Los donantes de plasma quieren ser útiles hasta que haya “efecto vacuna”
Quienes tras superar la enfermedad se han convertido en donantes de sangre esperan ser útiles hasta que la extensión de la vacunación genere un verdadero efecto de protección
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Quienes tras superar la enfermedad se han convertido en donantes de sangre esperan ser útiles hasta que la extensión de la vacunación genere un verdadero efecto de protección frente a la COVID 19 en el conjunto de la población. Es lo que desea Fulgencio Bandera a punto de donar su plasma por cuarta vez. Está entre el 13 y el 15 por ciento de los donantes cuyo nivel de anticuerpos permanece alto con el paso de las semanas. Es lo que se denomina, un superdonante.
“Yo siempre estoy a la espera de que me llamen de donantes, del servicio médico de salud y, en cuanto me llaman, voy. Y voy a acudir las veces que haga falta, no sé por cuanto tiempo podré seguir donando pero esperemos que hasta que todo el mundo se haya vacunado, eso sería lo mejor” explica a COPE Fulgencio quien acaba de cumplir 61 años.
Cada donante de plasma de convaleciente acude de media entre 3 y 4 veces al centro de transfusiones cada 15 días, tres semanas o un mes en función de las necesidades. Quienes como Fulgencio mantienen altos sus niveles de anticuerpos pueden donar durante más tiempo y su plasma es especialmente útil.
“Cada vez que nos extraen el plasma son 600 mililitros y sirve para tres personas según me han comentado los médicos” señala Fulgencio hiperinmune a la COVID 19 y “muy contento de poder ayudar”.
Todo comenzó cuando su mujer enfermó de COVID-19. Una vez recuperada supo que él también se había contagiado a pesar, en su caso, de la ausencia de síntomas. Al mismo tiempo descubrió que su nivel de anticuerpos era anormalmente alto lo que le convertía en un candidato ideal para donar su plasma. Fulgencio no lo dudó y acudió a su centro de referencia en León.
“Es fácil, estás unos 40 minutos, te extraen la sangre, luego pasa a una máquina que filtra la sangre y sitúa el plasma en un depósito diferente y luego te devuelven el resto de tu sangre y ya está. Tardas menos en recuperarte que de una donación completa de sangre”, subraya.
Y es que según explica a COPE Cristina Arbona al frente del Centro de Transfusión de la Comunidad Valenciana “cuanto más alto es el título de anticuerpos mejor es la respuesta de quienes reciben ese plasma, el donante mejor es el que tiene más de 40 años, los que han tenido la enfermedad de forma moderada a grave y también los varones porque en ellos se puede recoger una mayor cantidad de plasma, de forma más sencilla y más barata”.
Solo hay dos formas subraya esta hematóloga de ser beneficiario de plasma de convaleciente en España “bien porque están dentro de un ensayo clínico y cumplen una serie de requisitos o bien porque un médico se lo prescribe tras constatar que puede ser útil para su paciente”.
Las transfusiones de plasma de personas con altos niveles de anticuerpos como Fulgencio están demostrando ser útiles para reducir la gravedad del coronavirus en personas de alto riesgo que acaban de enfermar. Según una investigación llevada a cabo con 160 pacientes mayores en Argentina las transfusiones urgentes de plasma de donantes con alto grado de inmunidad redujeron a la mitad la posibilidad de necesitar un respirador.
Y lo que se está viendo según Arbona “es que es mejor administrar la dosis de plasma cuando antes ya que es lo más eficaz”.
También en el Hospital madrileño de la Paz están inmersos en un ensayo clínico sobre el uso de plasma en pacientes graves de COVID. Los primeros resultados con 100 pacientes y aún preliminares demuestran según explica a COPE el médico de la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) Manuel Quintana “una mejora tanto por la disminución de la estancia media en la UCI como por la caída en la mortalidad, pero son conclusiones que aún debemos demostrar con otros 100 pacientes en una ampliación del estudio que está en marcha”.
La Comisión Europea ha anunciado esta semana que destinará 36 millones de euros para financiar 24 proyectos para la recolección de plasma de donantes recuperados de la COVID 19 para tratar a nuevos enfermos en 14 países de la Unión Europea, incluida España.
Además de las transfusiones a pacientes enfermos para aumentar su inmunidad y su capacidad para combatir el virus, el plasma también puede servir para desarrollar medicamentos eficaces contra la COVID-19 que, de momento, brillan por su ausencia.