Inmaculada Ibáñez de Cáceres, investigadora: “Lo que importa son las ideas, no que seas hombre o mujer"

Aunque nos dicen constantemente que no hay mujeres en la ciencia, su laboratorio es mayoritariamente femenino

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Laura Otón

Publicado el - Actualizado

6 min lectura

Inmaculada Ibáñez de Cáceres trabaja cada día en uno de los laboratorios donde se busca la mayor de las esperanzas: La esperanza de seguir viviendo cuando el cáncer te golpea. Varias personas hacen cola para pedir cita en el mostrador donde se gestionan las pruebas genéticas porque en ellas empieza o acaba todo. Nos recibe con su bata blanca de investigadora y esa sonrisa de aplomo de las que no se rinden hasta dar con la molécula necesaria. Es un trabajo imprescindible que sin embargo transcurre en la sombra para la sociedad. Y aunque nos dicen constantemente que no hay mujeres en la ciencia, su laboratorio es mayoritariamente femenino. Esta bióloga, investigadora del instituto IdiPAZ se ha propuesto desarmar la resistencia a la quimioterapia en cáncer de pulmón y ovarios.

Dicen que no hay mujeres en la investigación pero en tu laboratorio sois mayoría.

En la investigación hay más mujeres que inician el periodo predoctoral, pero después, según el CESID, cae estrepitosamente el número de mujeres que siguen su trayectoria como científicas de élite, y sin embargo los chicos son los que continúan, son los que más se marchan al extranjero y vuelven con un puesto de más relevancia.

¿Y eso por qué sucede?

Hay diferentes teorías nosotras nos ponemos nuestras propias trabas biológicas. Te marchas y si tienes pareja, un proyecto de vida, tienes que volver. Y luego la presión social porque crecemos pensando que es responsabilidad nuestra tener más tareas de responsabilidad con la familia y si te vas, dejas parte de esas responsabilidades. Hablo por mí, a mí me costó dar el paso, pero siempre he tenido detrás una sensación de estar haciendo algo mal. Es una carga emocional. También hay trabas administrativas.

¿Quieres decir que por ser mujer la administración te pone trabas?

Sí. En el día a día no tengo problemas con mis compañeros, en el día a día lo que importa son las ideas buenas y la manera de ejecutarlas. En el día a día mis compañero no me valoran de diferente manera pero he tenido problemas administrativos. Me han puesto en inferioridad frente a mis compañeros sin tener la culpa mis compañeros. Recién dada a luz con dos niños prematuros, que necesitan una gran atención, tenía que presentar la renovación de los proyectos de investigación y hay que hacerlos en unas fechas concretas, y tienes que hacerlo porque si no pierdes tus proyectos de investigación, te sales de la cadena. Tengo compañeras que han tenido que renovar sus contratos de investigadores que se hacen en unos días de evaluación con expertos, y han ido habiendo dado a luz dos días antes. Te juegas tu contrato, tu continuidad independientemente del momento en el que te encuentres.

Resumiendo mucho su curriculum, es lo que siempre se ha dicho coloquialmente “una eminencia en ciencia”.

Yo no diría tanto, soy una persona muy motivada por el trabajo que hacemos en el día a día y soy una pieza más para acercar la investigación al paciente.

Intentamos encontrar dentro de la genética y epigenética del tumor, extraer toda la información para identificar alteraciones que puedan permitir para diseñar nuevos fármacos y hacer un tratamiento más personalizada. Es una carrera de obstáculos a largo plazo, pero ya hemos encontrado varias moléculas y la aplicabilidad de su uso en distintas tipos tumorales.

Usted se marchó a estudiar a Estados Unidos y sin embargo vuelve a España ¿por qué? 

Llega un momento que estás muy bien y si te quedas más, te quedas para siempre. Tenía un buen currículum y sabía que tenía que volver. Me siento muy unida a mi país, he estudiado con beca desde EGB, la universidad y hasta el doctorado, siempre me he sentido en deuda, necesitaba devolver a mi país parte del conocimiento adquirido, a la vez que estar cerca de mi familia.

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Inmaculada Ibáñez de Cáceres, investigadora: “Lo que importa son las ideas, no que seas hombre o mujer

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Estás en el top 10 de los investigadores españoles y tienes tu familia, ¿cómo has conseguido conciliar?

Con ayuda- se ríe- mis padres me han ayudado mucho, y mi marido que junto a mi padre le considero un gran hombre, han sido los impulsores de mi carrera. Nunca me ha puesto ninguna traba, dispuesto a colaborar con todo. Sin su ayuda no podría hacer lo que hago, él también trabaja pero entiende mi profesión y sin su ayuda no podría desarrollarla.

¿Te consideras feminista?

No, me considero igualitaria, no sé si existe esa palabra. Creo que la sociedad está formada por hombres y por mujeres. Que tienen que trabajar conjuntamente en igualdad para hacer que las mujeres sean valoradas por los hombres en el día a día y sean impulsoras de sus propias compañeros. Que juntos uno pueda desarrollar las capacidades que tengas y como mujer no te pongas limites por el hecho de serlo. No es una tarea que recae en la mujer, sino en la sociedad. Los hombres son una partida fundamental para que una mujer pueda desarrollarse, si tu quieres mejorar tienes que contar con los hombres, están contigo, no son tu enemigo. Yo ayudo a mis compañeros y mis compañeros me ayudan a mi.

¿Quién es la mujer más importante de tu vida?

Mi madre, es una luchadora. Toda su vida ha tenido una vida muy complicada con muchas enfermedades y es la primera que te dice no quiero verte en la cama arriba. Una hermana mía falleció de un tumor cerebral con 24 años y fue la primera que dijo “venga todo el mundo tiene que seguir con su vida” y hay que luchar y seguir, la vida está llena de piedras y estamos aquí para saltarlas, nos ha enseñado valor, entereza, honestidad.

Que le dirías a una niña desde tu experiencia vital, que dentro de diez años sea toda una mujer. 

Querría dos cosas que lo que has visto en casa, la igualdad, lo puedas llevar al resto de tu vida. No tienes que hacer más cosas por ser mujer ni menos por ser mujer. Mantén esa igualdad en las decisiones en el resto de tu vida. Y segundo, no te sientas responsable de faltar en casa si tu profesión te lo pide, no es tu responsabilidad que una casa funcione es responsabilidad de todos los de la casa, tu responsabilidad es aportar tu parte, si tu estás feliz todos estarán felices.

¡Qué mala es la culpa!

Llevo, no sé cuantos años, yéndome de congreso y cuando cierro la puerta para montarme en el taxi a las tres de la mañana, siento una presión en la boca del estómago. Y pienso: no voy a estar para hacer los deberes, ¿irá bien peinada la niña al colegio?, ¿se le romperán los pantalones al niño?…- carcajada- Es una sensación de culpa que te persigue, es mala….-silencio- hay que atajarla, me voy con una sensación de culpa, pero me voy.

¿Y que haría el paciente sin su sentimiento de culpa? Sí, lo sentimos por ti Inmaculada, pero necesitamos que sigas sintiendo esa culpa, porque gracias a la culpa por tu entrega hoy por hoy se salvan vidas en España.

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