La historia de Fernando, un agricultor que sufre calor extremo y frío en su trabajo: "Estamos condenados"
Los trabajadores del campo piden flexibilidad y sentido común a la hora de trabajar
Madrid - Publicado el - Actualizado
6 min lectura
Trabajar en verano es muy duro, pero se hace casi imposible cuando tu lugar de trabajo no tiene sistemas de climatización o trabajas directamente en la calle. En 2022, según el Sistema de Monitorización de la Mortalidad Diaria (MoMo), 5.876 muertes fueron atribuidas a temperatura. Sin embargo, un estudio del Instituto de Salud Global de Barcelona, publicado en la revista Nature Medicine, cifra en más del doble las muertes por el calor en el verano de 2022. Son meses para tener un especial cuidado, pero sobre todo para los trabajadores que están expuestos a las altas temperaturas, y es responsabilidad de las empresas evitar estos accidentes laborales.
Trabajar bajo el sol, ¿cómo evitar golpes de calor?
Al trabajar bajo el sol o en una cocina junto a altas temperaturas, se puede sufrir una de las patologías más frecuentes durante los meses de verano, que es el llamado estrés térmico. Es decir, la carga de calor que los trabajadores reciben y acumulan en su cuerpo durante sus horas y lugar de trabajo. Es algo que sucede mucho en el sector servicios, especialmente en la hostelería. Además, la alta exposición al calor y las radiaciones solares puede provocar riesgos de caída, accidentes laborales que suceden debido a bajadas de tensión, deshidratación o mareos. El problema viene cuando esto pasa en alturas.ASAJA, Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores: “hay que evitar comer en exceso, por supuesto, nada de alcohol o bebidas azucaradas y mucha fruta y verdura”. Pero además, cree que el empresario tiene el deber de ser flexible: “las horas de más calor, no puedes ponerte a trabajar en un invernadero donde además hace hasta 5 grados más que fuera”. Cree que hay que facilitar el trabajo y además, intentar que los trabajos más duros, si se puede, los haga una máquina. Para evitar un golpe de calor es imprescindible conocer los síntomas, es decir, cuando te sientes mareado o notas dificultades a la hora de respirar, eso indica que puedes estar sufriendo un trastorno y es momento de actuar para evitar un accidente. Es importante que los trabajadores usen ropa adecuada, holgada y con buena transpiración, llevar gorra, casco o sombrero. Y por supuesto, la alimentación ayuda a evitar los golpes de calor, comer frutas, verduras y beber unos 2 o 2,25 litros de agua al día. “En el momento en el que un trabajador note algún síntoma del golpe de calor tiene la obligación de anunciarlo”, según Álvarez, hay que estar atentos a cualquier subida de la temperatura del cuerpo, piel caliente, cefaleas, ausencia de sudoración, y por supuesto es fundamental que nadie vaya a trabajar solo al campo
Es fundamental si trabajamos en el campo seguir una dieta muy concreta. Juan José Álvarez es responsable de laboral de¿Qué dice la normativa sobre trabajar con calor?
Para regular los procedimientos y las actuaciones de las empresas y trabajadores cuando se dan condiciones meteorológicas adversas, el pasado 11 de mayo el Gobierno aprobó un Real Decreto que entró en vigor el 13 del mismo mes. La nueva normativa incluye medidas preventivas para garantizar la protección de los trabajadores en las altas temperaturas. Si no se pueden cumplir, y la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) o el órgano autonómico correspondiente (en el caso de las comunidades autónomas) emiten alertas de nivel naranja o rojo, será obligatoria la adaptación del trabajo con la reducción o modificación del horario laboral. Uno de los lugares donde más se sufre en estos días el calor, es el campo. Los empresarios deben dar a conocer los protocolos y recomendaciones a sus trabajadores, anunciándoles y avisándoles de cuáles son las situaciones más complicadas, qué horas no deben trabajar y enseñándoles a estar atentos a los fenómenos meteorológicos. “Hay que planificar los trabajos de más esfuerzo para las horas de menos calor, modificar los horarios de trabajo. Y por supuesto, si hay una máquina que lo puede hacer, que se use, además es que las cosechadoras ya vienen preparadas con sistema de refrigeración”. Álvarez nos explica que es de sentido común, y cuando las temperaturas son excesivamente altas, se tiene que parar: “no te van a obligar a trabajar con ese calor, se puede llegar a un acuerdo para partir la jornada, hay que adaptarse para evitar sustos”. Desde el mundo agrario, están preocupados porque en los próximos meses se esperan pocas lluvias, según la AEMET desde ahora hasta octubre serán muy escasas, lo que conlleva a un incremento de las temperaturas. Solo queda prevenir y anunciar para que empresarios y trabajadores tomen las medidas necesarias para evitar una desgracia.
Agricultores como Fernando Alcázar viven expuestos a la climatología
Fernando es empresario y tiene campos en Aranjuez. Sabe que vive en un mundo de muchos sacrificios, a los que se suma la climatología: “estamos obligados y condenados a trabajar con frío y con el sol pegando de lleno, no hay más remedio. Cuando en invierno toca la recolección de las colas, nadie nos pone calefacción, cuando en verano toca recoger el tomate, tampoco tenemos aire acondicionado. Lo que sí podemos escoger es las horas menos peligrosas para hacer esas cosas”.
Fernando considera que antes la gente del campo estaba más acostumbrada: “temperaturas altas hemos tenido siempre, pero cuando estás acostumbrado a trabajar en el campo se aguanta. Ahora el problema que tenemos es que llegan muchas personas que no están acostumbradas, e incluso con temperaturas de 36 grados es peligroso para ellos, porque no están habituados”. Para Fernando, lo más peligroso son los cambios bruscos de temperatura, pasar de tiempo suave e incluso lluvioso a termómetros que marcan los 39 grados: “eso nos ha pasado en el mes de abril, es imposible aclimatarse. En el mes de abril hemos tenido bastantes golpes de calor”. En el campo siempre se empieza a trabajar con la primera luz del día, en los meses de verano, eso significa hacerlo a las 06.30 de la mañana. Según cómo se desarrolle la jornada y dependiendo de los termómetros, nos cuenta Fernando, se debe ser flexible. Así, en las horas de más calor, hay que hacer otras tareas menos costosas o a la sombra de los almacenes: “los días pueden ser muy variables, puedes tener días de 35 grados y el siguiente de 42 grados, tienes que ir viéndolo sobre la marcha”. Cree que si se estableciera una normativa por horas, se complicaría mucho el trabajo: “marcar una norma estricta es difícil, tiene que quedar a criterio del empresario y los empleados. Es sentido común, no creo que al agricultor le interese ponerse el malo o que se pongan malos los trabajadores, porque es una faena, nuestro capital más importante es tener trabajadores sanos”. Si hace mucho calor hay que parar, y para eso debe existir una buena comunicación entre empresario y trabajador.Este empresario y sus trabajadores siguen una serie de medidas para evitar lo máximo posible cualquier susto, se hidratan y beben agua continuamente, deben ir siempre con la cabeza tapada, y manga y pantalón largo con tejidos suaves. En el caso de que alguien se encuentre mal, tiene que parar, buscar una sombra, y, si pasados pocos minutos no mejora, debe ir a ver a un médico. Por supuesto, para evitar llegar a estos niveles se les pide que durante el tiempo que trabajan en el campo no beban alcohol a ninguna hora del día, que coman sano, beban agua y tomen todas las medidas de precaución posibles.