¿Los edificios de España soportarían un terremoto como el de Turquía?: “Vamos muy retrasados”

El terremoto que ha tenido lugar en el norte de Siria y parte de Turquía, ha conmocionado a todo el planeta. Más de 3.000 edificios se han derrumbado y esto ha causado la muerte de miles de personas. Viendo estas terribles imágenes de cómo se desploman grandes estructuras, nos han surgido varias dudas sobre la prevención de este tipo de derrumbamientos.

En COPE hemos hablado con Amadeo Benavent, catedrático de estructuras en la Universidad Politécnica de Madrid y Doctor en ingeniería por la Universidad de Tokio.

Actualmente contamos con la tecnología y el conocimiento suficiente para prevenir o reducir los daños de una edificación ante un terremoto. Existen edificios anti sismos, que son el resultado de años de investigación de ingenieros sísmicos. Las soluciones que hay para proyectar y diseñar edificios frente a sismo, están divididos en dos grandes grupos: estructuras convencionales y estructuras avanzadas.

Estructuras convencionales

El Doctor Benavent explica en qué consisten: “Las estructuras convencionales se preparan para que en caso de un terremoto severo, sean capaces de deformarse plásticamente, dañándose, pero sin llegar a colapsar. Esas estructuras después de un terremoto fuerte van a quedar dañadas, y muy probablemente habrá que demolerlas. Pero no van a colapsar y no van a provocar la perdida de vidas humanas”.

Estructuras avanzadas

Las nuevas tecnologías han llevado a los expertos a perfeccionar sus métodos: “Las estructuras avanzadas lo que hacen es incorporar elementos especiales, de diferente tipo, los más populares son los disipadores de energía. Lo que hacen estos elementos es proteger la estructura principal frente al terremoto, disipando la mayor parte de la energía que produce el sismo. De esta manera, después de un terremoto incluso fuerte, la estructura queda prácticamente sin daños y se puede seguir ocupando”.

La ingeniería sísmica busca minimizar los daños materiales lo máximo posible, y así proteger el mayor número de vidas posible. Amadeo ha profundizado en este tema: “En zonas sísmicas las normativas de los países obligan a que los edificios se proyecten de una determinada manera para que en caso de terremoto, esas estructuras puedan resistir y evitar la perdida de vidas humanas que es el principal objetivo. Y esto sobre todo se hace desde principios del siglo XXI”.

¿Cómo absorben los edificios la energía de un terremoto?

Un terremoto es un fenómeno que introduce energía en una estructura desde el suelo. Y la supervivencia de los edificios depende de la capacidad que tengan sus cimientos para absorber esa energía sin colapsar. Existen dos formas de absorber esta energía, cómo se ha mencionado anteriormente, de una forma convencional o avanzada.

En el caso de las estructuras convencionales: “La manera convencional de hacerlo, consiste en permitir que se deforme plásticamente determinadas zonas de la estructura, que suelen ser los arranques de los pilares y los extremos de las bigas”.

¿Y qué ocurre en las estructuras avanzadas?: “Esa energía se disipa en unos elementos especiales que se llaman disipadores, es algo parecido a los amortiguadores de los vehículos pero a gran escala. La clave para que el edificio sobreviva al terremoto es que sea capaz de disipar esa energía, para eso necesita tener suficiente flexibilidad lateral y sobre todo tener suficiente capacidad para absorber esa energía”.

“España va muy retrasada”

Actualmente la mayoría de los países tienen una normativa orientada a estructuras convencionales, pero la futura normativa sísmica que tendrá Europa también incluirá normas para proyectar estructuras innovadoras. Esta actualización sería lo más cercano a las estructuras anti sísmicas.

El Doctor Benavent advierte de los problemas que existen actualmente en Europa: “El problema de los edificios existentes aquí en España y en Europa es muy importante. En Europa hay aproximadamente 24 billones de metros cuadrados construidos,de ellos, aproximadamente 10 billones se construyeron antes de los años 60. Y están basados en normativas sísmicas muy anticuadas o directamente sin normativas sísmicas. Esas edificaciones son muy susceptibles de sufrir daños importantes incluso frente a terremotos no muy fuertes, tenemos el ejemplo de Lorca del año 2011”.

En España la normativa sísmica para edificios es del año 2002, y cuando se hizo ya era una normativa que estaba obsoleta porque por aquel entonces ya estaba funcionando a nivel europeo la primera generación de euro códigos. Esto es una normativa europea que han adoptado la gran mayoría de países, a falta de Italia y España. Aún no hemos adoptado la primera generación de euro códigos, y Amadeo opina al respecto: “Actualmente la normativa sísmica española está tan desfasada que este tipo de sistemas avanzados no los contemplan. Sí que lo van hacer en la segunda generación de euro códigos que saldrá dentro de tres o cuatro años”.

¿Qué es más seguro ante un terremoto? ¿Una casa o un piso?

El experto lo deja claro: “No es una cuestión del número de plantas, depende de la preparación de la estructura a la energía que recibe a través del sismo. Si son viviendas que no tiene capacidad de disipar energía da igual, pueden colapsar”.

En el caso de ser propietario de una vivienda antigua, también se pueden llevar a cabo trabajos para reforzar los cimientos ante un posible terremoto. Amadeo Benavente, da las claves: “Lo que hay que hacer con este tipo de estructuras es reacondicionarlas, y esto se puede hacer mediante el refuerzo de bigas y pilares, o mediante tecnologías avanzadas que consisten en implementar disipadores de energía”.

Aunque para que esas soluciones se puedan implementar, primero tiene que estar preparada para ello la normativa sísmica del país. Y a nivel de España es uno de los grandes problemas que tenemos.