Hacer pequeñas pausas cuando aprendemos una habilidad nueva es beneficioso para el cerebro

Aunque tendamos a pensar que la práctica hace la perfección, un nuevo estudio demuestra que los pequeños descansos hacen que se consolide mejor el aprendizaje en nuestro cerebro

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Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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Cuando estamos aprendiendo algo nuevo es habitual que pensemos que practicar sin descansar hará que se nos dé mejor. "La práctica hace la perfección" es el dicho que todo el mundo conoce. No obstante, es normal que, cuando estamos estudiando o trabajando, nos tomemos unos minutos de descanso para despejar la mente. Sin embargo, ¿es realmente eficaz esto? Un equipo de investigadores del Instituto Nacional de Trastornos Neurológicos y Derrame Cerebral (NINDS), uno de los Institutos Nacionales estadounidenses de Salud (NIH), decidió analizar en una muestra de voluntarios la actividad cerebral que experimentamos cuando aprendemos una habilidad nueva.

Su estudio ha sido publicado en la revista 'Cell Reports', en él indican que "la introducción de intervalos de descanso intercalados con la práctica fortalece la consolidación de la habilidad durante la vigilia". Y es que parece que cuando descansamos, nuestro cerebro hace una repetición mental de los nuevos contenidos que ha aprendido. Por lo tanto, estos breves momentos en los que nos tomamos un descanso son realmente favorables para nuestra mente. Para registrar las ondas cerebrales, el equipo de expertos utilizó la magnetoencefalografía en un total de 33 participantes que se encontraban completamente sanos y diestros.

Pausas beneficiosas

Los individuos debían teclear un código de varios dígitos con la mano izquierda. Debían escribir el mayor número de veces posible durante 10 segundos, para después tomar una pausa de 10 segundos. Tuvieron que repetir el proceso 35 veces. Los investigadores comprobaron que algunos de los voluntarios mejoraron su rapidez y precisión, aunque durante el undécimo ciclo se estabilizaban. Ahora, solo quedaba saber qué le ocurría al cerebro. Los expertos detectaron que los pequeños descansos son fundamentales para el buen aprendizaje.

Pero esto no es todo, además, mientras se hacían esos pequeños descansos, el cerebro reproducía lo que acababa de aprender de forma muy rápida. "La presencia del descanso despierto intercalado con la práctica influye en el aprendizaje exitoso. Por ejemplo, la memoria de habilidades mejora cuando los eventos de práctica se separan por descanso en lugar de acumularse en una sucesión inmediata, un fenómeno conocido como el 'efecto de espaciado'", explican los autores del estudio.

Descanso despierto

Y es que cuanto más se repetía la actividad en el cerebro, mejor rendimiento tenía el individuo después, por lo que los investigadores sugieren que el descanso hacía que los recuerdos se viesen potenciados. Hasta ahora se creía que esta perpetuación de los conocimientos solo ocurría mientras dormíamos, ya que el cerebro no está expuesto a otros estímulos externos. Por lo que no es necesario estar practicando hasta frustrarnos por la derrota, sino hacer parones para dejar que el cerebro se acostumbre a lo nuevo.

Los expertos consideran que practicar un deporte o aprender a tocar un instrumento de música serán los momentos en los que las pausas nos beneficiarán más para la consolidación del aprendizaje, puesto que realizaremos movimientos repetitivos. "La reproducción robusta del hipocampo y neocortical predice el aprendizaje micro-fuera de línea y es un posible mecanismo de unión que respalda la consolidación de la memoria en vigilia", concluyen los investigadores en su estudio.

Herrera en COPE

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Con Carlos Herrera

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