Los jóvenes “ninis” superan a los “sisis” por primera vez en 2022

1 de cada 3 jóvenes de menos de 25 años en situación activa está en paro

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Te lo cuenta la jefa de Sociedad, Nuevas Tecnologías y Casa Real en COPE, Carmen Labayen

Carmen Labayen

Publicado el - Actualizado

5 min lectura

En España hay en este momento 1,2 milones de “ninis”, jóvenes que ni estudian ni trabajan y casi 850.000 “sisis” que combinan formación con una ocupación remunerada. A diferencia de lo que ha ocurrido en los 6 primeros meses del año, en el tercer trimestre y según recoge la última Encuesta de Población Activa, el número de “ninis” supera el de “sisis” por primera vez en 2022 y en línea con lo ocurrido con los 15 años anteriores.

Y es que durante el tercer trimestre sumamos casi 340.000 jóvenes de entre 16 y 29 años no ocupados y que no cursan estudios y perdimos 120.000 jóvenes de esa misma edad ocupados y cursando estudios. Sin embargo, las cifras registradas entre julio y septiembre son similares a las que teníamos también en el tercer trimestre de 2021 cuando en sus fichas complementarias el Instituto Nacional de Estadística cifraba en 857.400 los “sisis” y en 1.143.000 los “ninis”.

Desde el Consejo de la Juventud de España (CJE) consideran que estas cifras no son el fiel reflejo de la realidad en nuestro país al incluir todos los jóvenes parados y todos los jóvenes inactivos sin tener en cuenta a quienes llevan a cabo actividades no remuneradas ni a quienes están buscando un empleo o no pueden trabajar.

Fuentes de este organismo consultadas por COPE cifran en 82.100 los jóvenes que ni trabajan ni buscan trabajo y que tampoco estudian ni tienen discapacidad ni están al cuidado de un familiar o llevando a cabo un voluntariado. Y todo porque según subrayan 2,4 millones de los 2,7 millones de personas de 16 a 24 años inactivas son estudiantes. Y a ellos hay que sumarles los 135.000 jóvenes que son inactivos por ser personas con discapacidad o dedicarse a cuidar de algún familiar o a un voluntariado. Con esta definición de nini estaríamos hablando subrayan del 3 por ciento del total de jóvenes de esta edad. Cifran, por su parte, en 464.000 los que compaginan estudios y trabajo.

Paro juvenil por encima del desempleo nacional

540.000 jóvenes de entre 16 y 24 años están en paro en España. La tasa de paro en esta franja de edad es del 31 por ciento, muy por encima de la que registra el conjunto de la población que, la última EPA, sitúa en el 12,67 por ciento. De incluir también a quienes tienen entre 25 y 29 años el total de jóvenes desempleados roza los 900.000. Y es que aunque la tasa de empleo ha aumentado entre los 16 y los 19 años, ha disminuido en el tercer trimestre entre quienes tienen entre 20 a 29 años con 53.700 ocupados menos.

Además mientras la tasa de paro del conjunto de la población en situación activa es practicamente la misma que en el segundo trimestre la de los jóvenes aumenta en 2,5 puntos en este tercer trimestre con respecto al anterior.

La formación clave para el empleo que requiere también de experiencia

En España hay 464.000 jóvenes de 16 a 24 años que trabajan y estudian a la vez, son 4 de cada 10 de los jóvenes trabajadores de nuestro país y la cifra ha ido creciendo desde 2013 por exigencias del mercado laboral y también por la mayor digitalización, la caída de la tasa de abandono escolar temprano y por formaciones tanto universitarias como de FP cada vez más prácticas.

Tanto en los datos de paro mensuales como en los trimestrales, las cifras también demuestran que a mayor nivel de formación mejor es también la calidad del empleo y que el mercado laboral también valora la experiencia profesional incluso aunque ese empleo se haga en un ámbito de trabajo diferente del puesto de trabajo al que opta el aspirante. Así lo ve Marcel Jansen que es investigador de la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (FEDEA) y profesor de Economía en la Universidad Autónoma de Madrid.

Sin embargo en España el número de jóvenes que estudian y que a la vez trabajan es la mitad de los que de media registran los países de la OCDE . Además y según explican Jansen en nuestro país “los que se forman más en el empleo suelen ser los que ya cuentan con el mayor nivel educativo”.

A su juicio, hay cada vez una mayor concienciación de que es positivo combinar estudios y trabajo y el aumento de los jóvenes en esta situación contribuirá a reducir las cifras del paro juvenil.

No todo es positivo de estudiar y a la vez trabajar según subraya en COPE Albert Sangrá, catedrático y profesor de estudios de psicología y educación en la UOC, “lo es cuando hablamos de completar una formación y menos cuando lo que hay detrás de ese empleo es la necesidad de ingresos económicos para poder estudiar y los estudios se pueden resentir.”

Para Jansen todo empleo “facilita adquirir habilidades tanto cognitivas como no cognitivas que pueden ser útiles para ese joven en su vida personal y profesional” y Elisenda Farrás, Directora del Area de Servicios de Orientación y Carrera Profesionoal en la UOC, señala que “aunque pueda tardar más en completar los estudios, los jóvenes que además trabajan tienen después ventaja en el mercado laboral sobre los que solo estudian”.

Para Jorge Blanco, investigador de sociología aplicada de la Universidad Complutense de Madrid, el trabajar por motivos económicos puede implicar también “un menor aprovechamiento académico que finalmente también pueda impactar negativamente en las posibilidades de tener un futuro empleo en el mismo ámbito de los estudios porque no todas las formaciones son compatibles con los horarios laborales ni con el esfuerzo que requieren algunos empleos”.

Herrera en COPE

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