La mitad de las personas que hacen ayuno intermitente lo dejan al poco tiempo
No es ni mejor para la salud ni tampoco para adelgazar que otras fórmulas
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1 de cada 2 personas que emprenden un ayuno intermitente acaban dejando este patrón alimentario al poco tiempo de empezar: una altísima tasa de abandono que confirman a COPE desde la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición. Lo consideran una moda que cada vez más gente reclama en las consultas a pesar de que no se haya demostrado hasta el momento, subrayan, que sea mejor para nuestra salud o para adelgazar que otras formas de comer.
El ayuno intermitente es tendencia desde hace meses. Con la llegada el buen tiempo famosos e "influencers" venden sus ventajas para adelgazar en redes sociales y, a nuestro alrededor y a las puertas del verano, cada vez más personas lo prueban. Consiste básicamente en no comer a ciertas horas o ciertos días. Endocrinos y nutricionistas insisten que no es para todo el mundo y que es más importante lo que se come que los horarios.
¿Quién puede hacer ayuno intermitente y para quién es peligroso?
Los médicos consideran que en personas sanas que tienen un ligero sobre peso, con colesterol o con hipertensión puede ser una fórmula dietética como otras cuando se busca controlar el peso. Ni más ni menos eficaz.
“Es raro que un endocrino recomiende hacer ayuno intermitente porque no tiene una base médica bibliográfica potente. Los estudios que hay son a un año vista con resultados intermedios y no hay ningún estudio que demuestre que con esa fórmula hay menos ictus o menos infartos es algo que, por el momento, no se ha comprobado” explica a COPE Francisco Botella, coordinador del Área de Nutrición de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN)
Lo que está muy claro es quien no debe, bajo ningún concepto, emprender un ayuno intermitente.
“Para una persona con una enfermedad grave del hígado o del riñón o que esté operada del estómago; pacientes en quimioterapia, mujeres embarazadas o para quienes tengan un trastorno de la conducta alimentaria, está rotundamente prohibido porque sería peligrosísimo así que muchísimo cuidado” asegura el coordinador de la SEEN.
¿Qué es mejor ayunar algunas horas o un día entero?
Pues tampoco se sabe porque, de nuevo falta evidencia científica. Y es que según explica a COPE este endocrino: “no hay ningún estudio que haya comparado las diferentes modalidades de ayuno y haya encontrado diferencias. Es igual de bueno que cuando uno hace una dieta hipocalórica clásica todos los días que ayunar algunas horas al día, o ayunar unos días sí y otros no, es decir, que no hay una respuesta a esta pregunta”.
Calderón cree que a cada persona le va un sistema más que otro, en el sentido, de que le ayuda a controlar lo que come: “suelo recomendar o hacer días sueltos de ayuno o el sistema de 16 horas de ayuno y 8 horas para comer, te saltas el desayuno o la cena lo que prefieras. Luego hay ayunos que son más fuertes de varios días, pero esto ya me parece menos recomendable”.
Sea cual sea la fórmula elegida, recomiendan que siempre se haga bajo supervisión médica.
“Si alguien se anima a seguirlo que no sea por medio de blogueros, youtubers o instagramers que venden que hacen el ayuno, te explican cómo hacerlo y la verdad es que veo auténticas locuras y dietas muy mal planificadas que te pueden hacer más perjuicio que beneficio sino de profesionales que además van a adaptarte el enfoque alimentario a tus necesidades personales, familiares y laborales” señala esta dietista nutricionista.
¿Es más fácil adelgazar con el ayuno?
“Yo no tengo un argumento clarísimo de si es mejor comer 2 veces, 3 ó 5. Lo importante una vez más es qué comemos esas veces y, por lo tanto, la elección de los alimentos más que la frecuencia con la que comemos” explica Botella.
Y lo mismo señala la dietista nutricionista Andrea Calderón: “si yo hago un ayuno intermitente pero la dieta no es equilibrada está claro que no me va a servir de nada, incluso a lo mejor en lugar de perder grasa acabo ganando peso”.
Tampoco hay estudios que demuestren si en caso de adelgazar, los kilos eliminados se recuperan o no, el temido “efecto yoyó”.
Por citar un aspecto positivo el ayuno es que algunos estudian ciertas mejoras en el colesterol o frente a la hipertensión, pero tampoco de forma muy espectacular. Si que nos ayuda, según Calderón, a ganar flexibilidad metabólica “significa que tu cuerpo se adapta mejor a las circunstancias que hay, que si consumes más grasa tu cuerpo queme más grasa, si comes más azúcar tire más de ese azúcar y si no necesito quemar no quema. Y esto sí facilita la pérdida de grasa corporal que para quien no tiene esa flexibilidad”.
Tomás, 20 kilos perdidos en un año y 10 recuperados al año siguiente
Tomás lleva un año sin practicar el ayuno intermitente. Admite que en estos 12 meses ha engordado 10 de los 20 kilos que perdió durante el año que practicó el ayuno intermitente. En su caso optó por eliminar la cena y además incorporó el deporte. Está contento del resultado que obtuvo durante su año de ayuno y no dudaría en retomarlo para volver a eliminar peso, pero reconoce que se engorda más rápido de lo que se adelgaza.
“Lo llevaba bien cuando lo hacía y lo combinaba con deporte. Fue así como adelgacé 20 kilos que había ganado después del nacimiento de mis hijos. Opté por eliminar las cenas y por la mañana tenían un hambre voraz, pero lo quemaba a lo largo del día. No lo recomiendo para todo el mundo porque en cuanto paro vuelvo a engordar y con un efecto rebote importante. A pesar de ello me gustaría poder volverlo a convertir en una rutina porque cuando lo hice estaba mejor que en toda mi vida, aunque, en este caso, lo haría con el seguimiento de un profesional”, explica a COPE Tomás, de 35 años.
Miguel tiene 19 años y ya ha hecho varias veces ayuno intermitente, en su caso, no es muy sistemático, pero tampoco lo mantiene mucho en el tiempo. Su objetivo es adelgazar y con fuerza de voluntad lo consigue, aunque “obviamente no estás igual comiendo normalmente que en ayuno, pero no he notado sensación de cansancio ni muchas otras cosas a parte de un poco de hambre y ya está”.
Eva acaricia la idea de practicar en algún momento el ayuno intermitente. En su caso quienes la disuaden son sus compañeros de trabajo: “lo he pensado, pero me dicen que es durísimo y por eso no me he lanzado. También porque yo soy más de picar una zanahoria o unos colines y no soy de comer mucho en pocas comidas y por eso no lo veo muy claro”.
La tasa de abandono es en efecto alta “entre el 40 y el 50 por ciento lo dejan al poco de comenzar” según explica a COPE Botella.