La increíble historia del hombre que sobrevivió atrapado en la boca de una ballena

Michael Packard se encontraba trabajando como pescador submarino cuando el animal lo intrudujo, sin querer, en su boca. Tras esto, lo escupió de vuelta al agua y pudo sobrevivir

Una imagen de una ballena jorobada similar a la que atacó al hombre

David Ferreiro

Publicado el - Actualizado

3 min lectura

La historia de Michael Packard es más propia de una película de ficción que de la realidad. Este buzo estadounidense de 56 años, casado y padre de dos chavales de 12 y 15 años, estuvo cerca de ser engullido por el animal más grande del mundo, la ballena.

Todo ocurrió un buen día normal y corriente, cuando Packard y un viejo amigo quedaron para ir hasta la playa de Herring Cove, situada en las costas de Provincetown (Massachusetts), un viernes por la mañana con el objetivo de faenar, como de costumbre, en unas costas que se conocen como la palma de su propia mano.

No es para menos, ya que este submarinista cuenta a sus espaldas con 40 años de experiencia en la península de Cabo Cod, lugar en el que se sitúa el citado municipio y la popular playa.

Precisamente desde esa cala habían salido bien temprano para disfrutar de un día de pesca submarina en inmejorables condiciones, con una visibilidad del agua de unos 6 metros, un factor a tener en cuenta por la gran cantidad de especies que alberga el Océano Atlántico a este lado del globo.

Según lo que comentó posteriormente al diario local Cape Cod Times, Packard se había adentrado a las profundidades marinas con su equipo de buceo como cualquier otro día buscando langostas, al mismo tiempo que su compañero lo esperaba en la superficie montado en el bote. Fue en ese momento cuando, de repente, todo se volvió oscuro.

"Sentí un gran golpe y todo se escureció", narró el marinero a la televisión local WBZ-TV, sin saber que se encontraba en la boca de una ballena jorobada, en la que pasó entre 30 y 40 segundos encerrado.

Según lo comentado por el propio pescador a los citados medios, primero pensó que había sido atacado por uno de los múltiples tiburones blancos que habitan las aguas de la zona, pero luego tocó los laterales de la boca del animal y se percató de que no tenía dientes.

Fue en ese mismo instante cuando se dio cuenta de que se encontraba dentro de la boca de una ballena jorobada, que estaba tratando de engullirlo. Según lo relatado por Packard a los medios, en ese momento se acordó de su mujer y de sus hijos, ya que pensó que se moriría.

Sin embargo, tal y como llegó hasta la boca del gigante marino, salió. El animal subió de golpe a la superficie y empezó a sacudir la cabeza, lanzando al buzo en el proceso, que salió disparado hacia el aire hasta que cayó, de golpe, al agua.

De repende se encontraba libre y flotando en medio del mar, sin ser capaz de dar credito a lo que le había ocurrido y al hecho de que estaba vivo para contarlo.

Paralelamente, su compañero de faena se encontraba encima del bote buscándolo desesperadamente, tratando de localizar el rastro de burbujas de oxígeno que debía emitir el respirador con el que Packard había descendido. Cuando lo vio en la superficie, corrió rápidamente para arrastrarlo hasta el bote, desde el que lo llevó a tierra y llamó a emergencias.

Milagrosamente, Packard solo se había dislocado la rodilla y estaba vivo para contarlo, a pesar de estar a punto de ser engullido por un animal que puede llegar a medir unos 15 metros de largo y pesar cerca de las 40 toneladas.

Pese a lo aparatoso del incidente, lo cierto es que estos gigantescos animales no se alimentan de personas, al contrario, tratan de evitarlas, motivo por el que seguramente escupió al pescador tan pronto como se percató de que lo había 'cazado'.

Las ballenas jorobadas suelen alimentarse abriendo su boca de par en par con el fin de capturar al mayor número de presas posibles, principalmente pequeños peces o crustáceos como el krill, pero en esta ocasión y por accidente, también capturó al buzo, que a pesar del susto, está vivo para contarlo.

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