Las claves para ahorrar en la factura de la luz: hasta 200 euros anuales de diferencia en función del contrato
Cambiar de tarifa y/o de compañía es gratuito y rápido
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Con idéntico consumo y la misma potencia, hay diferencias de hasta 200 euros al año en la factura de la luz en función del contrato que tengamos. Según los expertos consultados por COPE, antes de cambiar es preciso saber si estamos en el mercado libre o en el regulado, las condiciones de nuestro contrato y comparar distintas ofertas hasta detectar las que nos pueden hacer ahorrar más, ahora que la electricidad está en máximos históricos.
A pesar de que cambiar de contrato es una operación gratuita y rápida, no son muchos los consumidores que se aventuran. En los últimos 8 meses lo han hecho 200.000 usuarios que han transitado del mercado regulado al libre pero la realidad es que en España 3 de cada 4 usuarios no conocen las diferencias entre los dos sistemas. Actualmente hay algo más de 16 millones de consumidores en el mercado libre y algo más de 10 millones en el regulado. Y según un reciente estudio solo uno de cada 10 consumidores ha tratado de cambiar la tarifa de la luz que tiene contratada en los últimos meses.
¿Cuáles son las diferencias entre el mercado libre y el regulado?
La principal diferencia es el precio. La tarifa regulada se llama PVPC (Precio Voluntario al Pequeño Consumidor) y en este sistema el precio cambia cada día y cada hora en función de la oferta y de la demanda en el mercado eléctrico. Algo que hace por ejemplo que la electricidad sea más cara en invierno y en verano o cuando intervienen factores externos como en este momento la subida del precio del gas. A esta fluctuación se une la tarificación en tres tramos que entró en vigor el pasado junio. El resultado es que es imposible saber cuánto pagaremos por nuestro consumo diario. En este sistema solo se admiten a consumidores con menos de 10 kWh de potencia, no tiene permanencia y solo la tienen unas pocas comercializadoras.
En el mercado libre hay mucha mayor competencia, casi 300 actores proponiendo diferentes tarifas y contratos muy diversos que suelen ser más estables para el consumidor que puede saber de antemano lo que va a pagar, aunque no siempre sea más barato que en el mercado regulado. Para sacarle partido a esta posibilidad que existe desde que se liberalizó el mercado en 2009 y, en general para cualquier cambio, es preciso conocer bien qué tipo de consumo haces.
¿Qué debemos comparar?
“Es preciso desdramatizar porque no hay que hacer ningún master para cambiarnos de compañía o de tarifa eléctrica. Lo primero necesario conocer bien la propia factura y ver las condiciones como con cualquier otro producto. Lo que tenemos que comparar siempre es el precio del término fijo y del término variable y para ello siempre debemos tener como referencia el precio del mercado regulado, el PVPC” explica a COPE José Luis Sancha autor de “Presume de entender (a fondo) las facturas de la luz y del gas”.
Para este ingeniero y también para las asociaciones de consumidores consultadas por COPE, una vez conocidos nuestros hábitos de consumo y esos precios que figuran en nuestra factura es útil acudir a un comparador de tarifas independiente como el que gratuitamente propone la Comisión Nacional del Mercado de la Competencia (CNMC).
Algunos consumidores pueden hacer directamente la comparación por medio de un código QR que recogen algunas facturas. Otros, para obtener en cuestión de segundos la oferta de luz que más les conviene, tendrán que aportar algunos datos como la potencia que tienen contratada, la estimación de consumo eléctrico anual (resultante de la suma de lo consumido cada mes en el último año que también viene en la factura), las características de la vivienda o del clima en el lugar de residencia y los usos y hábitos de consumo.
Solo tras comparar es posible plantearse el cambio
Merece la pena hacer el ejercicio de escudriñar nuestra factura si tenemos en cuenta que según explica a COPE Enrique García, portavoz de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU): “usar un comparador independiente facilita el cambio y el ahorro porque según denunciamos hay sobreprecios de hasta 200 euros al año en el contrato de la electricidad”.
Denuncia malas prácticas de algunas comercializadoras en la letra pequeña, en la publicidad engañosa o en las cláusulas abusivas que incluyen los contratos aprovechando el desconocimiento de muchos consumidores. Considera que el PVPC “sigue siendo interesante a pesar de que la coyuntura favorece transitar hacia el mercado libre del que pueden beneficiarse sobre todo usuarios activos que comparan las ofertas y que tienen elementos suficientes para comparar”.
Para García dos situaciones merecen especial situación antes de lanzarnos a la piscina especialmente en el mundo de las tarifas libres en las que hay casi 300 comercializadoras en España.
“En el mercado libre hay tarifas que se pueden llamar tarifas clara, sencilla o zen que son, de todo, menos barata”, asegura el portavoz de la OCU que recomienda también ser vigilantes “con el precio de renovación que a veces incluye drásticas subidas porque en muchos contratos falta transparencia”.
¿Es difícil cambiar de contrato?
Si no hay deuda pendiente o una permanencia mínima fijada en el contrato y ya sabemos lo que queremos o la tarifa que más nos conviene, es fácil cambiar de contrato y también de sistema. Basta con solicitarlo por teléfono a la nueva compañía que se encargará de los trámites.
“Los cambios de comercializadores es un proceso gratuito, nos tienen que informar de los plazos y enviarnos las condiciones por escrito. Suele ser un cambio bastante rápido porque hoy en día son todo contadores digitales y solo es un cambio de software. Hoy en día no es complicado, lo complicado es cambiarse sin mirar la letra pequeña” explica Fernando Moner al frente de la Confederación de Consumidores y Usuarios (CECU).
“No debe haber frenos para cambiar de comercializadora, ni del libre al regulado o al revés y se tramita de forma casi inmediata” recuerda García.
Y según Sancha “incluso aunque los contratos en el mercado libre sean generalmente por un año no suele haber problemas para cambiar de sistema salvo que hayamos firmado una permanencia”.
Muchos consumidores son reacios al cambio o incluso a estudiar un posible cambio, pero según este ingeniero “igual que nos fijamos en el precio de las patatas o de nuestro teléfono debemos fijarnos en el de la electricidad”.
Es una posibilidad más de ahorrar junto con limitar nuestro consumo o modificar nuestros hábitos ya que según recuerda Moner “si conseguimos un kilovatio más barato por supuesto que ahorraremos, pero al final la energía más barata es la que no se gasta y no solo para nuestra factura sino en términos de sostenibilidad”.
El 94,2 por ciento de los contratos de electricidad en España tienen una potencia contratada inferior a los 10Kw (la que permite acceder al mercado regulado). Consumen el 30 por ciento de la energía eléctrica total en nuestro país según los últimos datos de la CNMV de mayo de 2021. La potencia media contratada es de 3,8 kW en el mercado regulado y de 4,2kW en el mercado libre.
La factura del consumidor medio de menos de 10 KW se encareció un 37 por ciento en mayo de 2021 con respecto a mayo de 2020.