MINA URANIO
Gobierno, partidario estudiar efectos para la salud de las minas de uranio
El Gobierno se ha mostrado partidario de seguir el criterio del Centro Nacional de Epidemiología (CNE) de estudiar los efectos para la salud de las personas que tienen las minas de uranio similares a las proyectadas en Retortillo (Salamanca).,Esta propuesta forma parte de una contestación realizada por el Gobierno a una pregunta escrita del senador del Grupo Mixto Carles Mulet, sobre las consecuencias para la salud de la posible apertura de una mina de u
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El Gobierno se ha mostrado partidario de seguir el criterio del Centro Nacional de Epidemiología (CNE) de estudiar los efectos para la salud de las personas que tienen las minas de uranio similares a las proyectadas en Retortillo (Salamanca).
Esta propuesta forma parte de una contestación realizada por el Gobierno a una pregunta escrita del senador del Grupo Mixto Carles Mulet, sobre las consecuencias para la salud de la posible apertura de una mina de uranio a cielo abierto y las plantas de tratamiento que la empresa Berkeley proyecta en la provincia de Salamanca.
El CNE, dependiente del Instituto de Salud Carlos III (ISCIII), propone realizar una revisión actualizada de los efectos en salud de las minas de uranio en la población residente en las cercanía a instalaciones ya existentes en España, como es el caso de la ya clausurada mina de uranio de Saelices El Chico, también en la provincia salmantina.
En su respuesta, el Gobierno también afirma que "con independencia de los hallazgos encontrados en relación con los riesgos en salud y del impacto medio-ambiental que suponen las minas a cielo abierto de extracción de uranio es, desde el punto de vista de la salud pública, fundamental y necesaria cualquier medida preventiva en relación con la NO/baja exposición a las sustancias que emiten".
Además, en el caso de las minas de uranio, añade el Ejecutivo, se encuentra el problema añadido de la acumulación de "estériles" que son radioactivos y, por tanto, "han de ser gestionados de forma específica e impedir su utilización en obras civiles".
La plataforma Stop Uranio, que ya se reunió con la dirección del Instituto Carlos III en enero de 2017, ha resaltado a través de un comunicado la necesidad de que este estudio se lleve a cabo y tenga en cuenta un informe previo realizado por el mismo organismo en 2001, en la comarca de Ciudad Rodrigo, donde la mina de uranio de Saelices el Chico estuvo funcionando entre 1974 y 2001.
Según explica Stop Uranio, en julio de 2001, Gonzalo López-Abent, Nuria Aragonés y Marina Pollán, del Instituto Carlos III, publicaron en la revista Environmental Health Perspectives que "el hallazgo más destacable en Ciudad Rodrigo fue el mayor riesgo de muerte por cáncer de pulmón en poblaciones cercanas (0-15km)", además de cáncer renal y leucemias.
La asociación ha añadido que estas enfermedades, según el mismo informe, no podían vincularse al consumo de tabaco pues "no había aumento de la mortalidad por cáncer de vejiga" -el tabaquismo produce un aumento significativo de ambos tipos de tumores-.