Flexibilidad y adaptabilidad: esenciales para la sostenibilidad del trabajo híbrido

Los expertos consultados por COPE consideran que "ha cambiado el paradigma. Antes identificabas el trabajo con un espacio y ahora lo identificas con una dedicación"

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Flexibilidad y adaptabilidad: esenciales para la sostenibilidad del trabajo híbrido

Carmen Labayen

Publicado el - Actualizado

5 min lectura

De teletrabajar durante año y medio hemos pasado a modelos híbridos o directamente a la obligación de estar presencialmente en la oficina. Para poder funcionar en el nuevo entorno laboral surgido de la pandemia, los expertos consultados por COPE consideran que tanto los trabajadores como las empresas van a tener que ser más flexibles y adaptables que antes. Y todo porque se imponen modelos híbridos, en los que combinaremos trabajo presencial con trabajo en remoto.

“Ha cambiado el paradigma. Antes identificabas el trabajo con un espacio y ahora lo identificas con una dedicación y esto es lo que nos ha pasado, para bien y para mal. Se ha producido un cambio en la cultura de trabajo y la gente piensa que volver a la normalidad es volver a la situación anterior pero la tecnología nos ha demostrado que hay otras alternativas” explica el psicólogo del trabajo Javier Cantera.

A su juicio, lo que vamos a aprender tras la pandemia es “un modelo de trabajo más equilibrado con una parte de trabajo presencial y otra de teletrabajo, lograr adaptarnos a los dos es como ser bilingüe, como el que domina dos idiomas y, después de un tiempo variable en función de cada persona, lo conseguimos” subraya este profesional al frente de Auren Consultores.

¿Qué hacer si nos cuesta adaptarnos?

Los expertos consideran que lo primero para adaptarse es aceptar la realidad y considerar que los cambios traen oportunidades que nos enriquecen, que nos hacen evolucionar.

“Lo que no cabe es la nostalgia, el pensar que lo anterior es lo mejor porque lo anterior es anterior, no es actual. Cuando vaya a la oficina me tendré que adaptar al ruido de la oficina y cuando trabaje desde casa tendré que apagar la lavadora o cerrar una puerta para que el sonido no se cuele en la teleconferencia en la que estoy participando” señala Cantera.

Otra clave para quienes vuelven a la modalidad presencial o semipresencial y prefieren teletrabajar es, apunta, “compartir con los compañeros los temores que tenemos todos, lo que nos está costando volver a adaptarnos a las nuevas combinaciones de trabajo”.

También Tomás Santa Cecilia, director del gabinete de psicología CECOPS, considera que el trabajo híbrido es no solo el presente sino también el futuro. En 10 años y según los expertos la mitad de los trabajos en España serán en parte presenciales y en parte telemáticos.

“Es el modelo ideal y hay muchas fórmulas para ponerlo en práctica, pero las más frecuentes son dos días de trabajo presencial y tres en casa o bien tres de trabajo en remoto y otros dos en la oficina. Para adaptarnos trabajadores y empresas deben repensar las formas de trabajar y centrarse más en completar objetivos y obtener resultados que en cumplir unos horarios” asegura Santa Cecilia.

¿Qué ganamos con el cambio?

Las ventajas de este cambio organizativo es que “habrá menos espacio para trepas, pelotas o personas que se escaquean. Sobrevivir en los nuevos entornos laborales requerirá una disciplina férrea, con normas de autocuidado, concentración y vigilando los tiempos de conexión y desconexión” subraya.

Ningún experto recomienda un modelo 100 por 100 de teletrabajo salvo que por motivos de conciliación y de acuerdo con la empresa una persona lo necesite, el puesto que desempeñe lo permita y pueda pactar con la compañía una solución satisfactoria para todos.

“Necesitamos estar con gente, debemos evitar aislarnos, tenemos que cuidarnos y salir de casa todos los días. Trabajar desde casa no quiere decir que tengamos que estar todo el día en pijama o tumbados en el sofá o en la cama. Debemos de procurar que nuestro entorno de trabajo sea siempre el mismo para crear rutinas que faciliten la concentración y el rendimiento”, apunta Santa Cecilia.

Seis de cada diez empresas en España han revisado sus políticas de teletrabajo durante la pandemia para incrementar la flexibilidad según la guía HAYS 2021. Antes del confinamiento apenas el 5 por ciento de la población activa trabajaba desde casa. Una cifra que llegamos a triplicar este 2021. Según el Observatorio Nacional de Tecnología y Sociedad entre enero y marzo de ese año, el 11,2 por ciento de los trabajadores están en remoto.

“Hay determinadas decisiones que se toman mucho mejor en persona. Las reuniones de videollamada son efectivas, eficientes, pero se pierde mucha información. Información relativa a las sensaciones de la persona, en cuanto a los gestos que son importantes para acertar” explica Santa Cecilia que considera que la empresa también debe “reciclarse”.

Hacia ajustes del trabajo cada vez más a la carta

“El café para todos ya no funciona, tampoco las fórmulas magistrales. Va a depender mucho del modelo familiar de los empleados y de la cultura de la empresa, habrá que ir caso por caso”, considera el director de CECOPS.

La clave está en la flexibilidad porque según recalca Marta Soler, catedrática de Sociología en la Universidad de Barcelona, “somos más productivos cuanto estamos satisfechos con nuestro trabajo. Y cada persona es diferente, por eso es bueno que haya diferentes fórmulas organizativas y que cada cual pueda tener la que mejor le convenga”.

Considera que, una vez demostrado que la productividad lejos de caer ha aumentado con el teletrabajo, “la flexibilidad formará parte de las nuevas reivindicaciones laborales junto con otros elementos porque ahora sí hay evidencia a gran escala de que es posible y de que da frutos” explica Soler.

A su juicio, “el teletrabajo favorece sobre todo a personas que tienen que conciliar al tener niños o mayores a su cargo”.

Y destaca otro de los cambios que pueden favorecer a quienes prefieren trabajar en remoto y es que "en el mundo del trabajo va a haber muchos menos viajes. Nos hemos dado cuenta de que no era necesario tanto avión para ir a reuniones y conferencias porque hay otras alternativas”.

El riesgo de un teletrabajo prolongado también debe tenerse en cuenta y es la posibilidad de sufrir problemas psicológicos por “trabajar en soledad, no compartir los problemas con otros ni mantener conversaciones informales que nos alivian de la presión laboral y fomentan tanto nuestro lado humano como nuestra creatividad”, considera Cantera.

Según recoge el reciente Índice de Tendencias Laborales de Microsoft https://news.microsoft.com/es-es/2021/03/22/microsoft-publica-las-conclusiones-y-consideraciones-de-un-ano-de-trabajo-remoto-en-su-indice-de-tendencias-laborales/, aunque el 73 por ciento de los empleados quiere tener la opción de seguir trabajando a distancia, el 67 por ciento quiere más interacción en persona.

Integrar estos dos factores depende de que tengamos las herramientas tecnológicas adecuadas para que por ejemplo una reunión sea igual de satisfactoria para quienes están en presencial que para quienes se unen en remoto.

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