Esta es la mejor forma de calmar el llanto de un bebé

Un bebé puede llorar a cualquier hora. Por la mañana, por la tarde o por la noche. Y los padres están siempre atentos para poder calmarles. Normalmente, la práctica habitual es mecer al pequeño. La realidad es que a veces, por mucho que se haga, no consiguen dormir al niño. La frustración de los padres va en aumento conforme el niño sigue gritando y no consiguen calmarlo.

El hecho de tener un bebé puede ser una experiencia emocionante para unos padres que son primerizos, pero se ha de saber que precisará de muchos cuidados durante sus primeros años de vida. Además, la única manera que cuenta el pequeño para comunicar sus necesidades es a través de su llanto. Algo que inevitablemente provoca que en muchos casos los propios padres deseen que dejen de llorar de forma tan frecuente.

Un estudio realizado en Japón ha buscado encontrar la mejor manera de conseguir que un niño pare de llorar y recupere la tranquilidad. Decidieron revisar cuatro posibilidades: pasear con los niños en brazos, cogerlos mientras están sentados, dejarlos en una cuna y ponerlos en una mecedora. Los resultados demostraron cuál era el mejor método.

Cómo dormir a un bebé

La técnica más eficiente es dar un paseo con el bebé alrededor de cinco minutos. Pero la fórmula no acaba ahí. Después, el padre debe permanecer sentado la misma cantidad de tiempo para que se quede dormido y, una vez que lo haya conseguido, acostarlo en la cuna.

Si te estás preguntando si tu bebé dejará de llorar pronto, la pregunta a la que debes responder es: cuántas semanas tiene. Es lo que se denomina la 'curva del llanto' elaborada a partir de un estudio científico llevado por el pediatra estadounidense Thomas Berry Brazelton que llevó a cabo en 1962. Según el estudio, el momento de mayor frecuencia se encontraría sobre las seis semanas de vida del niño y a partir de los tres meses se comienza un descenso y una "estabilización en una frecuencia baja".

Pero otra pregunta que debes hacerte es de dónde eres porque los datos varían según el país de origen del bebé. Los niños mexicanos o surcoreanos lloran menos que los de Estados Unidos o Reino Unido. Por ello, los investigadores estipulan que los padres no se deben de preocupar excesivamente por si el niño no se ajusta a las expectativas que tienen a la frecuencia del llanto de su bebe. Llorar es un proceso muy importante para el desarrollo del bebé y como tiene lugar en otros aspectos, cada niño tiene que hacerlo a su propio ritmo.

Y si todavía estás preocupado y te gustaría saber por qué no para de gritar tu vástago, una madre primeriza ha desarrollado un algoritmo para conocer qué está pidiendo el bebé. El funcionamiento es simple: el algoritmo escucha un sonido y calcula la probabilidad de que sea un tipo de llanto u otro. Un invento que ya vimos hace más de veinte años en la famosa serie americana ‘Los Simpsons’.