La mitad de la población ha probado la medicina virtual en España

Permite monitorizar, anticipar problemas y personalizar tratamientos

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Carmen Labayen explica el despegue de la telemedicina en España

Carmen Labayen

Publicado el - Actualizado

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La mitad de la población ya ha probado la medicina virtual en España. El boom de la telemedicina llegó con la pandemia pero sigue creciendo y los expertos consultados por COPE calculan que 3 de cada 4 personas serán usuarias en 2023 según datos de https://ametic.es/es. Los servicios de salud digital más demandados en nuestro país son la receta digital, las consultas en torno a la monitorización de dispositivos electrónicos, el chat médico y la consulta telefónica o por vídeo.

Contactar por teléfono con tu médico de cabecera para explicarle tus síntomas y conseguir una receta electrónica o para recabar una segunda opinión por parte de un especialista son algunos de los usos más comunes que hacemos de la telemedicina. Es algo que ha hecho Gina, de 55 años, la última vez el mes pasado “llamé a mi médico de cabecera por una infección y lo resolvimos con una receta electrónica sin pasar por el centro de salud. Es mucho más cómodo y me evito la espera o la posibilidad de contagiarme de COVID”.

También Vanessa de 41 años ha tenido una buena experiencia con la medicina a distancia. Acaba de ser madre y son muchos los desplazamientos que ha evitado durante el embarazo y las teleconsultas que ha podido efectuar tanto en la sanidad pública como en la privada: “la atención ha sido muy buena tanto con las recetas electrónicas como con los partes de baja médica no he tenido ningún problema”.

Otras personas son menos asiduas a la telematización de la medicina. Es el caso de Álvaro de 45 años y padre de 5 hijos: “para mí prefiero ir presencialmente, pero para los niños y en casos muy leves de algo de fiebre si veo posible el llamar al pediatra y evitar con ello acudir a la consulta”.

El cierre de los centros de salud durante la pandemia y el miedo a los contagios en los hospitales dispararon el recurso a la telemedicina. Según calculan desde la patronal de la industria tecnológica digital AMETIC el 75 por ciento de los pacientes recurrirán a la teleconsulta en 2023.

En la mayoría de los casos los usuarios buscan una receta digital (38 por ciento), pero también hay muchas consultas ligadas a la monitorización por medio de dispositivo electrónicos como relojes inteligentes (26 por ciento) y también es frecuente recurrir al chat médico (16 por ciento), la video consulta (13 por ciento) y para evaluar los síntomas (9 por ciento) según recoge el informe “

” elaborado por la plataforma digital de Mapfre.

Seguimiento constante y anticipación, clave para los crónicos

Una de las ventajas de la telemedicina es evitar desplazamientos innecesarios de personas ya diagnosticadas y que necesitan de un seguimiento continuo en el tiempo, entre ellos, los pacientes crónicos por medio de la incorporación de aparatos como tensiómetros (para medir la tensión arterial), pulsómetros (para medir la frecuencia cardiaca) u oxímetros (para calcular la saturación del oxígeno en la sangre).

“La tecnología nos sirve para tener al paciente continuamente en el radar y no solo cuando acude a la consulta sino que al tenerlo completamente monitorizado con dispositivos médicos instalados en su casa no necesito tampoco que me esté informando constantemente de lo que le está ocurriendo yo también soy capaz de forma proactiva de ver cómo evolucionan sus registros e incluso de poder anticipar cualquier problema que pueda surgir y actuar en consecuencia enviándolo a urgencias por ejemplo cuando sea necesario” explica en COPE Miguel Ángel Montero al frente de la Comisión de Salud Digital de AMETIC.

Menos listas de espera y acceso a especialistas desde cualquier lugar

Son otras de las ventajas de la telemedicina tal y como nos cuenta Santiago de Torres, presidente de la empresa especializada en salud digital Atrys Health: “uno va a un hospital le hacen un TAC, una resonancia, una mamografía o la prueba que sea y no hay radiólogos para informarla pues esa labor la pueden hacer a distancia profesionales en la nube donde tenemos 800 médicos y en 48 horas llega el resultado al hospital o a donde sea y esto permite reducir mucho las listas de espera y democratiza la sanidad al hacerla accesible desde los lugares más remotos del planeta en los que hay médicos de familias pero no especialistas”.

Y todo porque según señala De Torres: “cuando un médico de cabecera prescribe una prueba a un paciente, la prueba se la hace un técnico y después la informa un especialista que, en realidad, no ve al paciente para hacer el diagnóstico, sino que analiza la prueba: no hay diferencia de que un electrocardiograma lo informe un especialista de un hospital o un especialista de la nube”.