo, al final, vamos a tener que responder y cumplir si no queremos ser sancionados.

Un amplio sector de la sociedad ve una esperanza en la parálisis de la Ley. Agrupados en la plataforma “Siempre Seremos Familia”, el sábado se concentraron en Madrid para reclamar una nueva ley que verdaderamente defienda, proteja y promueva a la familia, sin diluirla en otras realidades o formas de convivencia familiar y defienden la continuidad del título de familias numerosas. Detrás de esta petición están organizaciones como Confederación Católica Nacional de Padres de Familia y padres de Alumnos (CONCAPA); el Instituto de Estudios de la Familia de la Universidad CEU San Pablo o NEOS entre otras.

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