Fin de las mascarillas en el transporte: ni rastro del informe técnico

Después de casi 1000 días, el Gobierno llevará finalmente al consejo de ministros del próximo 7 de febrero la eliminación del uso obligatorio de las mascarillas en el transporte público, una medida cada vez más impopular y que, según ha podido saber COPE, se toma sin que las Comunidades Autónomas hayan tenido acceso al documento técnico que lo recomienda.

Tras días de aproximaciones y anuncios por parte del Gobierno sobre el final del uso obligatorio de las mascarillas en el transporte público, ya hay fecha para su aprobación y su entrada en vigor una vez publicada en el Boletín Oficial del Estado (BOE) previsiblemente el próximo 8 de febrero. Sin embargo, y a pocos días del nuevo cambio legislativo en torno a las mascarillas, las comunidades autónomas siguen sin poder acceder al informe técnico elaborado por los expertos de Sanidad para la ponencia de Alertas que justifica la medida.

Es algo que lamentan regiones como Madrid que consideran que estamos, de nuevo, ante una manipulación del uso de la Ponencia de Alertas que volvió a reunirse este jueves sin que el asunto del final de las mascarillas en el transporte público figurase en el orden del día, algo que denunciaron también Castilla y León y la Comunidad Valenciana.

Desde la Consejería de Sanidad explican a COPE que siguen sin conocer el documento que justifica la medida y en el que según les informan desde Sanidad el Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES) que dirige Fernando Simón trabaja desde hace 3 semanas. El último que pudieron ver los técnicos regionales fijaba marzo como fecha adecuada para la retirada de la medida, coincidiendo con el fin de la época álgida de circulación de los virus respiratorios que provocan COVID, gripe y bronquiolitis.

El adelanto de la medida, que se pondrá sobre la mesa en el próximo Consejo Interterritorial de Salud el próximo 1 de febrero, en un mes sobre los plazos inicialmente previstos, se produce en una situación de estabilidad en las hospitalizaciones de COVID, con un 2,5 por ciento de camas ocupadas en las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI); una vez descontado el efecto de las vacaciones de Navidad y de la reapertura de la frontera china el pasado 8 de enero, dos de las situaciones monitorizadas muy de cerca en el departamento de Carolina Darias.

En las últimas semanas, la presión por la eliminación de la medida en el transporte público ha ido en aumento, algunas comunidades autónomas y sectores como las aerolíneas llevaban meses demandándola. “Podía haber sido en este momento o podía haber sido en otro, parece que estamos penalizando al transporte público versus otras actividades de nuestro día a día para las que ya hemos eliminado todas las restricciones” explica a COPE Manuel Franco forma parte de la Sociedad Española De Salud Pública y Administración Sanitaria.

El cambio en el transporte llegará 10 meses después de la retirada de las mascarillas en interiores, incluidos restaurantes, bares y discotecas. Una vez entre en vigor la medida, el uso solo será obligatorio en centros de salud, hospitales, farmacias clínicas, ópticas y en las residencias de mayores. Para este experto en salud pública es algo que tiene sentido mantener por el momento.

A juicio del presidente de la Sociedad Española de Epidemiología, Óscar Zurriga, el uso recomendado y ya no obligatorio de la mascarilla en el transporte público “hace tiempo que podía haberse adoptado”. A su juicio y a tenor de la estabilidad de las cifras epidemiológicas, “ya no parece razonable mantenerla”.

Es algo que concuerda con la convocatoria de la Organización Mundial de la Salud del Comité de Emergencia del Covid-19 para este viernes para evaluar un posible fin de la “emergencia de salud pública” declarada el 30 de enero de 2020.

Pese a ellos, epidemiólogos como Joan Cayla siguen optando por la prudencia: “en plena temporada de gripe no es lo ideal para retirar las mascarillas y yo sería partidario de esperar a ver qué es lo que pasa después de estos días de frío intenso porque es, sin duda, algo que favorece el hacinamiento y, por tanto, la transmisión de virus respiratorios, a finales de marzo”.

En todo caso, ya sea obligatoria o recomendada que es una cuestión meramente administrativa, los expertos consultados por COPE abogan por un uso responsable en función de su situación personal o familiar y de la situación epidemiológica.

“La mascarilla ha sido muy útil y seguirá siendo útil. No se retira por su inutilidad sino porque la situación ya no aconseja seguir manteniéndola, pero la recomendación de usarla sigue siendo muy clara para personas con sintomatología respiratoria o para las personas vulnerables o que van a estar en contacto con ellas”, concluye Franco.