Método Pomodoro: ¿en qué consiste y por qué miles de estudiantes lo están utilizando para preparar la PAU?
Se trata de una técnica de gestión del tiempo que nació en los años 80 y que se está utilizando cada vez entre jóvenes (y no tan jóvenes)

Varias jóvenes repasan sus apuntes momentos antes de entrar para examinarse
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Queda menos para que los alumnos de segundo de Bachillerato de toda España se enfrenten a ese momento que los va a poner a prueba y que, quieran o no, es la puerta de entrada a su futuro profesional: la Prueba de Acceso a la Universidad (PAU) o la famosa Selectividad.
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Las fechas no son comunes a toda España y cada comunidad autónoma tiene ya fijados los días en los que se van a hacer estos exámenes. Lo que sí es común, desde luego, son los nervios de los miles de estudiantes, quienes apuran las últimas horas para terminar de repasar y preparar las pruebas.
Y es que en este contexto, ha ganado popularidad entre los jóvenes el método Pomodoro. Se trata de una técnica de gestión del tiempo que nació en los años 80 y que se está utilizando, cada vez más, entre los estudiantes que buscan rendir más y organizarse mejor. Ahora bien, ¿funciona?
¿Qué es el método pomodoro y cómo se aplica?
Este método fue creado por el estudiante Francesco Cirillo en los años 80 que utilizaba un temporizador de cocina con forma de tomate (de ahí el nombre de este popular método), para organizar su tiempo. Una idea muy sencilla, pero que ha valido para ayudara miles de estudiantes a lo largo de la historia.
Consiste en trabajar durante 25 minutos, de forma continuada, en una sola tarea, y después descansar durante cinco minutos. Un 'pomodoro' no es más que un bloque completo de 25 minutos de trabajo más cinco de descanso. Deberás realizar cuatro pomodoros seguidos (unas dos horas), y ahí se recomienda realizar una pausa larga, de entre 15 y 30 minutos. Durante los bloques de trabajo se recomienda alejarse de posibles distracciones, incluyendo, por supuesto, los teléfonos móviles o dispositivos electrónicos.

Estudiantes aguardan antes de poder acceder a las aulas para hacer los exámenes
De hecho, consiste en un método que se ha popularizado entre diversas universidades, que aseguran que es muy útil para los estudiantes porque mejora la concentración, reduce la fatiga mental e incluso fomentar la planificación del estudio a través de pausas muy regulares. Al ser bloques relativamente cortos y manejables, mantiene la motivación de los estudiantes.
¿qué dice la ciencia?
Diversos estudios han demostrado que la atención sostenida plena se mantiene durante unos 20 y 45 minutos, aunque depende de muchos factores, como son la persona, la tarea o incluso el entorno. En cualquier caso, un estudio publicado en Cognition en el año 2011 y realizado por investigadores de la Universidad de Illinois demostró que introducir pequeñas interrupciones durante tareas largas contribuía a que la atención se mantuviera estable durante ese tiempo.

Estudiantes haciendo el examen de PAU
De hecho, el investigador principal del estudio aseguró que el problema no es que se agote la atención, sino que esta se diluía cuando la tarea se hacía monótona. Por ese motivo, las pausas breves contribuyen a que el estudiante pueda reactivar el foco y mantener así el rendimiento.
Si bien es cierto que no es una fórmula mágica ni tampoco el método infalible para aprobar ese examen que tanto necesitas superar, sí es una herramienta útil para mejorar tu concentración, organizar el tiempo de estudio e incluso evitar que el agotamiento mental acabe con tu motivación.