La incertidumbre de los opositores ante el coronavirus y la cancelación de fechas de examen
Las pruebas de acceso a puestos públicos se ven afectadas por la crisis del COVID-19
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Un total de 40.0000 opositores se han visto afectados por la suspensión de los exámenes para acceder a la función pública. Pese a ver congeladas sus aspiraciones más inmediatas, siguen preparándose para tratar de cumplir sus sueños y formar parte de la administración.
Aspirantes como Paula de 24 años o Luis de 25 ya vivían encerrados antes del Estado de Alarma, para tratar de ir aprobando los exámenes correspondientes y lograr ser inspectores de Hacienda. “Te encuentras ante la incertidumbre de que no sabes cuándo será de nuevo la fecha del examen, cuánto tiempo te quedará desde que lo anuncien y hasta que lo hagas” explica Paula a COPE tras completar la primera de las seis pruebas de las que consta la oposición.
Una gran cantidad de opositores regresaron a sus ciudades tras la cancelación de las clases en Madrid
Paula decidió no volver a León, su tierra natal, a pesar de estar en Madrid. Sigue alojada en la ciudad universitaria de la capital, en una de las residencias de estudiantes que tiene la Fundación Pablo VI. La mayoría de sus compañeros se fueron de inmediato con sus familias cuando se paralizaron los exámenes de acceso a la Administraciones Públicas. Ella optó por quedarse.
“De todos los que somos el 70 o el 80 por ciento se han ido a su casa. También está la preocupación de si van a seguir ofreciendo los servicios que, en principio, es lo previsto, pero no sabes lo que va a ocurrir. Todo esto altera la rutina que teníamos hasta ahora y preocupa un poco” asegura Paula que se presenta por primera vez a la oposición.
Para Luis de 25 años y originario de la localidad castellonense de Vinaroz es el segundo intento. Como Paula hace todo lo posible por seguir adelante con su plan de estudios y considera que la tranquilidad reinante puede ser una baza a su favor.
“Hablé con mis padres y me recomendaron quedarme aquí y me quedé porque creo que es lo responsable. Pero ha cundido el pánico aquí y mucha gente se ha vuelto a su casa, nos hemos quedado solo unos 50 o 60 estudiantes muy concienciados en un barrio universitario en el que ya no queda prácticamente nadie por lo que yo diría que es una situación idílica para el opositor” comenta Luis
El reto es lograr concentrarse a pesar de la situación de Estado de Alarma y automotivarse, aunque, de momento, no haya fechas marcadas en rojo en sus calendarios. Deben seguir avanzando al máximo en sus temarios durante y después de esta situación de emergencia nacional para estar preparados cuando se reanuden las pruebas.
Cruzan los dedos para que cuando eso ocurra no les pongan todos los exámenes de golpe, sino de forma escalonada tal y como estaban planteadas hasta ahora, pero hoy por hoy no saben cómo será. Hace ya días que no ven a sus preparadores. Todo se hace telemáticamente y en su caso con éxito, aunque según señala Paula no sea exactamente igual.
¿Cambia la vida del opositor ahora?
Reconocen que, aunque esta situación no es fácil para nadie, ellos ya vivían encerrados antes de que estallara la crisis del coronavirus. Se trata, aseguran, de tratar de volver a “crear una burbuja dentro de la burbuja”. “Si te aíslas, estudias y lleva una vida lo más tranquila posible tampoco cambia tanto la vida del opositor” subraya Luis.
Sí admite que “lo que que cambia es la incertidumbre, encender las noticias y ver que esto no tiene una fecha de terminación. Entonces a nosotros que funcionamos con fechas, nos complica un poco y, también, concentrarse a la hora de estudiar está siendo una tarea compleja” confiesa Luis.
Más del 70 por ciento de los opositores se prepara durante más de un año para una prueba con la que aspiran a mejorar su estabilidad laboral y personal. Solo este sábado se anularon exámenes para 9.000 aspirantes.