Mirar el iPad, comerse un sándwich... los despidos aéreos más surrealistas

Un trabajador de Iberia fue despedido por lanzar las maletas de los pasajeros por los aires

Ryanair despidos

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

3 min lectura

El caso de Valentín Aguilar, la empleada que fue despedida después de doce años por comerse una empanadilla en el trabajo, ha tenido mucha cobertura en los periódicos. Seis meses después, un juzgado cordobés no solo no ha aceptado el vídeo del hurto como prueba en el juicio, sino que ha dictaminado que la trabajadora ha de ser readmitida, so pena de una indemnización de 19.000 euros.

Es un caso sorprendente, pero resulta más común de lo que pensamos. El caso de las aerolíneas es aún más reseñable, pues cuentan con algunos de los despidos más surrealistas que se conocen en la actualidad.

Despedida por comerse un sándwich...

En enero del 2017, cuando la joven azafata Shannon Gleeson era despedida por comerse un sándwich en medio de un vuelo. Resulta que no encontraba la comida que se había traído para el viaje, y cuando su superior le ofreció el manjar ella no pudo rechazarlo.

En este caso la justicia no se portó tan bien con ella. El tribunal de Cambridge terminó acusándola de no haber pagado la comida y de no tener un recibo, ante la desolación de la joven. “No soy una ladrona, como me han etiquetado”, afirmaba en una entrevista. Y, aunque se ofreció a pagar los 5'10 euros que costaba el sándwich, Ryanair mantuvo el despido por robo y falta grave.

...o un bocadillo

En 2011, un azafato de la misma compañía vivió una circunstancia parecida. En este caso, fue por un bocadillo de queso con tomate que costaba 5'5 euros, y que no abonó en el acto. El hombre intentó recurrir a un tribunal español, pero estos le dijeron que la competencia era del tribunal irlandés, donde se encuentra la sede de Ryanair. 

Este es uno de las pocas ocasiones en las que los trabajadores no han tenido el derecho de reclamar las malas acciones por parte de sus jefes.

Despedidos por mirar un iPad durante quince minutos

Y es que los vuelos y los despidos infructuosos parecen ir de la mano. Hasta este mes de marzo, Jeanne Stroup y Ruben Lee llevaban más de 75 vuelos combinados con la compañía estadounidense United Airlines, y en ninguno de todos ellos habían recibido una sola infracción. Sin embargo, cuando los pillaron mirando el iPad quince minutos y sin delantal mientras atendían a los clientes, fueron despedidos en el acto.

El encargado del avión consideraba que el comportamiento de sus subalternos representaba una ofensa similar a encender una fogata en el baño, y así lo afirmaría en el juicio posterior al que le llevarían los veteranos azafatos.

El jurado desoyó sus palabras y sentenció que la actuación de las aerolíneas había sido premeditada. Les compensó entonces con 150.000 dólares a cada uno, cantidad que creció a los 650.000 dólares por daños y perjuicios.

Despedido por lanzar maletas al aire

Pero hay otros casos en los que el despido sí que es procedente. Un empleado de Iberia fue grabado mientras lanzaba por los aires las maletas de los pasajeros, que caían al suelo con violencia. Los pasajeros del avión, indignados, golpeaban las ventanas para hacerse notar, pero el hombre parecía seguir con su tarea elevando a las nubes el carrito de un bebé.

La broma le costó cara. Iberia terminó suspendiéndolo de empleo y sueldo, y Aena lo calificó de un “caso aislado” entre los 7.000 trabajadores y los 29 aeropuertos que estaban en funcionamiento en España.

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