Los expertos dudan de la necesidad de una vacuna actualizada para la variante ómicron

Los inmunólogos creen que llegará tarde para frenar la sexta ola

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Los expertos dudan de la necesidad de una vacuna actualizada para la variante ómicron

Carmen Labayen

Publicado el - Actualizado

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La necesidad de una vacuna actualizada para Ómicron, en la que trabajan los laboratorios desde que se conocieron las mutaciones especiales de la nueva variante, genera dudas en los inmunólogos consultados por COPE. Lo consideran prematuro además de un escenario improbable y tampoco creen que la nueva versión llegue a tiempo para frenar el ascenso exponencial de la nueva cepa en países como España.

Sí admiten que, tanto el aumento de los contagios detectado entre personas ya inmunizadas o que ya superaron la COVID, como diferentes estudios demuestran que Ómicron, que está creciendo de forma exponencial en nuestro país, tiene más facilidad para escapar a las vacunas que sus predecesoras, pero consideran que aún no hay suficientes datos para dar por finiquitada la eficacia de los inyectables elaborados a partir del coronavirus original la de Wuhan.

“Parece que la variante ómicron está impactando sobre las vacunas actuales, que no alcanzan el perfil de eficacia que tenían frente a variantes anteriores, pero si tienen un valor razonable que se incrementa considerablemente cuando aplicamos la tercera dosis” explica en COPE Amós García presidente de la Asociación Española de Vacunología.

Actualmente en España casi el 90 por ciento de la población ha recibido dos dosis de la vacuna y estamos en plena campaña de las dosis de refuerzo que para la mayoría son terceras dosis, algo que se hace en paralelo a la vacunación infantil. Por el momento y según los últimos datos de Sanidad, 7 de cada 10 personas mayores de 60 años han recibido esa dosis extra o “booster” a la que también han accedido ya la mitad de los vacunados con Janssen.

Que sea necesario actualizar la vacuna es para Amós García “un escenario improbable, no hay de momento ninguna evidencia de que sea necesario. No hay suficiente conocimiento científico para decidir y aún debemos esperar para tener una idea más concreta de nuestra respuesta inmunológica ante Ómicron”.

Para Marcos López, al frente de la Sociedad Española de Inmunología, “las vacunas modificadas van a ser importantes de aquí en adelante, van a aparecer probablemente nuevas variantes y tenemos que ir adaptándonos y adaptando las vacunas pero, ahora mismo, para la ola en la que estamos, la vacuna actualizada no va a llegar a tiempo y lo que tenemos que hacer es protegernos con las vacunas que tenemos y con las medidas no farmacológicas: la prudencia en los contactos, la mascarilla y la ventilación”.

También prematuro considera el debate sobre las vacunas de segunda generación José Antonio Forcada, presidente de la Asociación Nacional de Enfermería y Vacunas, “antes tenemos que saber con datos reales, además de los que obtenemos en laboratorio, y con precisión cuál es el escape a la vacuna con Ómicron. Solo después podremos determinar si es necesario poner en circulación una vacuna específica para hacerle frente”.

Pero desde que se supo de Ómicron y de sus de 50 mutaciones, los laboratorios que crearon las vacunas actualmente en uso anunciaron que trabajarían en actualizarlas, algo que, por cierto, han hecho con variantes anteriores sin que fuera necesario finalmente modificarlas ya que la inicial ha brindado hasta el momento niveles suficientes de prevención.

Una operación, la de actualizar vacunas, que según los expertos consultados por COPE no es difícil desde un punto de vista tecnológico, especialmente para las vacunas de ARN como Pzifer o Moderna pero que puede hacerse también con el resto de las vacunas aprobadas hasta el momento en la Unión Europea y que calculan llevaría entre tres y seis meses.

¿Qué pasaría entonces con las vacunas originales?

De lograr llevar a cabo una actualización eficaz y el visto bueno de las autoridades sanitarias europeas y españolas, lo habitual en el ámbito de la política vacunal es, explican, que nos cambiaran las que tenemos por las nuevas siempre eso sí que sea lo que se ha pactado comercialmente algo sobre lo que según recuerda García “no ha habido transparencia” por parte de los fabricantes de vacunas.

De producirse el intercambio, las farmacéuticas no podrían utilizar las vacunas de primera generación para crear la versión actualizada. “Se tienen que elaborar desde cero, no pueden crearse a partir de las vacunas ya existentes. Los inyectables ya fabricados, distribuidos y guardados en congeladores tienen que administrarse como están. Se pueden dar a los no vacunados, también para terceras dosis que están funcionando y hay población suficiente para administrarlas”.

Según las últimas actualizaciones publicadas esta semana por el Ministerio de Sanidad, el riesgo de diseminación de Ómicron en España se considera muy alto y aunque se espera que la inmunización mantenga una efectividad mayor frente a la infección grave, los primeros estudios si muestran que con esta variante de la que alertó Sudáfrica tenemos más posibilidades de contagiarnos, incluso vacunados, y hay informes que señalan que se multiplica por tres el riesgo de reinfección con respecto a anteriores variantes. Si la mayor transmisibilidad de Ómicron se da por segura, los datos preliminares apuntan a que no está generando casos más graves de la enfermedad.

El ascenso de la variante Ómicron en España entre finales de noviembre y mediados de diciembre ha sido en flecha. En la última semana analizada y según los datos del Ministerio de Carolina Darias, se encontró la nueva variante en el 47 por ciento de las muestras secuenciadas muy dirigidas, según reconocen, a la detección de casos de alta sospecha. Una semana antes eran el 3,4 por ciento.

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