La guía de buenas prácticas de la Justicia contra la violencia de género

El Observatorio contra la Violencia Doméstica y de Género del Consejo General del Poder Judicial ha elaborado una guía de buenas prácticas destinada tanto a los órganos judiciales como a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, los médicos forenses, trabajadores sociales o psicólogos que sirva como protocolo cuando tengan que afrontar en un caso de estas circunstancias.

En el Día Mundial Contra la Violencia de Género, la presidenta del Observatorio, Ángeles Carmona, ha apuntado para cope.es las claves de esta guía que es “el resultado de una de las medidas del pacto de Estado” elaborada con el objetivo de “homogeneizar cómo deben hacerse las declaraciones” de las víctimas de violencia de género en los juzgados.

Antes de adentrarse en el detalle, Carmona puntualiza que dicha guía ha sido elaborada por un “grupo de expertos en el que todos son magistrados especialistas en violencia de género con muchísima experiencia”.

Para encarar esta guía, Carmona explica que se han “distinguido” las diferentes fases del procedimiento, como la fase de instrucción, la del juicio oral y la de ejecución, “en las que también las víctimas tienen derecho a ser notificadas y a tener un trato específico”.

Insiste la presidenta del Observatorio en que “se trata de recomendaciones para que sea homogéneo el trato de las víctimas en todo el territorio nacional, que no haya víctimas de primera y de segunda categoría”.

Otro propósito de esta guía es que sirvan para que la mujer confíe en las instituciones y se sienta protegida al cien por cien y que la víctima “pase con el menor daño psicológico posible por este procedimiento que es duro, arduo y se suele vivir con mucha ansiedad”.

Que la mujer no sea doblemente victimizada a la hora de presentar una denuncia es otro de los fines de la guía de buenas prácticas.

A continuación, basadas en las explicaciones la presidenta del Observatorio contra la Violencia de Género del CGPJ, se exponen algunas claves de la guía de buenas prácticas:

DECLARACIÓN DE LA VÍCTIMA

Establece Carmona como decisiva la declaración de la víctima, puesto que “en muchas ocasiones es esencial”, ya que se trata de “la única prueba de cargo que existe contra el maltratador”.

Como quiera que este tipo de delitos ocurren muchas veces en la intimidad del domicilio sin testigos, la declaración de la víctima es muy importante. Cada vez más el Tribunal Supremo va dando mucho más valor a la declaración de la víctima como única prueba de cargo contra el maltratador. “Para romper el principio de presunción de inocencia esa declaración de la víctima tiene que ser impecable”, puntualiza Carmona.

Por ello, la declaración “tiene que revestir de una serie de características que establece la jurisprudencia y por ello es tan importante la forma, el trato, en el que se toma esa declaración a la víctima”, sostiene.

Que las preguntas que se le dirijan “no la hagan sentir culpable de lo que les pasa”.
Evitar la “victimización secundaria” evitando que esa mujer tenga que declarar “muchísimas” veces en diferentes órganos judiciales. Se recomienda intentar que solo tenga que acudir una vez a declarar.
Que en las preguntas que no se le cuestione la veracidad de lo que cuentan.
Tener especial cuidado con las mujeres que se acogen a su derecho a no declarar o que una vez han declarado luego quieren renunciar al procedimiento, incluso renunciar a las medidas de protección. “Recomendamos que esa víctima debe tratarse de una manera especial. Indagar sobre si esa mujer viene coaccionada, no presta libremente su consentimiento a esa voluntad de no declarar contra su maltratador”. En todo caso, hay que derivarla a servicios sociales para que ella pueda acceder a las ayudas que existen para la víctima. En este punto en concreto, esto preocupa al Observatorio porque “hemos visto que se han producido bastantes asesinatos en los que con previa denuncia la mujer se ha acogido a su derecho a no declarar. Por eso queremos que hay un especial cuidado en estos casos”.
El órgano judicial tiene que evitar que la víctima sienta que hay insensibilidad, indiferencia, insolidaridad. Eso desincentiva mucho a la mujer de culminar el procedimiento, se desilusiona y, lo que es peor, vuelve a vivir con el maltratador.

ORGANIZACIÓN JUDICIAL

ACOGERSE A LA LEY

La guía recoge “lo que está en la legislación, especialmente en el Estatuto de la víctima”.

DECLARACIÓN DE LOS MENORES

OTRAS RECOMENDACIONES

La víctima tiene que declarar en unas circunstancias en las se sienta segura, que se vele por su intimidad, que se le pregunte cuáles son sus circunstancias de riesgo, como si tiene hijos menores, si el maltratador ha podido maltratar de alguna manera al menor. Si ese menor ha sido testigo de algún acto violento. Si el agresor no la golpea a ella pero sí al mobiliario. O amenaza con suicidarse o tiene algún tipo de enfermedad mental o alguna adicción a las drogas, al alcoholismo, porque eso también incrementa el riesgo.
Llamar la atención sobre si la víctima en el momento en el que se ha producido el hecho delictivo ha manifestado su intención de separarse, de dejar la relación, porque ese momento suele ser un momento de riesgo importante para que el órgano judicial pueda valorar si es necesario conceder o no una orden de protección, una medida cautelar de alejamiento, de prohibición de comunicación.
Llamar la atención cuando los hechos denunciados son constitutivos de delito en cuanto a libertad sexual.
Es necesario trasladar a la víctima que tiene derecho a medidas y órdenes de protección.
También tiene derecho que esa protección se dirija a los hijos, como una suspensión del régimen de visitas, una privación de una patria potestad, incluso que puede pedir un dispositivo electrónico de seguimiento. Las pulseras son unas herramientas muy efectivas y dotan de una gran seguridad a la víctima.
Tratar que haya sensibilidad con los menores y también con las mujeres que tienen algún tipo de vulnerabilidad, aparte de ser víctimas de violencia de género, como que tengan alguna discapacidad, mujeres extranjeras…
La víctima tiene derecho a que se le notifique cualquier circunstancia del procedimiento que pueda afectar a su seguridad. Por ejemplo, los casos en los que el maltratador, que está en prisión, salga para cumplir algún permiso. Puede tener conocimiento en todo momento de dónde se encuentra con el fin de que ella misma pueda adoptar medidas de seguridad.

Una vez expuestos algunos puntos claves, Carmona ha apunta que “esta guía era necesaria porque para el CGPJ era una prioridad la formación no solo teórica, sino de concienciación. “Lo que hablamos de perspectiva de género a hora de juzgar, de tramitar un procedimiento”.

Insiste en que “es importante que la mujer se sienta segura”, porque “hay un porcentaje muy alto de mujeres que no quieren declarar, que renuncia al procedimiento, que una vez ha pasado la fase de instrucción en la fase de juicio oral se retracta”.