Los profesores arrancan el curso escolar con bastantes interrogantes sobre la nueva ley educativa
Lamentan la burocracia que implica y que les reste tiempo de los alumnos
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En este arranque de curso escolar cambia la forma de aprender y también de enseñar y de evaluar. Habrá nuevas asignaturas y optativas, pero los profesores arrancan el curso con las dudas propias de quien carece de una hoja de ruta. Les falta según cuentan en COPE formación sobre la nueva ley y también las directrices para elaborar las nuevas programaciones. Auguran un mes de septiembre en el que van a tener que destinar más tiempo a labores administrativas y burocráticas que a sus alumnos. Ellos son su motor a veces lastrado, lamentan, por la falta de un Pacto Educativo.
“Llevo 12 años y entré con una ley, he vivido otro cambio de ley y ahora uno más, voy por la tercera ley educativa. Ahora toca esforzarse de nuevo para tratar de adaptarnos a la nueva reforma pero no tengo muy claro hasta cuándo va a estar en marcha y si cambia el Gobierno mucho me temo que vamos a cambiar de ley y que no va a acabar de implantarse ésta” explica a COPE Ana Pleite tutora y profesora de ESO en el colegio concertado San José de Getafe.
Es una sensación generalizada porque es lo que viene ocurriendo en España con la sucesión de 8 leyes educativas en democracia. Este último cambio ha va a implicar editar, entre 8.000 y 9.000 libros nuevos para todos los niveles educativos según explican a COPE desde Anele donde cifran en entre 10 y 15 millones de euros lo que han invertido las grandes editoriales de libros de texto y material educativo y en el 4 por ciento lo que subirá el precio de los libros en esta vuelta al cole marcada por la fuerte inflación.
Su presidente José Moyano espera que merezca la pena el esfuerzo que han hecho a contrarreloj por la tardanza primero de la administración y después de las Comunidades Autónomas en hacer públicos los decretos que les corresponden con el currículum de enseñanzas mínimas para cada etapa educativa. Siete regiones siguen, de hecho, sin hacer públicos sus decretos con la parte de desarrollo que les corresponde y que supone entre el 40 y el 50 por ciento de los temarios. Se trata de País Vasco, Cataluña, Canarias, Galicia, Madrid, Murcia y Andalucía.
“Entiendo que la implantación de la ley será un proceso de dos o tres años como mínimo si no llega antes un cambio de ley porque si hay cambio de Gobierno y, a falta de un Pacto Educativo, nos podemos encontrar con que el esfuerzo y la inversión que estamos haciendo caiga en saco roto”, subraya.
Dudas en la aplicación de la ley y mucho papeleo para los profesores
“Al cambiar la ley la programación didáctica no se puede hacer porque necesitamos que nos manden un documento de cómo aterrizar la ley. Necesitamos directrices y esas directrices con el curso ya iniciado pues aún no han llegado” lamenta Pleite que imparte biología, física y matemáticas en secundaria. Es algo que afecta a todos los niveles educativos. En Bachillerato trabaja Begoña Mate y están en las mismas según explica en COPE: “Estamos un poco a la expectativa, hemos pedido ayuda a las inspecciones educativas por ejemplo en mi centro para dar alguna indicación más concreta en las nuevas programaciones y seguimos esperando”.
Para esta profesora del colegio madrileño Plaza Castilla: “el profesorado tiene que actualizarse estaremos de proceso de adaptación todo el año, de proceso de formación aún más y poco a poco irlo consiguiendo”.
A juicio de Alfonso Hernando director del colegio concertado madrileño Tajamar: “los cambios de ley implican para el profesor mucho más papeleo, mucha más burocracia y protocolos y a veces no nos damos cuenta de la carga extra que supone para el profesor que está a pie de obra. Hay que intentar que nos podamos dedicar a lo más importante y es que nos podamos dedicar a lo más importante que son los alumnos y las familias y en ayudarles a crecer”.
"Es verdad que los currículos se han aprobado tarde y que hubiera sido mejor esperar un año para que la formación fuera mayor y el cambio más real pero se ha hecho de esta manera y lo que tenemos gracias a Dios son profesores a pie de aula capaces de superar cualquier obstáculo como ya hicieron con el COVID” señala el director de este centro madrileño.
Coordinar en el último año con dos sistemas, el reto de los directores de centros
Las llamadas se suceden en los despachos de los directores de centros, también las idas y venidas de los profesores. Es algo normal en el inicio de cada curso pero este año el ritmo es aún mayor. En juego este curso coordinar dos sistemas, la LOMLOE basada en un aprendizaje por competencias y en saber aplicar lo que se aprende y la LOMCE más centrada en los conocimientos.
“Estamos con un teléfono al mismo tiempo suena otro y la verdad es que el inicio de curso es de infarto porque vamos a tener 3 cursos con una ley y otros 3 cursos con la otra y esto implica más trabajo: lo más difícil es cuadrar horarios y también hacer la programación porque en los cursos impares partimos de cero y no van a estar listas cuando lleguen los alumnos” explica a COPE María Victoria Martínez, directora del CEIP Nuestra Señora de los Dolores de Murcia.
“El problema es la prisa, el tener que hacerlo todo para ya y eso sin tener lista la legislación. Es mucho papeleo y no soy partidaria de tantos cambios legislativos que no llegan del sector sino de la política porque en cada uno de ellos nos implicamos con ilusión y luego nos dicen que ya no sirven para nada y te sientes engañada. Considero que el posible beneficio para el alumno no es tan grande como el cambio y el esfuerzo que supone cada reforma para todos” señala Martínez.
También frenético está siendo este inicio de curso para Alfonso Hernando muy centrado en organizar las nuevas asignaturas y optativas y en adaptar los cursos impares al nuevo enfoque algo que también deben explicar al resto de la comunidad educativa.
“Ya en las últimas reuniones del curso abordamos la reforma sin tener aún los decretos de desarrollo lo que supone la LOMLOE y en las reuniones de inicio de curso lo retomamos para explicar cómo se está aplicando la nueva ley y lo que va a suponer. La idea es ir aprovechando las reuniones que vayamos convocando a lo largo del curso para seguir formando y explicando en qué se está notando y que está suponiendo en los cursos en los que empieza a aplicarse la ley para cada asignatura”, explica.
¿Cuáles son los principales cambios con la LOMLOE?
En todas las etapas se quiere transitar hacia un aprendizaje por competencias centrado en saber aplicar lo aprendido y también cambian los criterios para evaluar a los alumnos y la forma de promocionar y de titular de los alumnos.
En Bachillerato se añade una nueva modalidad
A las modalidades existentes -Ciencias y Tecnología, Humanidades y Ciencias Sociales y Artes- se añade una más, el bachillerato general destinado a alumnos que buscan una educación más generalista. En esta etapa se podrá pasar de primero a segundo con dos suspensos y obtener el título con una pendiente siempre que se cumplan una serie de condiciones (alcanzar las competencias adecuadas, asistir a clase de forma continuada, presentarse a las pruebas y tener un cinco o más de media). A diferencia de lo que ocurre en primaria y secundaria, en bachillerato se mantienen los exámenes de recuperación. Se incorpora la perspectiva de género de forma transversal y se trabaja con la vista puesta en los objetivos que se quieren conseguir (el llamado perfil de salida).
Y se crean nuevas asignaturas, como Valores, Crecimiento en Armonía, Servicio a la Comunidad, Orientación Personal y Profesional o Coro. La Filosofía ha ganado peso en el currículo estatal de Bachillerato y lo ha perdido en el de la ESO, aunque casi todas las autonomías han salido en su auxilio y han protegido esta materia en sus normativas autonómicas.
En secundaria se eliminan los exámenes de recuperación
Es algo que ya se ha se ha aplicado ya este curso. Y es que el número de suspensos no va a ser el criterio determinante a la hora de promocionar de curso, sino que será el claustro de profesores el que tenga la decisión final. Como ya era el caso la repetición será excepcional pero se fija en dos como máximo el número de repeticiones en primaria y secundaria.
La educación para la salud, incluida la afectivo-sexual, la igualdad entre hombres y mujeres, el respeto mutuo y la cooperación entre iguales serán objeto de un tratamiento transversal, y todo el alumnado cursará Educación en Valores Cívicos y Éticos en uno de los años académicos de la etapa.
Y en primaria sin notas numéricas
En primaria se recuperan los tres ciclos que existían antes y solo se podrá repetir al final de cada uno de ellos, en segundo, cuarto o sexto. La evaluación del alumnado será global y continua y sus resultados se expresarán sin notas numéricas desde el insuficiente al sobresaliente.
Se refuerza la lectura y habrá más horas de Matemáticas, Conocimiento del Medio, Lengua y de Enseñanzas Artísticas. Y todas las áreas promoverán la igualdad, la educación para la paz y la educación para la salud, incluida la afectivo-sexual.
Mismo número de alumnos por aula
Para disgusto de los profesores y de algunas de las organizaciones que los representan se mantienen, con carácter general, las ratios tal y como estaban con la ley anterior: 25 alumnos por aula en el segundo ciclo de Infantil y Primaria, 30 en la ESO y 35 en Bachillerato.
Para Jesús Pueyo director general de la Federación de Sindicatos Independientes de Enseñanza (FSIE) “va a ser un curso de transición en el que el profesorado va a trabajar al máximo para sus alumnos a pesar de todas las dificultades. Un nuevo esfuerzo después de varios cursos muy duros como consecuencia de la pandemia de cuyos efectos no se ha recuperado aún la escuela”.