Gana 121 millones de euros en el Euromillones y deja sin palabras a sus vecinos por lo que hace al enterarse

Ser agraciado con un premio de la lotería siempre es un motivo de alegría. Son muchos los que, dentro de su vida rutinaria y su trabajo normal, con su sueldo medio, dedican algunos euros a juegos de azar, como puede ser la Bonoloto o la Primitiva, con la esperanza de resultar premiados algún día. Tan solo unos pocos corren dicha suerte, y a los que les toca escoden detrás historias de lo más curiosas.

Es el caso de Francisco, un panadero de Andalucía que ganó nada más y nada menos que 121 millones de euros en el Euromillones. Lo más curioso de su historia es que, tras hacerse millonario, desapareció de su pueblo natal, Pilas, ubicado en la provincia de Sevilla. La fortuna llamó a su puerta en 2011, cuando, tras visitar una Administración de Lotería con un amigo y echar en ella el Euromillones, se hizo con el premio.

Cuando ganó tal cantidad de dinero, desapareció varias semanas de su pueblo de origen, y sus vecinos llegaron a pensar que no volvería. Sin embargo, tiempo después, regresó a Pilas, donde reside. El padre de Francisco pudo cerrar la panadería gracias al dinero de su hijo y su generosidad. Además, ha comprado varios pisos en distintos puntos de la comunidad y ha podido viajar a partes del mundo con las que soñaba, gracias al azar.

Gana 230 millones de euros en Euromillones y deja una carta al vendedor del boleto

Hace escasas semanas, la suerte llegaba a Escocia en forma de millones, donde un acertante se hacía milonario, pero lo más curioso de la historia es el mensaje que dejó al que le vendió el boleto.

El pasado 19 de julio, un acertante del sorteo de Euromillones se llevaba consigo un bote de, exactamente, 230 millones de euros con un boleto validado en Reino Unido. Un día después, el flamante ganador hizo lo más normal en este tipo de situaciones, ir a cobrar el premio: 195 millones de libras al cambio. Pero minutos más tarde todo cambió. Formby, una ciudad de Merseyside se veía rápidamente invadida por el rumor de que el boleto había sido validado allí mismo. Es más, uno de los empleados de una tienda de licores llegó a confirmar que él mismo había recordado vender ese boleto y alegaba haberlo mirado y comprado que los números eran correctos.

Pero la historia no acaba aquí. La tienda recibía más tarde una carta anónima escrita a mano en la que una persona afirmaba haber comprado ese mismo número. ¿Dónde? En Escocia. Esta decía lo siguiente: "Querido Bargain Booze, no sé de dónde sacáis la idea de que el boleto de Euromillones se compró en vuestra tienda. Yo soy ese ganador y compré el boleto en Paisley. ¡Solo para que conste!"