El fallecido por COVID-19 es ahora más joven: Hombre, con 70 años y dos enfermedades graves previas

Científicos y epidemiólogos confirman en COPE que la evolución de la pandemia sitúa en los 50 años la barrera en la empieza a aumentar la mortalidad por coronavirus

El fallecido por COVID-19 es ahora más joven: Hombre, con 70 años y dos enfermedades graves previas

Maribel Sánchez Margallo

Madrid - Publicado el - Actualizado

7 min lectura

La pandemia se sigue cebando en las mismas personas vulnerables que en la primera ola de la infección, pero hay varias circunstancias que llevan a constatar a los expertos consultados por COPE que los fallecidos son cada vez más jóvenes.

Se basan en dos datos fundamentales:

- Los mayores han extremado las medidas de prevención y la mayoría de los contagiados son más jóvenes.

- La teoría epidemiológica abalada por el EuroMoMo (el sistema europeo de monitorización de la mortalidad) conocida como “efecto cosecha” y que demuestra que cuando hay un exceso de mortalidad por una epidemia fallecen los que se esperaba que lo hicieran más adelante.

A falta de datos oficiales del Instituto Nacional de Estadística o del Instituto de Salud Carlos III sobre la evolución de la mortalidad por COVID-19 en España, sabemos que el Ministerio de Sanidad notificaba 28.445 fallecidos por coronavirus a 31 de julio y esa cifra se elevaba a 29.024 un mes después (31 de agosto de 2.020).

En ese mismo periodo de tiempo la incidencia de la COVID-19 aumentaba considerablemente en cuanto a número de casos confirmados con PCR (288.522 a finales de julio frente a los 462.858 contagiados a 31 de agosto) y eso hacía descender el índice de letalidad.

Sin embargo, la gravedad de los cuadros de los pacientes no ha variado y una de las características fundamentales para que el paciente no pueda superar la enfermedad es el cuadro clínico previo de las personas que ingresa en la UCI de los hospitales.

LA BARRERA DE LOS 50 AÑOS

El virus SARS-Cov-2 entró a formar parte de nuestras vidas a finales de 2019 y todavía desconocemos muchas de sus características. Por eso, los expertos consultados por COPE intentan averiguar cómo se comporta el virus analizando también los perfiles de los contagiados, de los que requieren ingreso hospitalario y, sobre todo, de los que acaban falleciendo al verse superados por la enfermedad.

La edad media de los fallecidos por COVID-19 en España se sitúa en los 70 años, pero las estadísticas demuestran que las muertes empiezan a incrementarse considerablemente a partir de los 50 años.

El perfil de estos fallecidos es varón (61%), mayor de 70 años (50% ) y con enfermedades subyacentes (70%) según el estudio coordinado por la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología clínica (SEIMC) y que se ha llevado a cabo en 127 centros hospitalarios españoles.

Mortalidad Uno

El portavoz de SEIMC y médico del Servicio de Microbiología Clínica y Enfermedades Infecciosas del Hospital Gregorio Marañón, el Dr. Juan Berenguer, confirmaba en COPE que ahora mismo “no tenemos una proporción tan alta de pacientes con edad avanzada y también es menor la proporción de pacientes con distrés, con requerimiento de ingreso en UCI o con ventilación mecánica y, consecuentemente, que la mortalidad es sustancialmente menor”.

El análisis estadístico que ha sido publicado en la revista Clinical Microbiology and Infection demuestra que la mortalidad en los pacientes con COVID en España es del 59,3 por ciento en los pacientes con distrés respiratorio, del 54,9 por ciento en aquellos con edad igual o superior a 80 años, del 47,7 por ciento en aquellos que tenían tres o más enfermedades subyacentes, del 45,7 por ciento de aquellos sometidos a ventilación mecánica y del 42,4 por ciento de aquellos ingresados en UCI.

“Las características de los pacientes ingresados tienen mejor pronóstico que en los pasados meses de marzo y abril, añadía en COPE el Dr. Berenguer, porque son más jóvenes. Además conocemos algunos tratamientos eficaces que están consiguiendo reducir la mortalidad, como son los corticosteriodes (variedad de hormonas del grupo de los esteroides y sus derivados)”.

Por eso, explicaba el portavoz de SEIMC “con estas características se demuestran ahora que el pronóstico es que la moralidad sea menor que la registramos en otoño, pero todavía no ha llegado el mal tiempo y la actividad empieza a estar en pleno rendimiento. Por eso, habrá que esperar para conocer cómo evoluciona la enfermedad”.

Mapa Dos

Lo que ya sabemos es que la primera ola de la pandemia causó la muerte de 28.323 personas en España, según los datos oficiales facilitados por el Ministerio de Sanidad. Otras fuentes, con el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) o el Instituto de Salud Carlos III (ISCIII) aumentaban y casi duplicaban esa cifra al comparar los fallecimientos registrados con lo que se produjeron años anteriores en ese mismo periodo.

OTROS PACIENTES, LA MISMA GRAVEDAD

Edad avanzada y sexo masculino sigue siendo el factor clave en el riesgo de mortalidad por COVID-19, pero también la gravedad de las patologías previas que presentan los pacientes.

Un estudio de la Clínica Universidad de Navarra encuentra evidencias para mantener el tratamiento antiviral durante todo el proceso de la enfermedad del paciente grave con COVID-19 positivo. Por eso, la Dra. Lola Lozano, directora del Servicio de Anatomía Patológica de la Clínica Universidad de Navarra explicaba en COPE que “realizaron las biopsias postmorten para llegar a estos resultados que responden a la necesidad clínica de conocer por qué estaban falleciendo estos pacientes que pasaban rápidamente de estar relativamente bien a fallecer”.

“Esta teoría se puede aplicar también a los pacientes actuales porque las lesiones que produce el virus en la actualidad son iguales a las de pico de la pandemia”, añadía la Dra. Lozano, que asegura que habría que trabajar con un equipo multidisciplinar para conocer cómo afecta el virus a los órganos”.

OTROS FALLECIDOS QUE NO RECONOCE SANIDAD

Las peores consecuencias del pico de la pandemia del coronavirus (de marzo a mayo de 2.020) se mantuvieron en el tiempo y afectaron también a otros pacientes que no se habían infectado.

El catedrático de Química Orgánica y Farmaceútica Universidad CEU-San Pablo, Javier Pérez Castells lamentaba en COPE que haya pasado desapercibido el incremento de casos que registró el Sistema de Monitarización de la Mortalidad Diaria (MoMo) meses después de que se levantara el Estado de Alarma y cuando las predicciones estadísticas apuntaban a un descenso brusco de mortalidad en España.

“Entre finales de julio y la segunda semana de agosto se registraron unos 2.500 fallecidos más de lo habitual en esa época del año y no se trata solo de enfermos de COVID-19”, señala en COPE Pérez Castells. Este catedrático de Química Orgánica atribuye este aumento de muertos a una consecuencia colateral de la pandemia ya que, en su opinión, “habría que estudiar porque todo parece indicar que se trata de personas con enfermedades crónicas o cáncer que no tuvieron el tratamiento adecuado de sus enfermedades de forma continua mientras los hospitales estaban saturados de pacientes COVID o por miedo de los propios pacientes a acudir a sus revisiones periódicas”.

Mortalidad tres

Lo resultados obtenidos por el Sistema de Monitorización de la Mortalidad Diaria (MoMo) estiman que se han producido 3 periodos de exceso de mortalidad por todas las causas a nivel nacional: del 10 de marzo al 09 de mayo, del 27 de julio al 15 de agosto y del 17 de agosto al 31 de agosto. En el periodo del 10 de marzo al 09 de mayo el exceso es similar en mujeres (65%) que en hombres (63%), y se concentra en los mayores de 74 años (74%), seguido del grupo de edad de 65 a 74 años (53%). En el periodo del 27 de julio al 15 de agosto el exceso es superior en mujeres (17%) que en hombres (10%), y se concentra en los mayores de 74 años (15%). En el periodo del 17 de agosto al 31 de agosto el exceso es superior en mujeres (9%) que en hombres (6%), y se concentra en los mayores de 74 años (8%).

El catedrático Pérez Castells explicaba en COPE que “actualmente la mortalidad ha vuelto a su senda normal y esperemos que esta segunda ola se caracterice porque el número de personas que cursa la enfermedad con gravedad sea asumible por el sistema sanitario”.